Cada día son más los famosos que promocionan a Vayo Coin en sus redes sociales. Este esquema de criptomonedas creado por la empresa Vayo Business se instaló en el mercado con una oferta muy tentadora: "soluciones financieras" con inversiones iniciales que darían ganancias exponenciales a futuro. Con un convenio creado junto a varias figuras del mundo del espectáculo, la empresa empezó a crecer y a conseguir más clientes, pero detrás de esta propuesta que parecía ideal, se esconde un gran fraude.
Algunas estrellas como Jimena Barón, Julieta Nair Calvo, Horacio Cabak, José María Listorti, Candelaria Ruggeri, L-Gante y Cinthia Fernández se sumaron a la promoción de este esquema de criptomonedas en sus redes sociales y lo ofrecieron como una solución para "cuidar la plata". Por otro lado, Pampita, Lionel Ferro y Natalia Oreiro dieron un paso más allá y organizaron sorteos con grandes premios a nombre de Vayo Business: autos 0 kilómetro, los últimos modelos de Iphone y varios electrodomésticos formaban parte de las distinciones que obtenían los ganadores del sorteo con el único requisito de seguir a la cuenta de la empresa. Sin embargo, recientemente se conoció el gran fraude que habría detrás de la empresa: una deuda millonaria e incumplimiento de pagos.
Según informó Infobae, a mediados de marzo la empresa Vayo Business emitió casi 20 cheques valuados en 13,9 millones de pesos, pero fueron rechazados debido a una insuficiencia de fondos. También se conoció que no cumplieron con el debido pago de haberes a varios de sus empleados, por lo menos durante los últimos dos meses. Esta no es la primera empresa de este tipo que esconde una gran estafa de fondo, sin ir más lejos, hace unos meses atrás cayó la empresa Generación Zoe, liderada por Leonardo Cositorto, acusada de haber estafado a sus clientes. Y por este mismo camino circula Vayo.
Las pruebas que salen a la luz son cada vez más perjudiciales para la empresa: su criptomoneda no figura como opción en los sitios más conocidos de compra y venta de estos activos digitales. Tampoco se conoce su cotización ni nivel de compra venta en las webs especializadas en el tema, como Coin Market Cap. Además, según la página oficial de Vayo solo puede ser adquirida a través de la billetera virtual Trust, que permite la compra pero no la venta de la criptomoneda. Por último, un detalle no menor es que la empresa tiene registrado su domicilio fiscal en un viejo edificio del Barrio de Once, todo lo contrario de lo que se imagina de una empresa de este calibre.
La empresa también anunció el lanzamiento de Universal Exchange, su propio sitio de cambio a criptomonedas, con un lujoso evento en el Hotel Hilton. Pero Universal Exchange no cuenta con un CUIT propio para poder operar ni tampoco tiene una aplicación para descargar y manejar las inversiones desde allí.
Las personas detrás de Vayo Business: un historial complejo
La principal socia de Vayo Business se llama Ana María Lavitola, una mujer de 68 años oriunda de Comodoro Rivadavia que cuenta con un 95% de inversión dentro de la empresa. Sin embargo, para registrarse como cliente, Lavítola utilizó su domicilio personal en Chubut. Además, esta "inversora" también formó parte de otros dos esquemas de criptomonedas: Fútbol Coin y Polo Coin.
El socio principal de estas dos empresas mencionadas anteriormente es Walter Ramon Cárcamo, un hombre de 35 años que tiene su domicilio fiscal registrado en una rotisería. Cárcamo cuenta con nueve cheques rechazados a su nombre por falta de fondos y además adeuda más de $16,2 millones. También figura como empleado de Vayo y sufriría un retraso en el pago de sus haberes.