Algunos científicos pertenecientes a grupos de investigación de las universidades de Zúrich en Suiza y de Bonn en Alemania anunciaron el descubrimiento de nuevos restos fósiles en los Alpes Suizos. Sin embargo, este no se trata de un descubrimiento para pasar por alto por la ciencia, ya que se trata de uno de los reptiles más grandes que alguna vez habitaron en La Tierra.
Según publicó la revista Journal of Vertebrate Paleontology, los restos fósiles fueron hallados en la cima de la montaña Chrachenhorn perteneciente a la cadena de los Alpes Suizos. Estas muestras que revolucionaron al mundo de la paleontología se encontraban a unos 2740 metros sobre el nivel del mar y estaban conformadas por costillas y vértebras. Luego de investigar los restos encontrados, los científicos llegaron a la conclusión de que pertenecieron a dos ejemplares diferentes de ictiosaurios.
Según estimaron los profesionales, se trataría de dos ejemplares que midieron entre 17 y 21 metros de largo, motivo por el cual se los catalogó como un animal sumamente importante para armar el rompecabezas de la evolución de las especies. Sin embargo, todavía continúan las investigaciones para determinar cómo era el estilo de vida que alguna vez tuvieron estos mamíferos acuáticos.
Además, junto a las costillas y vértebras también se halló un diente que generó muchas preguntas entre los profesionales. Con 6 centímetros de grosor y 15 de largo, esta es la pieza dental más grande alguna vez encontrada. "El diente es especialmente interesante porque podría representar, aunque es poco probable, el animal más grande que jamás haya habitado la Tierra", reveló Martín Sander, paleontólogo perteneciente a la universidad alemana Bonn.
Un cambio rotundo en el estudio paleontológico: la gran incertidumbre que generó el diente
El descubrimiento de este diente generó gran incertidumbre sobre el tipo de alimentación que mantenían estos reptiles marinos conocidos como ictiosaurios. Siguiendo la lógica del descubrimiento de que una especia de estos animales que medía 18 metros tenía dientes de 2 centímetros de ancho, Sander precisó: "un diente de 6 centímetros de ancho podría proceder de un animal de 54 metros de largo".
Hasta antes del descubrimiento se creía que estos animales carecían de dentadura y succionaban a sus presas. Pero este hallazgo generó gran incertidumbre que incentivó a profundizar en la investigación para saber más sobre esta especie.