Un hombre australiano fue acusado el jueves de un delito de terrorismo tras entrar en la oficina electoral de un político con planes de matarlo, informaron las autoridades y medios de comunicación locales.
El hombre, de 19 años, entró el miércoles en el despacho del parlamentario del estado de Nueva Gales del Sur, Tim Crakanthorp, en Newcastle, a unos 170 kilómetros al norte de Sídney, antes de ser detenido en un museo cercano con armas y equipo táctico, informaron la Australian Broadcasting Corporation (ABC) y el Sydney Morning Herald.
Pasó la noche detenido y el jueves fue acusado de "actos realizados en preparación o planificación de un acto terrorista", según un comunicado de la policía.
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En una vista en la que el hombre compareció por videoconferencia, el magistrado en funciones, Anthony Spence, dijo al tribunal que el hombre estaba acusado de acudir a la oficina del señor Crakanthorp "con intención de matarle debido a su condición de miembro del Parlamento [y] en preparación de la planificación de un atentado terrorista", informó la ABC.
Un representante del tribunal nombró al acusado como Jordan Patten, y añadió que Patten no solicitó la libertad bajo fianza y que ésta le fue denegada formalmente. Patten aún no había sido llamado a declarar.
El comunicado de la policía decía que el acusado había hecho circular un documento entre personalidades públicas y medios de comunicación, sin dar más detalles. La ABC y el Herald informaron de que Patten había compartido un manifiesto de 200 páginas en el que se detallaban múltiples quejas, incluidas opiniones contrarias a la inmigración y a la diversidad.
Crakanthorp dijo en un comunicado que él y su personal resultaron ilesos en lo que calificó de incidente muy grave.
Patten deberá comparecer ante el tribunal el 21 de agosto, según el responsable judicial.
En Sídney, una de las ciudades más seguras del mundo, la violencia con armas blancas y de fuego es poco frecuente, pero en los últimos meses se ha producido una oleada de ataques con arma blanca.
En abril, seis personas murieron en un apuñalamiento masivo en un centro comercial de Sídney, en el que la policía mató a tiros al atacante.
Pocos días después, un adolescente apuñaló presuntamente a un obispo cristiano asirio en pleno servicio religioso en Sídney. El adolescente y otras cinco personas han sido acusados de delitos relacionados con el terrorismo.
Con información de Reuters