En enero aumentó un 8% el riesgo país de Argentina, pasando de los 350 puntos a unos 380. Esto encendió una alarma en los mercados, debido a que este cambio dificulta el acceso al crédito internacional, aumentando las tasas y encareciendo el costo de la deuda que tomamos en el extranjero.
La preocupación es aún mayor cuando se realiza el contraste con los demás países de la región, debido a que en todos ellos ha descendido el riesgo país, a diferencia de lo ocurrido en Argentina. En Colombia, por ejemplo, bajó un 11,5%, en Perú un 10,8% y en México un 8,5%. Incluso en Brasil (que se encuentra en plena crisis) también disminuyó un 6,7%.
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Los motivos por los que se disparó el riesgo país fueron principalmente la caída de la imagen presidencial, la intromisión del gobierno en las políticas que debería decidir de manera autónoma el Banco Central, y el cambio en las metas de inflación; todos factores que al mismo tiempo generaron una pérdida importante de confianza.
Por otro lado, y ante el fuerte aumento del dólar durante las últimas semanas, resulta cada vez más dificultoso poder afrontar el pago de intereses y vencimientos de deuda en moneda extranjera. Es decir, que necesitamos mayor cantidad de pesos argentinos para devolver la misma cantidad de dólares.
Por todos estos motivos, el ministro de Finanzas, Luis Caputo, está tratando de conseguir fondos en la plaza local, ante la adversidad cada vez mayor que se viene generando en el mercado internacional.
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