La aventura de recorrer el PN El Impenetrable, en su ambiente árido y de gran amplitud térmica, tanto por senderos donde los pasos se hunden en el polvo o se vuelven pesados por la greda si llueve, como pedaleando en ese suelo difícil, demanda un buen descanso, que el turista puede encontrar tanto en el camping tradicional como en el glamping.
Cualquiera de las dos versiones de campamento brinda la posibilidad de descansar y estar abrigado en las noches heladas del bosque chaqueño -según comprobó Télam al experimentar ambas opciones- y la diferencia tiene que ver con los servicios adicionales y, consecuentemente, el costo.
El camping La Fidelidad, administrado por los vecinos del paraje La Armonía, dispone de plataformas de madera a las que se llega por pasarelas, donde se pueden montar las carpas separadas del suelo.
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El turista puede instalar su propia carpa o alquilar a los administradores una para dos personas, que viene provista de un catre plegable (o dos) y frazadas, con la opción de rentar también bolsas de dormir si hace frío.
Al no haber servicios de agua corriente ni cloacas, el camping cuenta con baños secos, sanitizados con cenizas y distribuidos equidistantes de las carpas, en tanto junto al estacionamiento y el comedor hay otra media docena de baños, con duchas de agua caliente, a un centenar de metros de la zona de campamento.
Las carpas son sólidas, ventiladas, con mosquiteros y doble cierre de ventanas para mayor abrigo, y están ubicadas con sus entradas y aleros orientados hacia el río Bermejo, lo que brinda luminosas y coloridas postales tanto al amanecer como al caer la noche, y quizás la mayor ventaja es que el uso del espacio es gratuito.
En el caso del glamping, se trata de un servicio rentado, en el que la diferencia es el confort que justifica su nombre (glamour y camping), y quizás lo más importante sea contar con un baño con depósito de agua y ducha de agua caliente dentro de la gran carpa.
Ubicadas al borde de la barranca del río Bermejito, con vista al Parque Nacional, estas carpas cuentan con tres camas, ventanas y entrada también con doble cierre y mosquiteros, y para las noches muy frías hay plumones que aseguran un cálido descanso.
El glamping ofrece desayuno en la terraza de la carpa, en el horario que solicite el huésped, quien al salir se encontrará con una banda de cardenales, fruteros, cardenillas y otros pájaros en el borde del deck, esperando recoger la migajas del desayuno.
En camping o en glamping, un concierto de variados trinares, entre los que se destacan los de cotorras y charatas, despertarán al visitante al salir el sol y lo acompañarán al caer la tarde, para dejar paso a un silencio nocturno en el que se puede oír el movimiento de las hojas de los árboles, el chapuzón de algún pez e innumerables sonidos del bosque que son imperceptibles de día.
Con información de Télam