Ciudades más antiguas de Oceanía: pasado y presente

23 de mayo, 2023 | 04.15

¿A quién no le llama la atención aquella isla que es también el continente más pequeño de nuestro planeta? Este lugar es tierra de maravillas naturales y culturales. Vamos a hacer un recorrido por las ciudades más antiguas de Oceanía.

Sus 8.500.000 km cuadrados se distribuyen en un conjunto de más de 10.000 islas en el océano Pacífico. Esto explica la riqueza de paisajes alucinantes que se pueden encontrar allí.

Sin embargo, no es la naturaleza el único atractivo de este pequeño continente. El paso del hombre deja siempre una huella. Veremos cuáles fueron las primeras ciudades de Oceanía y que es de ellas hoy. 

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Ciudades más antiguas de Oceanía

Antes que nada, tratemos de entender un poco el mapa. El continente oceánico se divide en cuatro partes:

  • Australasia se llama el sector conformado por los países de Australia, Nueva Zelanda y Nueva Guinea.

  • Melanesia es la zona que va desde Nueva Guinea hasta el mar de Arafura.

  • Micronesia, en cambio, está compuesta por miles de pequeñas islas.

  • La polinesia se llama a la parte compuesta por islas del Pacífico central y meridional. 

¿Sabías que Oceanía es una de las ocho regiones ecológicas del planeta? Esto significa que los atributos ecológicos que contienen su flora y fauna son únicos. Como tales, merecen los pertinentes cuidados para su preservación.

Ahora que nos ubicamos en este maravilloso continente, vamos a detenernos en el aspecto urbano. Seguramente escuchaste hablar de algunos de estos lugares. Otros, te resultarán completamente novedosos.

Oceanía es una de las ocho regiones ecológicas del planeta.

Ahora sí, ¡hagamos las valijas! Estas son las ciudades más antiguas de Oceanía.

Auckland, Nueva Zelanda 

Auckland es la ciudad más grande de Nueva Zelanda. La historia comienza en 1350, cuando su territorio fue colonizado por los maoríes. Siglos después, se dice que es una de las ciudades más habitables del mundo.

Parece ser que sus grandes puertos, su multiculturalidad y el clima templado hacen felices a sus 1,7 millones de habitantes. ¿Sabías que Auckland recibe el nombre de “Ciudad de las Velas”?

Es que la gran pasión que predomina acá es la navegación. Esto se hace evidente en la cantidad de yates que adornan el puerto de Waitemata y el Golfo de Hauraki, iluminándolos por las noches.

 

Albany, Australia

Albany es el asentamiento europeo en pie más antiguo de Australia Occidental. Fue fundado en 1826 y fue, por siete décadas, el único puerto de aguas profundas de Australia Occidental.

Hoy recibe el nombre de “Costa del arcoiris” por la frecuencia de sus lluvias y lloviznas. Aún así, las nubes no opacan el turquesa de sus aguas ni el blanco de su arena: Albany es un verdadero paraíso a solo 400 km de Perth.

Brisbane, Australia 

En 1824 Lord Brisbane mandó la orden de fundar una de las ciudades más antiguas de Oceanía. Lo cierto es que fue montada por presos, que fueron enviados a limpiar los campos y crear las infraestructuras.

Hoy, Brisbane es la tercera ciudad más grande del país, después de Sidney y Melbourne. Es, además, la única con clima subtropical. El buen clima explica la popularidad del deporte al aire libre entre sus habitantes.

La tercera ciudad más grande de Australia, Brisbane, fue montada en 1824 por presos, bajo la orden de un Lord.

 

La ciudad está rodeada de cientos de islas que le dan un entorno soñado. El agua cristalina y los defines que nadan en ella ofrecen a cualquier turista una experiencia inolvidable.

Bluff, Nueva Zelanda

En 1824 James Spencer construyó la primera casa europea en este lugar, que acompañó de una estación de pesca y un negocio. Estas fueron las bases de Bluff, una de las ciudades más antiguas de Oceanía, famosa no tanto por su historia sino por sus suaves y exquisitas ostras.

Si algún día pasás por acá, no podés dejar de probar este manjar. ¿Y las vistas? No se quedan atrás. La Isla Stewart y el Estrecho de Foveaux se pueden apreciar desde la ciudad, que también te espera con un imponente bosque de árboles nativos. 

 

Christchurch, Nueva Zelanda

Christchurch fue fundada en 1850 en la costa este de la Isla del Sur de Nueva Zelanda. Puede que te suene por ser el punto de partida de las expediciones a la Antártica.  Aunque también podés conocerla por otros motivos para nada felices. 

 

Esta ciudad fue víctima de una serie de terremotos, entre septiembre de 2010 y enero de 2012. La tragedia se llevó 185 vidas, además de destruir cientos de edificios. A partir de este lamentable suceso, la UNESCO la declaró como Patrimonio para la Revitalización Cultural.

Como si fuera poco, en 2019 Christchurch sufrió de ataques terroristas. El 15 de marzo de dicho año dos mezquitas de la ciudad fueron escenario de tiroteos masivos producidos por un supremacista blanco, miembro del movimiento de ultraderecha Alt-Right. 

Pero no nos quedemos solo con la tragedia: Christchurch es la ciudad más soleada de Nueva Zelanda. En su mar se destacan las buenas olas para el surf y la abundancia de delfines y leones marinos.

Es un polo moderno en pleno desarrollo, lo cual está relacionado con la reconstrucción posterior a los terremotos. Un esperanzador ejemplo de resiliencia hecho ciudad. 

Darwin, Australia

En el norte de Australia se encuentra esta ciudad que los locales llaman “Top End”. Fue fundada en 1869 bajo el nombre de Palmerston. Luego, en 1911, fue rebautizada por el capitán John Lord Stokes. Como resulta fácil sospechar, fue en honor a su antiguo compañero de viaje, el científico Charles Darwin.

 

La proximidad geográfica con Asia explica la fuerte influencia intercontinental. La escena gastronómica en Darwin está colmada de tintes asiáticos, que conviven con el influjo aborigen que persiste en su cultura.

Hobart, Australia

¿Alguna vez soñaste con conocer al famoso demonio de Tasmania? ¡Este es su hogar!

Hobart es la segunda ciudad más antigua de Australia, solo superada en este aspecto por Sidney. Su historia es bien particular: fue fundada en 1804 como una colonia penal. 

Así, la población inicial de Hobart fue de unos 300 prisioneros, algunos marinos, balleneros y cazadores de focas. Eso y tres decenas de colonos libres. 

Hoy, Hobart es una ciudad moderna destacada por su gastronomía y el pintoresco horizonte repleto de veleros. Es un lugar tranquilo de gente amable, además de ser una de las ciudades más baratas de Australia. Buen dato, ¿verdad?

 

Launceston, Australia

Ubicado al norte de Tasmania, Launceston fue erigido en 1826, proclamado municipio en 1852, pueblo en 1858 y finalmente ciudad, en 1888. Se desarrolló originalmente como puerto ballenero y centro comercial de un distrito agrícola. 

Hoy se siguen produciendo frutas, ganado, lana y cereales en la fértil llanura que la rodea. Además, Launceston exporta textiles, madera y aluminio y tiene una desarrollada industria de maquinaria, harina y cerveza.  

Además de ser una de las ciudades más antiguas de Oceanía, presume ser sede de una de las primeras centrales hidroeléctricas del mundo. Fue fundada en 1895 en el centro de Launceston. 

Georgetown, Australia

Georgetown es una ciudad tranquila, históricamente minera de oro. Hoy es el corazón de la región de piedras preciosas.

¿Su mayor atractivo turístico? Por supuesto que la Colección de Minerales Ted Elliot. De hecho, el nombre de esta ciudad es en honor del “comisario de oro asistente” de la zona, un hombre llamado Howard St. George. 

Kerikeri, Nueva Zelanda

Kerikeri, la ciudad más grande de Northland, recibe el nombre de “Cuna de la Nación”. ¿El motivo? Resulta que fue este el lugar en donde se hizo la primera estación de misión permanente en Nueva Zelanda. Es así que cuenta con algunos de sus edificios más históricos.

Aquellos misioneros quisieron bautizar la ciudad como Gloucester Town, pero pronto el maorí se impuso, sobreviviendo su nombre original. La ciudad se encuentra en el extremo norte de la isla norte del país. Su río homónimo de agua dulce ingresa, en la bahía de las islas, al Océano Pacífico. 

Kingscote, Australia

Kingscote es la ciudad más grande de la Isla Canguro. El asentamiento colonial que dio origen a la actual ciudad se estableció en 1836. En ese año se plantó el legendario árbol de moras de Reeves Point, que todavía da frutos. Hoy es un paradisíaco lugar que recibe en su aeropuerto a miles de turistas cada año.

El legendario árbol de moras de Reeves Point, en Kingscote, Australia,fue plantado en 1836 y da frutos hasta el día de hoy.

 

Levuka, Fiji

Levuka fue la primera capital colonial de las Islas. Luego, cuando Fiji se fundó como país moderno en 1871, también se la designó como capital estatal. Sin embargó gozó de tal título solo por tres años.

La ciudad portuaria se desarrolló desde aquel momento como centro de actividades comerciales. Su característica diferencial es la incidencia de la comunidad autóctona.

La población europea fue históricamente menor y así Levuka pudo conservar algunas de sus tradiciones originarias. Este fenómeno dota a la ciudad de una mixtura interesante que enriquece y diferencia a su cultura y su arquitectura.

Levuka ostenta un gran protagonismo en la historia del desarrollo de Fiji. Fue la primera ciudad que contó con electricidad e instituciones claves como el correo, el banco, escuelas, hospital, una municipalidad y un hotel.

Melbourne, Australia

Seguramente escuchaste hablar de Melbourne, ciudad en pleno auge cultural, gastronómico y artístico. De hecho, se dice que es la capital del arte en su país. Se trata de una ciudad joven, repleta de estudiantes, conocida por la calidad de vida que ofrece a sus habitantes. 

La revista The Economist la destaca cada año como una de las mejores ciudades para vivir. Deporte al aire libre, todo tipo de fiestas y festivales, transporte gratuito y playas paradisíacas son algunos de sus innegables atractivos. 

Perth, Australia  

En 1829 se creó una colonia que terminaría conformando la actual Perth. Así es que se encuentra entre las ciudades más antiguas de Oceanía. 

Pese a ser la ciudad más grande de la costa oeste australiana, Perth es una ciudad tranquila para visitar y vivir. Su distancia con las principales ciudades de la costa este limitan la cantidad de turistas que llegan, por lo que su ritmo es diferente.

Con una media de 8 horas de sol diarias, Perth es una de las ciudades más soleadas del mundo. Además, la costa oeste de Australia es la más virgen y salvaje del país: un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.

Con un promedio de 8 horas diarias, Perth es una de las ciudades más soleadas del planeta.

 

Sidney, Australia

Por supuesto que escuchaste hablar más de una vez de Sidney. Habrás visto fotos de su famosa e imponente Ópera. Esta ciudad, además de ser la más grande y conocida de Australia, es también la más antigua del país.

 

Fue fundada el 20 de julio de 1842. Una década después, miles de inmigrantes llegaron a Australia. Era la época de la fiebre de oro. Sidney, con su puerto, fue el punto de recibida de muchos.

 

 

Pese a ser la primera y más grande ciudad de Australia, Sidney no es la capital del país. A principios del siglo XX es que se formó el Parlamento de Commonwealth y hubo que designar la capital. Pero entonces los australianos notaron un detalle no menor.

La ubicación de Sidney, así como la de Melbourne, no las hacía ideales candidatas a ciudad capital. Al estar en la costa, eran más propensas a un bombardeo marítimo. 

Así es que Canberra es, desde aquel momento, la capital del país: una ciudad construida desde cero de forma planificada. Sin embargo, Sidney sigue siendo una de nuestras favoritas.

Siendo una de las ciudades más antiguas de Oceanía, tiene hoy muchísimo que ofrecer. Cosmopolita y moderna, esta ciudad no deja de atraer a turistas e inmigrantes.

Wellington, Nueva Zelanda 

Wellington es la capital de Nueva Zelanda y su fundación se remonta a principios del siglo XIX. Además de ser una de las ciudades más antiguas de Oceanía, es un vibrante polo cultural. Las galerías de arte, teatros, museos y también bares se lucen en un entorno natural incomparable.

Imaginá un valle rodeado de altas colinas llenas de vegetación. ¿Sabías que Wellington fue escenario de la trilogía El Señor de los Anillos? Esta referencia basta para querer agarrar las valijas y partir en búsqueda de aquellos tremendos paisajes. 

Conclusión

Si hay algo que nos queda claro después de este recorrido, es que Oceanía es un continente en permanente desarrollo. Sus ciudades más antiguas son hoy vibrantes polos multiculturales o tranquilos asentamientos campestres.

Aguas cristalinas, fructíferos campos y puertos y, sobre todo, excelente calidad de vida. Este conjunto de islas parece tener uno o dos secretos de la felicidad. ¿Por dónde empezarías a recorrerlo?