El presidente Alberto Fernández anunció que la Argentina comprará 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus y que, entre diciembre y enero, llegarán 10 millones de esas dosis. Qué se sabe hasta ahora, en qué fase está y cómo están siendo llevadas a cabo las pruebas.
La Sputnik al igual que todas las vacunas a prueba está en Fase 3 y aún se desconocen los ensayos clínicos de efectividad: o sea, si son un éxito, son compatibles y ya se pueden aplicar. Aún debe ser certificada por autoridades sanitarias. Sucede esto tanto con la vacuna rusa como con la de los laboratorios farmacéuticos Modena, AstraZeneca y Pfizer de otras partes del mundo, las vacunas que están siendo testeadas en el resto de la Tierra. Todas en Fase 3.
Claro que la llegada de la Sputnik estará supeditada al éxito en la Fase 3 de testeo. Fueron compradas a riesgo, así se denominan estas adquisiciones. El pasado 11 de agosto Rusia registró esta como la primera vacuna contra el COVID-19. Fue desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya. El fármaco se produce en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF). Pero, ¿cómo viene el desarrollo actual?
El 28 de octubre, un primer grupo de 28 personas de la tercera edad recibió la primera dosis de la vacuna rusa contra el COVID-19 Sputnik V. El segundo grupo de voluntarios se unió al programa el 1 de noviembre. Nikita Lomakin, jefe de investigación clínica de Sputnik V en las personas mayores, reveló el transcurso del ensayo.
Lomakin indicó al medio Sputnik que en el grupo de edad más joven, que ya ha sido estudiado, en la mayoría de los casos, en las primeras 24 a 49 horas después de la primera dosis de la vacuna, los voluntarios transitan un estado pregripal y fiebre. Sin embargo, "ninguno de los participantes del grupo de mayor edad que recibió la vacuna el 28 de octubre tuvo estas reacciones".
Según el especialista, esto sugiere que el sistema inmunológico en los grupos de edad avanzada está ligeramente suprimido, lo que es típico para las personas mayores. "No observamos ninguna manifestación, al menos no en el primer grupo de pacientes. No hay reacciones en la piel, ni aumento de la temperatura", subrayó. Agregó que normalmente el 99% de los efectos secundarios se produce en las primeras 48 horas y sobre todo en las primeras 24 horas.
La investigación tiene tres tareas. La primera es evaluar los anticuerpos neutralizantes del virus, es decir, la eficacia de la vacuna. La segunda es determinar cuánto tiempo durarán estos anticuerpos. En tercer lugar, cuáles serán los riesgos de desarrollar fenómenos indeseables, que incluyen reacciones locales: cutáneas, alérgicas y todo tipo de otros fenómenos indeseables. "Hasta ahora no se ha registrado ningún efecto indeseable en todos los estudios de esta vacuna", declaró Lomakin.
En Rusia afirman que es la vacuna más segura
El médico Nikita Lomakin, jefe de investigación clínica de Sputnik V, aseguró que es probable que sea una de las vacunas más seguras, lo que proviene del propio mecanismo de producción. "No hay ningún virus en ella, y si no hay virus, en realidad reduce a cero el riesgo de todo tipo de complicaciones: reacciones alérgicas en el cuerpo o el sistema inmunológico. No introducimos ninguna proteína extraña que suponga un riesgo de reacción alérgica", declaró.
Esta vacuna es un vector adenoviral que tiene un gen que codifica la proteína. En el cuerpo, este gen se introduce en la célula y comienza a producir una proteína que se parece a la proteína de un coronavirus, y en respuesta, produce un anticuerpo. "Esto sugiere que es probable que la vacuna tenga un alto perfil de seguridad, pero la eficacia, por supuesto, tiene que ser probada", afirmó. La vacuna Sputnik V se inyecta en dos etapas. Lo más importante es que no es la proteína la que produce los anticuerpos, sino el gen. La proteína comienza a ser producida en el cuerpo por un período relativamente largo.