El laboratorio estadounidense Pfizer confirmó que sus entregas de vacunas contra el coronavirus se retrasarán a fines de enero o principios de febrero. La compañía argumentó cambios el proceso de producción que permitirán aumentar el ritmo en las semanas subsiguientes.
“Pfizer está trabajando duro para entregar más dosis de las inicialmente previstas este año con un nuevo objetivo declarado de 2.000 millones de dosis en 2021”, justificó el grupo en un comunicado, según informó la agencia de noticias AFP.
“Puede haber fluctuaciones en los pedidos y programas de envío en nuestras instalaciones de Puurs (Bélgica) en el futuro inmediato para permitir rápidamente un aumento de los volúmenes de producción”, señaló la firma, sin detallar qué mercados se verían afectados por las reducción de las entregas.
Previamente, el Ministerio de Salud de Alemania había señalado que “la Comisión Europea, y a través de ella, los Estados miembros de la UE, fueron informados hace poco que Pfizer no podrá entregar el volumen ya comprometido de entregas a causa de modificaciones en la planta de Puurs”.
Sin embargo, la farmacéutica estadounidense aseguró que las dosis de su vacuna esperadas por la UE en el primer trimestre de este año serán entradas en el plazo acordado, según apuntó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Producto del anuncio de retrasos en la producción Von der Leyen llamó al director general de Pfizer, quien le aseguró que todas las dosis garantizadas para el primer trimestre "serán entregadas” en ese plazo.
Un comunicado del Gobierno de Noruega sobre el retraso en la entrega del fármaco había señalado por su parte que “no está claro por ahora cuánto tiempo va a tomar exactamente que Pfizer retome su capacidad máxima de producción, que pasará de 1.300 a 2.000 millones de dosis” anuales. El país nórdico recurrirá a las reservas de vacunas que creó tras recibir las primeras dosis, para compensar la anunciada disminución del fármaco.
Dinamarca, Estonia, Finlandia, Lituana, Letonia y Suecia protestaron mediante una carta conjunta, en la que señalaron que la situación era “inaceptable” y que “disminuía la credibilidad del proceso de vacunación”.
Hace una semana, la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, aprobó la compra de 300 millones de dosis más de la vacuna de Pfizer-BioNTech, lo que le garantizará al bloque casi la mitad de lo que la farmacéutica tiene previsto comercializar en 2021.