Subte: un histórico cambio impacta de lleno en la estación Carlos Gardel de la Línea B

Histórico cambio en la estación Carlos Gardel de la Línea B del Subte de Buenos Aires.

05 de noviembre, 2024 | 15.57

Un histórico cambio impactó en la estación que hoy en día se llama Carlos Gardel y está en la Línea B del Subte de Buenos Aires. Es que en 2014, la Ciudad rindió homenaje al gran Carlos Gardel, conocido como el Zorzal Criollo, en el aniversario de su nacimiento. Aunque la duda sobre su lugar de origen y el año en que nació persistió entre historiadores, la mayoría concordó en que vino al mundo entre 1883 y 1897.

La conexión de Gardel con el subte comenzó en 1984, cuando la estación Agüero de la Línea B cambió su nombre a Carlos Gardel, un tributo al músico que creció en el barrio de El Abasto, Balvanera. Desde entonces, se sumaron varias obras de arte en su honor, destacando un mural en la estación Corrientes de la Línea H, donde se lo ve junto a Enrique Santos Discépolo.

El destacado artista uruguayo Carlos Páez Vilaró mostró su talento en el año 2000 al crear dos murales en la estación que lleva el nombre del cantor. Los murales, titulados “Mi Buenos Aires querido” y “Homenaje a Buenos Aires”, presentaron a Gardel rodeado de elementos que evocan su infancia en la ciudad, entre ellos, una escuela y aves, además de una escena típica del Mercado de Abasto.

Otro mural relevante es "Gardel por tres", obra de Andrés Compagnucci, que se expone en el andén desde 1999, donde se triplicó la imagen del cantor con un estilo fileteado. También destacó un mural de León Untroib, que mostró al Zorzal Criollo de forma radiante y con el título “Eterno en el alma y en el tiempo”.

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En el 2000, también se instaló en el pasaje sur de la estación Lima de la Línea A un mural cerámico inspirado en el trabajo de Hermenegildo Sábat, donde Gardel apareció junto a grandes como Homero Manzi, Aníbal Troilo y Enrique Santos Discépolo.

En la estación Corrientes de la Línea H, Gardel comparte una obra con Discepolín, realizada por Jorge Muscia y Alfredo Martínez, que capturó un momento divertido entre ambos músicos. En Plaza Miserere, un mural de Run don’t walk y Stenciland mostró a Gardel con un look gauchesco, ¡incluso montado en una patineta!

Finalmente, el maestro Marino Santa María dio una nueva vida a la estación Carlos Gardel con un mosaico veneciano que resaltó la alegre sonrisa del cantor. Sin dudas, la ciudad honró su legado de una manera única y contemporánea.

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Varios países estuvieron en la carrera para apropiarse de la nacionalidad de Carlos Gardel, después de que su voz recibió la distinción de "memoria del mundo". La polémica se remontó a hace diez años, cuando un grupo de investigadores se propuso desentrañar su verdadera identidad. En su libro "El padre de Gardel", publicado por Proa Amerian Ediciones, revelaron que el nombre real de "el Zorzal criollo" era Charles Romuald Gardes, registrado el 11 de diciembre de 1890 en ToulouseFrancia.

Los autores del libro, Juan Carlos Esteban de Argentina y los franceses Georges Galopa y Monique Ruffié, presentaron su obra en Argentina. Ellos informaron que Gardel llegó al país de la mano de su madre, Berthe Gardes, a la edad de dos años y tres meses, luego de que ella fue desplazada de su familia en Francia por ser madre soltera, un estigma doloroso en esa época. Así, Gardel se convirtió en argentino, país que lo acogió hasta su muerte prematura en un accidente de aviación en Colombia a los 45 años.