El saldo negativo de la Tarjeta SUBE es una característica que permite a los usuarios continuar viajando cuando se quedan sin crédito. Funciona como una especie de "reserva de emergencia", que se activa automáticamente cuando la tarjeta queda sin carga. Este saldo negativo se descuenta en la próxima recarga que se realice, lo que permite seguir utilizando el transporte público sin interrupciones inmediatas.
El valor del saldo negativo en la tarjeta física ha sido un tema de interés debido a los ajustes en las tarifas del transporte. Originalmente, el saldo negativo permitía realizar cuatro viajes mínimos, pero con el incremento de las tarifas, esta equivalencia dejó de ser válida.
Tarjeta SUBE: de cuánto es el saldo negativo y cuál es la diferencia con SUBE Digital
Actualmente, el saldo negativo máximo en la Tarjeta SUBE física es de $480, según lo estipulado en la resolución 12/2024 publicada en el Boletín Oficial. Sin embargo, este monto no ha podido incrementarse más debido a limitaciones técnicas en el sistema.
Con la aparición de la nueva SUBE Digital, surgieron ciertas confusiones respecto a si el saldo negativo se aplicaba de la misma manera que en la tarjeta física. La respuesta es no. La Tarjeta SUBE Digital tiene un funcionamiento diferente en cuanto al saldo negativo. Al ser una versión digital que permite la carga de saldo de manera más rápida y sencilla a través de aplicaciones y medios electrónicos, el concepto de saldo negativo como "reserva de emergencia" ya no es necesario.
¿Cómo funciona SUBE Digital y por qué "no necesita" un saldo negativo?
Desde Nación Servicios, organismo encargado de la gestión de la SUBE, informaron que "la tarjeta digital no necesita un saldo de emergencia", ya que los usuarios pueden recargar el crédito en cualquier momento a través de sus dispositivos móviles. Sin embargo, es importante tener en cuenta que para realizar un pago con la SUBE Digital es necesario que la tarjeta tenga un saldo positivo, aunque no cubra el total del viaje.
Es decir, si el saldo es mayor a $0, el sistema permitirá el pago, aunque sea insuficiente para cubrir el costo completo del boleto. En cambio, si el saldo es negativo, el pago será rechazado.
Este cambio en el funcionamiento de la SUBE Digital busca adaptarse a las nuevas tecnologías y mejorar la experiencia de los usuarios. Con la facilidad de recarga en cualquier momento y lugar, el saldo negativo pierde relevancia en la versión digital, lo que optimiza la gestión del crédito y reduce la dependencia de los puntos de carga físicos. Sin embargo, para quienes aún utilizan la tarjeta física, el saldo negativo sigue siendo una herramienta útil para no quedar varado en situaciones de emergencia.