Salud femenina y enfermedades: qué chequeos son necesarios

La salud de las mujeres debe verse desde otra perspectiva y cuidados. Acá encontrarás todo lo que necesitás saber sobre la salud femenina y como procurarla.

11 de febrero, 2021 | 02.37

La salud femenina tiene sus propias características y cada momento de la vida requiere de un acompañamiento especial. Por eso, es clave conocer los cuidados y chequeos para cada etapa de la vida de la mujer.

¿Qué estudios son necesarios y a qué edad? ¿Con qué frecuencia? En esta nota, te compartimos toda la información necesaria para mantener y cuidar tu salud. 

Salud femenina

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Sabemos que existen enfermedades más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Esto se debe a factores biológicos pero también socioculturales.

En materia de salud, una de las principales herramientas es la prevención. Según pasan los años, necesitamos distintos controles para mantenernos saludables y gozar de una buena calidad de vida.

La prevención de enfermedades es clave para mantener y cuidar la salud femenina. 

Una buena salud femenina implica tener presentes cuáles son los chequeos y con qué frecuencia hacerlos. Lo importante es poder detectar, de manera temprana, cualquier tipo de afección. 

Enfermedades y trastornos más comunes en las mujeres

 

Durante décadas, la atención de la salud de la mujer estuvo centrada en el embarazo y el parto. Pero sabemos que los problemas sanitarios van más allá de esos momentos y abarcan una amplia gama de especialidades y áreas de interés.

A continuación, vamos a conocer cuáles son las enfermedades que más impactan en la salud femenina. Contar con esta información es clave para la prevención.

Cáncer de mama

 

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres. Es una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno. 

Aunque hasta el momento se desconocen las causas, se sabe que hay factores que aumentan los riesgos. Entre ellos, podemos mencionar:

 

  • Ser mayor de 50 años.

  • Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad preneoplásica de mama.

  • Antecedentes familiares de cáncer de mama.

  • Tratamiento previo con radioterapia dirigida al tórax.

  • Terapia de reemplazo hormonal.

  • Primera menstruación a edad temprana.

  • Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.

 

Además, existen otros factores vinculados a los hábitos que, si se evitan, pueden disminuir el riesgo. Ellos son el sobrepeso, el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol. 

La mamografía es el estudio que permite detectar el cáncer de mama. Consiste en una radiografía de la mama con bajas dosis de radiación. El diagnóstico temprano es fundamental: los tumores de menos de un centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.

 

¿Cuándo es necesario hacerlo? Se recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años se hagan al menos una mamografía cada uno o dos años junto a un examen clínico de las mamas. 

Para prevenir el cáncer de mama, todas las mujeres, entre los 50 y 69 años deben hacerse una mamografía cada uno o dos años. 

 

En caso de tener menos de 50 años o más de 69, se debe consultar a un profesional de la salud si hacer o no el estudio. Ante una imagen sospechosa o una lesión visible y/o palpable, se procederá a una biopsia y luego a un tratamiento.

 

Si la médica o el médico confirman el cáncer, se realizarán estudios adicionales para evaluar su extensión y decidir el mejor tratamiento para la paciente. Encontrá más información al respecto en la página oficial del Instituto Nacional del Cáncer

Examen clínico de las mamas

Este examen lo realiza un/a médico/a quien observa y palpa las mamas de la paciente en busca de nódulos u otras alteraciones. Es importante aclarar que la presencia de nódulos no implica el desarrollo de un cáncer. 

 

¿A partir de qué edad debe realizarse? Desde los 20 años. Las menores de 40 y las mayores de 70, al menos una vez cada tres años. Quienes tengan entre 40 y 70 años, una vez por año.

Autoexamen mamario

Cada mujer tiene diferente densidad y distribución del tejido mamario, por eso, este es un examen de autoconocimiento. Se aconseja a partir de los 20 años. Ayuda a detectar alguna irregularidad antes de llegar al control anual. 

 

¿Cuándo realizarlo? Una semana después del ciclo menstrual. En el caso de mujeres posmenopáusicas o sin menstruación, deben elegir un día y repetirlo todos los meses. 

 

Resulta importante recordar que el autoexamen mamario solo es un complemento. No reemplaza a los estudios por imágenes, como las ecografías y/o mamografías. 

Cáncer cervical

 

Otra afección de la salud femenina es el cáncer cervical o de cuello uterino, el segundo cáncer más frecuente en las mujeres. Consiste en una infección persistente en el tiempo por algunos tipos de VPH (Virus de Papiloma Humano). 

 

Se trata de un virus muy común, que afecta tanto a mujeres como a varones. Se transmite por contacto sexual. Mayormente, desaparece sin provocar síntomas. Solo el 5% genera malformaciones en las células que pueden convertirse en cáncer.

 

Desde que se produce una lesión hasta que se desarrolla el cáncer uterino suelen pasar entre 10 y 20 años. Por lo tanto, es una enfermedad altamente prevenible. La vacuna contra el VPH, el test de VPH y el Papanicolaou (PAP) permiten prevenirlo.

 

El PAP es un estudio que se aconseja realizar anualmente a partir de los 25 años. El riesgo de desarrollar cáncer uterino es mayor en las mujeres de más de 50 años y aumenta con la edad. Por eso, este examen es elemental después de la menopausia.

Anorexia y bulimia 

 

¿Sabías que en Argentina, entre el 12% y el 15% de los adolescentes padecen estos trastornos alimentarios? El 90% de las afectadas son mujeres y el 10% varones. 

Tanto la anorexia como la bulimia son alteraciones de la conducta vinculadas con el acto de comer. Se caracterizan por una preocupación excesiva por la alimentación que lleva a las personas a cambiar sus hábitos con el objetivo de perder peso.

Los trastornos alimentarios están fuertemente asociados con la autopercepción de los cuerpos. La presión que genera no entrar en los estándares estéticos influye de manera muy negativa en el desarrollo de la vida cotidiana y en la salud psíquica y física. 

La bulimia nerviosa es la ingesta de grandes cantidades de alimentos en períodos breves de tiempo (atracones). Le siguen conductas compensatorias: provocar el vómito, abusar de líquidos para compensar el hambre, laxantes y diuréticos. 

Las personas con anorexia nerviosa directamente evitan o restringen los alimentos, o comen cantidades muy pequeñas de solo algunos alimentos. Este comportamiento las lleva a una pérdida de peso importante y, en muchos casos, a la desnutrición. 

La anorexia afecta directamente a la salud femenina, generando amenorrea: la ausencia de menstruación durante un período mínimo de 3-6 meses. 

Inicio de la menstruación

 

Como sabrás, la menstruación es un proceso natural en el cual el útero desprende sangre y tejido a través de la vagina. Es parte del ciclo menstrual y, en general, dura de 2 a 5 días, pero varía según la persona. 

Estos cambios biológicos tienen lugar en el sistema reproductivo de las mujeres y preparan el cuerpo para un posible embarazo. El ciclo menstrual empieza cuando una niña llega a la pubertad y continúa hasta el final de su fertilidad, fase conocida como menopausia.

El inicio de la fase de menstruación es conocido como menarquia. La edad varía según la persona aunque la media mundial es entre los 12 y 13 años. 

En los primeros años posteriores a la menarquia, los ciclos menstruales pueden cambiar. Estos cambios están relacionados con el embarazo, el uso de anticonceptivos, el estrés, la nutrición, la actividad física o problemas de salud. 

 

Lamentablemente, en muchos países del mundo, la menstruación sigue siendo tabú. Es una temática silenciada, invisibilizada, que genera estigmatización y desigualdad.

Sucede que, durante el período de sangrado vaginal, mujeres y niñas se enfrentan a restricciones culturales que las excluyen y aislan. Todas estas situaciones socavan y vulneran sus derechos humanos.

Anticonceptivos

 

El derecho a la salud sexual y el derecho a la salud reproductiva son dos derechos humanos reconocidos por la Constitución Nacional. Si hablamos de salud femenina, poder elegir métodos anticonceptivos seguros, eficaces, asequibles y aceptables forma parte del ejercicio de este derecho. 

A su vez, es importante saber que podemos decidir en forma autónoma y sin discriminación si tener o no tener hijas/os. Con quién, cuántos y cada cuánto tiempo. Conocer los métodos anticonceptivos disponibles y acceder gratuitamente al que se quiere también es un derecho.

Ahora, ¿cuáles son los métodos de alta eficacia? Contar con esa información ayuda en la toma de decisiones. Algo importante: antes de elegir qué método utilizar es necesario consultar con un profesional de la salud. Vamos a revisarlos brevemente. 

Preservativos masculinos

Si se lo usa de forma correcta y durante toda la relación sexual, las probabilidades de quedar embarazada son casi nulas. El preservativo previene embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual.

Anticonceptivos orales combinados

 

Las pastillas anticonceptivas se toman diariamente y están hechas a base de hormonas que evitan la ovulación. Son efectivas para prevenir embarazos y algunos tipos de cáncer. Su toma no evita las infecciones de transmisión sexual.

Anticonceptivo exclusivo para la lactancia materna

Son pastillas que la mujer toma diariamente y que solo tienen efecto durante la lactancia. No generan ninguna consecuencia sobre el bebé ni afectan el volumen de la leche o su composición. No previenen las infecciones de transmisión sexual.

Anticonceptivo hormonal inyectable

 

Se trata de ampollas con dosis de hormonas inyectables que inhiben la ovulación. Poseen el mismo efecto que las pastillas, pero se aplica de forma mensual o trimestral. Su eficacia es alta, siempre y cuando su aplicación se realice en la fecha correcta. 

Anticonceptivo hormonal de emergencia

Conocida como pastilla del día después, son una o dos pastillas con una alta dosis de hormonas que retrasan la ovulación. Sirve para evitar un embarazo luego de haber mantenido relaciones sexuales no protegidas o en las que falló el método. 

Dispositivo intrauterino (DIU)

Consiste en una pequeña pieza de plástico con cobre que impide que los espermatozoides se junten con el óvulo lo que evita el embarazo. Se coloca en el interior del útero de la mujer y lo debe hacer un profesional en un consultorio.

Tiene alta eficacia y dura entre 3 y 10 años. La fertilidad se recupera después de retirarlo.

Sistema de liberación intrauterino (SIU)

Se trata de un dispositivo que tiene forma de T y se coloca en el interior del útero. Es similar a un DIU, pero el SIU libera una sustancia llamada levonorgestrel en forma constante. También debe ser colocado por un profesional en un consultorio.

Tiene alta eficacia y un uso de 5 años. Como efecto adverso, puede generar goteo sanguíneo los primeros meses posteriores a su colocación. Luego de 2 años de uso, el sangrado menstrual desaparece en la mitad de las mujeres.

Implante subdérmico 

 

Más conocido como chip, es un implante de plástico flexible que libera hormonas que impiden la ovulación. Tiene el tamaño de un fósforo y se inserta debajo de la piel del brazo con una pequeña incisión con anestesia local. 

La colocación la debe hacer un profesional. Su eficacia es alta y dura de 3 a 7 años. Como otros métodos, no previene infecciones de transmisión sexual.

Vasectomía

 

Cada vez más difundido, se trata de un método quirúrgico que consiste en ligar los conductos deferentes para impedir el paso de los espermatozoides de los testículos al pene. Se realiza con anestesia local y no requiere internación.

Su eficacia es efectiva tres meses después de haber sido realizada. No presenta efectos colaterales, ni afecta el deseo ni la actividad sexual. Eso sí, en general es irreversible. 

Ligadura tubaria

 

También llamada ligadura de trompas, es un método quirúrgico para mujeres y de forma permanente. Se ligan o cortan las trompas de Falopio para que los óvulos no tengan contacto con los espermatozoides. 

Es una cirugía sencilla por única vez, con anestesia total o epidural, que la debe realizar un profesional en un quirófano. Cualquier mujer mayor de edad puede acceder a ella gratuitamente.

Infecciones de transmisión sexual

 

Las infecciones de transmisión sexual o ITS se transmiten de una persona a otra durante una relación sexual vaginal, anal u oral sin protección. También de la madre al niño durante el embarazo y el parto. 

Las vías de transmisión son la sangre, el semen, el líquido preseminal o el fluido vaginal. Las ITS son generadas por más de treinta tipos de virus, bacterias y parásitos. Y afectan a todas las personas, de cualquier edad y orientación sexual. 

Lo más importante: pueden prevenirse. ¿Cómo? Usando preservativo durante toda la relación sexual. A continuación, te contamos sintéticamente cuáles son las más frecuentes y cómo pueden afectar a la salud femenina. 

VIH

 

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV, por sus siglas en inglés) consiste en un virus que afecta al sistema inmunológico, o sea, al sistema de defensas del organismo. Al debilitarse por el VIH, aparecen las enfermedades. 

Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se conoce como Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA). No toda persona con VIH tiene sida, pero sí toda persona que manifiesta un cuadro de sida, tiene VIH. Quien tiene VIH no necesariamente desarrolla síntomas o enfermedades, pero puede transmitirlo.

Como el VIH no tiene síntomas, la única forma de saber si alguien lo contrajo es a través de un test. ¿Sabías que en Argentina se calcula que el 17% de las personas que viven con VIH no saben que lo tienen? 

El uso del preservativo es una herramienta fundamental para prevenir el VIH. En nuestro país, la lucha contra el sida es ley

Te invitamos a conocer el trabajo de la Fundación Huésped y acceder a más información sobre el VIH. También te recomendamos la labor del colectivo de activistas de la Asociación Ciclo Positivo

Sífilis 

 

Es una infección producida por una bacteria llamada Treponema Pallidum que afecta tanto a varones como a mujeres. Puede ser transmitida de madre a hijo durante el embarazo o por vía sexual o transfusión de sangre.

Es fundamental, como parte de los cuidados de la salud femenina, usar siempre preservativo en las relaciones sexuales. Si bien es una enfermedad fácil de tratar y curar, si no se detecta a tiempo puede generar complicaciones.

Gonorrea

 

Es una infección causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae. Tanto mujeres como varones pueden tenerla y genera infección de la uretra, el cuello del útero, el recto y la garganta. Como suele no presentar síntomas, es posible tenerla sin saberlo.

Se transmite a través de relaciones sexuales sin preservativo con una persona con gonorrea y de madre a hijo durante el parto. Al no presentar síntomas, es posible tenerla sin saberlo. Se trata y cura con antibióticos. 

Clamidia 

 

Se trata de una de las infecciones más comunes de transmisión sexual (también se pasa de madre a bebé). Es causada por una bacteria y, por lo general, no presenta síntomas. Se cura con antibióticos. 

Sin embargo, la salud femenina puede verse modificada. Por eso, conviene estar atenta a las alteraciones del flujo vaginal, si hay sangrado después de las relaciones sexuales o entre los períodos de menstruación y dolor abdominal o pélvico. 

Virus del Papiloma Humano

 

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una familia de virus que afecta la piel, la zona de la boca, la zona genital o anal. Es un virus muy común y de fácil transmisión. Se estima que el 80% de las personas (tanto mujeres como varones) van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas.

Se transmite de una persona a otra, a través del contacto piel con piel durante las relaciones sexuales. No se contrae al usar inodoros, compartir cubiertos o en la piscina.

¿Cómo cuidar la salud femenina frente al VPH? La prueba de Papanicolau (PAP) y la del VPH permiten detectar alteraciones en el cuello del útero para evitar el cáncer. El PAP se recomienda realizarlo anualmente a partir de los 25 años. 

Desde octubre de 2011, la vacuna contra el VPH forma parte del Calendario de Vacunación argentino para todas las niñas y niños a los 11 años.

Hepatitis B y C

 

La hepatitis es la inflamación del hígado, órgano que se encarga de procesar los nutrientes, sintetizar las proteínas y desintoxicar. Al contraer hepatitis, el hígado altera su funcionamiento. En la mayoría de los casos, se produce por un virus. 

Tanto la hepatitis B como la C se transmiten por el contacto con la sangre, por relaciones sexuales sin preservativo y de madre a hijo durante el parto. Mientras que la hepatitis B cuenta con vacuna, la hepatitis C no. 

 

Salud reproductiva

 

Como mencionamos anteriormente, la salud reproductiva es un derecho. Es decir que todos tenemos derecho a gozar de una salud sexual y reproductiva con información, libre, sin discriminación ni violencia.

La salud sexual y la salud reproductiva son derechos humanos contemplados en la Constitución Nacional. 

Si hacemos foco en los derechos reproductivos, las mujeres deben recibir una atención de salud respetuosa y de calidad durante el embarazo, el parto y el posparto. Lo mismo ocurre en situaciones de post aborto.

Asimismo, es también un derecho acceder a la interrupción legal del embarazo de acuerdo a la legislación nacional vigente. Así como contar con el asesoramiento sobre las opciones en todos los casos. 

El embarazo

 

A la hora de tener un bebé, se recomienda planificar el embarazo y consultar con un/a profesional de la salud. Esto permite prepararse mejor y evitar distintos problemas.

¿Cómo cuidar la salud femenina durante el embarazo? Si bien cada embarazo es único, vamos a repasar algunos consejos a tener en cuenta:

Control médico

Si hay sospecha de embarazo es necesario hacer una consulta médica. Una vez confirmado, los controles son una vez al mes hasta el 7º mes, luego cada 15 días entre el 7º y el 8º mes. Finalmente, cada semana entre el 8º y 9º mes.

Vacunas

 

Para cuidar la salud de la mamá y la del bebé, es importante recibir la vacuna que corresponda a cada etapa. En este caso son: la vacuna triple bacteriana acelular que protege contra la difteria, tétanos y tos convulsa; la de la Hepatitis B y la vacuna contra la gripe.

Hipertensión 

 

Los controles médicos permiten detectar la hipertensión en forma precoz y hacer el tratamiento en los casos que se requiera. Así, pueden evitarse complicaciones severas, como la preeclampsia.

Después del parto

 

En el momento del nacimiento, tanto los derechos de los padres como de los recién nacidos son muy importantes. Hay una Ley Nacional, la 25.929, que rige en todos los lugares del país y garantiza el parto respetado y seguro. 

Después del parto, durante el puerperio, los cuidados y controles médicos son clave para proteger la salud femenina. ¿Qué tener en cuenta? Las pérdidas son normales, irán disminuyendo progresivamente.

 

Además, es imprescindible ir a control médico entre los 7 y 10 días de haber parido, y a los 21 días del nacimiento. Asimismo, prestar atención a síntomas como fiebre alta, mareos, dolor intenso, pérdidas con mal olor y zona enrojecida, caliente o endurecida, en uno o ambos pechos. 

En el caso de cesárea, observar los signos de alerta de la herida, como dolor, enrojecimiento, hinchazón o supuración, fiebre.

Depresión post-parto

 

Se trata de un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres después de parir. Aparece dentro de las primeras semanas de haber parido y hasta un año después. 

Entre los síntomas se encuentran llanto excesivo, dificultad para relacionarse con el bebé, aislamiento de familiares y amigos. También, pérdida del apetito, insomnio, miedos, desesperanza, enojos intensos, ansiedad y ataques de pánico. 

En caso de experimentar algún síntoma de tristeza posparto o depresión posparto, es fundamental llamar al médico/a para coordinar una consulta. 

Visita al ginecólogo/a

 

La visita al médico/a ginecólogo/a forma parte de los cuidados básicos de la salud femenina. Claro que cada etapa de la vida requiere atención especial, pero lo aconsejable es asistir una vez al año. 

Ahora, ¿a partir de qué edad conviene ir? En general, se recomienda ir desde la primera menstruación, que suele ser entre los 12 y 14 años. Aunque ocurre que muchas chicas comienzan a ir cuando inician su vida sexual.

En cuanto a la frecuencia, las visitas se realizan cada año para descartar algún problema. Los chequeos suelen ser el examen físico de mamas, de citología vaginal (PAP) y ecografías. 

Sin embargo, en caso de sentir alguna molestia, como cambios en el período menstrual, dolor o irritación en la zona vaginal y/o mamaria, es fundamental acudir a una revisión lo antes posible. 

Un dato no menor: te recomendamos buscar un ginecólogo o ginecóloga que te inspire confianza. Es clave poder hablar de manera cómoda y libre y consultarle todas las dudas que tengas. 

Menopausia

 

La menopausia es el proceso de cese permanente de la menstruación como consecuencia de la desaparición de la actividad ovárica. Esto implica un descenso en la producción de estrógenos, hormona que tiene múltiples funciones a distintos niveles.

En Argentina, la edad promedio se sitúa en los 52 años. Antes y durante la menopausia las mujeres suelen experimentar ciertos síntomas como sofocos, sudoración nocturna, escalofríos, cefalea o dolor de cabeza.

También el metabolismo empieza a ser más lento, resulta más difícil adelgazar y se tiende al aumento de peso. Asimismo, aparecen síntomas psicológicos: insomnio, irritabilidad, cambios de humor, disminución en la concentración y la memoria.

Los cuidados y controles de la salud femenina durante esta etapa no se limitan a lo ginecológico. Lo cierto es que con la edad aumentan los riesgos de determinadas enfermedades. Tal es el caso de las cardiovasculares, oncológicas, óseas y gastrointestinales, que pueden detectarse y tratarse a tiempo. 

Osteoporosis

 

La osteoporosis consiste en la pérdida de masa ósea producto de un déficit en la absorción de calcio en el hueso. Esto genera una disminución de la resistencia y aumento de la fragilidad del hueso y predispone al riesgo de fracturas, especialmente, cadera, vértebras y muñecas. 

¿Cuál es la relación entre menopausia y osteoporosis? Las mujeres menopáusicas presentan una mayor susceptibilidad a la osteoporosis ya que dejan de producir hormonas que contribuyen al mantenimiento de la fortaleza de los huesos.

Durante la menopausia, las mujeres presentan una mayor susceptibilidad a la osteoporosis porque disminuye la absorción de calcio. 

¿Hay algunos consejos para cuidar la salud femenina ante esta situación? Sí, principalmente, se recomienda:

  • Consumir suplementos de calcio y vitamina D.

  • Hacer ejercicio físico, evitar el sedentarismo y el consumo excesivo de alcohol y cafeína.

  •  No fumar.

  • Exponerse al Sol.

  • Prevenir las caídas en el domicilio y en la calle.

  • Utilizar asientos con respaldo recto para mantener la espalda erguida.

  • No subir o bajar peso con la espalda curvada.

Para conocer el estado de la masa ósea, se recomienda a las mujeres realizarse una densitometría cuando alcanzan la menopausia o antes si hay factores de riesgo.

Labioplastia, una tendencia en crecimiento

La labioplastia es una cirugía estética de remodelación de los genitales externos femeninos. Esta intervención permite devolver a los labios menores su tamaño y aspecto naturales. 

Es una cirugía menor en la que se aplica anestesia local y dura entre 30 y 60 minutos. ¿Tiene algún efecto adverso en la salud femenina? Ninguno. Por el contrario, esta operación de los labios genitales corrige alteraciones morfológicas o de apariencia de la zona sin alterar su funcionalidad.

Conclusión

La salud femenina tiene características propias y requiere de una atención particular de acuerdo a cada etapa de la vida. Debido a factores biológicos y también socioculturales, hay enfermedades que son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. 

Para mantener una buena calidad de vida es fundamental conocer qué exámenes médicos hacerse y con qué frecuencia. Ante todo, en cuestiones de salud femenina, resulta esencial la prevención. 

Por último, es necesario tener presente que la salud sexual y reproductiva es un derecho. En este sentido, disponer y contar con información se convierte en una herramienta poderosa para que las mujeres puedan tomar decisiones con libertad.

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