El gobierno porteño decidió esperar el resultado del debate por las PASO en el Senado para avanzar con un intento similar en la Legislatura local. Muchos de los potenciales votos a favor de la iniciativa para suspender las elecciones primarias en la CABA están condicionados a lo que suceda a nivel nacional. Por eso, la fecha clave será este jueves, pero en la Capital Federal se discutirá el viernes.
La convocatoria ya fue modificada y los legisladores porteños fueron convocados para el último día de esta semana a las 13. De no poder lograr la sanción, Jorge Macri no tendrá otra alternativa. No puede recurrir a la herramienta del decreto y las alianzas, por una cuestión de fechas, deberían cerrarse la semana que viene. Una aceleración brutal de los tiempos. Con la aprobación de la suspensión, ganarían un mes más para seguir con las negociaciones.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En Uspallata esperan poder avanzar con la medida, ya que Unión por la Patria estaría en condiciones de acompañar siempre y cuando ocurra la suspensión nacional. El bloque peronista planea votar en conjunto, sin divisiones. Los libertarios, autores del proyecto para eliminar, primero, y suspender, después, las PASO deberían votar a favor. Al menos esa es la chicana, por la contradicción, que se esgrime desde el Gobierno porteño. Difícil de explicar un no acompañamiento. De darle el visto bueno al proyecto, tal vez sea la única vez que La Libertad Avanza y el bullrichismo apoyan una iniciativa de Jorge Macri.
Por el lado de los aliados de siempre, si bien esta fue una semana de muchas discusiones internas, también debería haber apoyos. El radicalismo se inclinaría por esa opción y la Coalición Cívica ya había manifestado su intención de apoyar las medidas electorales. Que no haya PASO no es menor, porque, en eventuales alianzas, ya no todos podrán presentar listas alternativas sino que deberán llegar a un acuerdo. O ir solos.
El radicalismo todavía no selló el pacto con el PRO en CABA, aunque se rumorea que ya hay un acuerdo y que Jorge Macri le habilitó lugar a un par de nombres para la Legislatura. Para ellos, es natural que esa alianza se repita en la Ciudad. Quienes manejan encuestas, por fuera de estos partidos, aseguran que Martín Lousteau, un posible nombre para encabezar una lista boina blanca, mide muy mal en la Ciudad, por lo que no sería su mejor opción.
A Horacio Rodríguez Larreta, dijo la misma fuente, tampoco lo subió a un pedestal. El ex jefe de Gobierno, según este análisis, le robaría votos a todos, más o menos en la misma medida, por lo que su presentación en soledad no generaría un impacto mayor.
El ex candidato presidencial del PRO anunció que denunciará a Javier Milei por difamarlo. Después del descargo de Jonathan Viale, quien aceptó la censura de Santiago Caputo a una entrevista con el jefe de Estado, el libertario apuntó directamente contra Larreta y pidió que se investigue si usó fondos públicos de la Ciudad para comprar periodistas en la campaña del 2023.
“Me hinchaste las pelotas”, dijo Horacio en un tuit. El tono de la discusión pública hace rato abandonó los buenos modales. El ex jefe de Gobierno le dijo a Milei que, a diferencia suya, él no tiene nada que esconder. Pidió una investigación profunda del Congreso por el caso $LIBRA, chicaneó al Presidente (“le voy a preguntar a tu jefa el precio de las audiencias con vos y voy a verte donde quieras”. Una re-edición de “Segurola y Habana”) y cerró con “nos vemos en Tribunales”. Larreta puede ser candidato a legislador este año.
La Ciudad ya no aparece como un condicionante de las negociaciones en otros distritos. Al menos así lo leyó una fuente al tanto de negociaciones de uno y otro lado de la avenida General Paz. En CABA, se ve como imposible un acuerdo con La Libertad Avanza.
Buenos Aires no le cierra la puerta a un acuerdo con los libertarios. Este lunes hubo una reunión del PRO bonaerense que pasó bastante desapercibida, culpa del escándalo generado por la estafa planetaria promocionada por Milei. En ese encuentro, el macrismo definió apoyar la no PASO en la provincia, o sea acompañar una potencial suspensión, y le volvió a dejar la puerta abierta a una alianza general anti Kicillof.
La mayoría de los presentes se mostró a favor de avanzar con un acuerdo con los libertarios, pero sin perder la identidad. No quieren replicar la actitud de Diego Valenzuela, que se desafilió del partido amarillo y pasó al violeta. En este grupo están ubicados dirigentes como Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y autoridad tanto del PRO nacional como bonaerense, la diputada Silvia Lospennato y el alcalde de Junín, Pablo Petrecca. Para ellos, una fusión, una sumisión a LLA o dejar de ser PRO no es el camino a tomar. Dejaron bien en claro que es necesario mantener la marca partidaria.
Otros, como los diputados Alejandro Finocchiaro y Diego Santilli y el cacique de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, miran con mejores ojos un acuerdo bajo las condiciones dispuestas por el gobierno. Más allá de los matices, todos están a favor de un trabajo conjunto para ir en contra del peronismo en la provincia. Ante la dificultad de un acuerdo entre Mauricio Macri y los Milei, a título partidario, no se descartan pactos semi institucionales que, en el mejor de los casos, sean avalados por el armado nacional. Probablemente con dirigentes de manera individual.
En estos días hubo muchos gestos de parte de ese sector que asegura, con esos movimientos, enviarle mensajes a Mauricio para dejarle en claro que no lo quieren traicionar y que debería bajar la guardia en la negociación. Ya no es condición, sin embargo, su visto bueno para pactar en forma personal con el gobierno.
En líneas generales, el PRO acuerdista no ve que Milei vaya a salir debilitado por el escándalo cripto. Para ellos, el golpe va a ser internacional, no local, y probablemente no en el corto tiempo, o sea, no antes de las elecciones. Pero, más allá de la fortaleza de la figura presidencial, no ven otra salida. Alertan sobre, ante el fracaso electoral de la derecha, el crecimiento de una opción peor que provenga del campo popular, y no lo conciben como una alternativa posible.