Para darte una respuesta a la pregunta qué son los diuréticos, debemos comenzar desde el principio. Pues es un proceso largo y algo complejo de entender.
En primer lugar, debés saber que la cantidad de líquido retenida por el cuerpo está controlada principalmente por los riñones. Esto ocurre debido a su capacidad para controlar la retención y eliminación de sodio y cloruro. Estos elementos, al igual que el agua, se equilibran cuidadosamente. Aquí es donde entran en juego los diuréticos.
Si querés saber más sobre qué son los diuréticos, seguí leyendo este artículo. En estas líneas te hablaremos sobre el funcionamiento de los diuréticos y sus diversos tipos. También vas a conocer cuáles pueden ser sus efectos secundarios en el organismo.
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¿Qué son los diuréticos?
Los diuréticos son una clase de medicamentos que afectan directamente al flujo de orina (denominado diuresis). Los diuréticos actúan eliminando el sodio y el cloruro del cuerpo por la orina. Estos compuestos, a su vez, extraen el exceso de agua del cuerpo.
La cantidad de sodio y cloruro en el cuerpo tiene un efecto marcado sobre la cantidad de agua retenida por el cuerpo. Por lo tanto, la mayoría de los diuréticos tienen un importante impacto al reducir el contenido de cloruro de sodio corporal total.
Los diuréticos pueden ayudar a diversas afecciones médicas causadas por el exceso de líquido. Pueden disminuir la presión arterial al reducir el líquido en la sangre que el corazón tiene que bombear.
Los diuréticos representan un grupo de medicamentos que hacen que los riñones eliminen el exceso de sal y agua del cuerpo por la orina.
Los diuréticos también se pueden usar para tratar la insuficiencia cardíaca y la inflamación del cerebro (edema). También son eficaces para combatir la inflamación de los ojos, además de una enfermedad hepática o renal.
Si querés saber más sobre qué son los riñones y cómo actúan en el cuerpo, seguí leyendo. Lo mejor está por venir.
Pues bien, los diuréticos actúan sobre las nefronas de los riñones. La nefrona es la parte del riñón que se encarga de filtrar los líquidos y los desechos que forman la orina. Cada uno de sus riñones tiene aproximadamente un millón de nefronas.
Las nefronas funcionan de la siguiente manera:
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Cuando la sangre ingresa a la nefrona, fluye hacia un grupo de vasos sanguíneos diminutos, llamado glomérulo.
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El glomérulo filtra la sangre. Permite que moléculas más pequeñas, desechos y líquidos ingresen al túbulo. Las proteínas y las células sanguíneas, que son moléculas más grandes, permanecen en los vasos sanguíneos.
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El túbulo elimina los desechos y devuelve los minerales a la sangre. El líquido y los desechos del túbulo se convierten en orina.
Tipos de diuréticos
Ya sabés qué son los diuréticos, ahora debés conocer que existen varios tipos de medicamentos que el médico te puede recetar para eliminar el exceso de líquido. Cada medicamento tiene una forma diferente en la que actúa para eliminar el líquido o la sal del cuerpo.
Para elegir el adecuado se considerará la condición del paciente, beneficios y riesgos. A continuación, te mencionamos algunos de los tipos de diuréticos.
Tiazida
Las tiazidas previenen la reabsorción de sodio y agua en una parte de la nefrona llamada túbulo contorneado distal. Esto hace que salga más agua del cuerpo en forma de orina.
Al igual que los diuréticos de asa, las tiazidas también pueden hacer que bajen los niveles de potasio en el cuerpo. Por eso es muy importante el control médico mientras estés tomando este medicamento.
Las tiazidas se emplean como tratamiento de primera línea para la presión arterial alta. Es decir, se las recomienda en primer lugar a la hora de tratar la hipertensión.
Cuando la tasa de filtración glomerular (una medida de la función renal) es muy baja, es posible que las tiazidas no funcionen tan bien. En algunos casos, se pueden combinar con diuréticos de asa para aumentar sus efectos. Las tiazidas diuréticas también se utilizan para tratar los cálculos renales que contienen calcio, así como la diabetes insípida.
De asa
Los diuréticos de asa afectan a una parte de los riñones llamada asa de Henle. Estos medicamentos eliminan la sal y el exceso de agua del cuerpo.
Este tipo de diurético también puede hacer que pierdas demasiado potasio. Si la pérdida de este mineral es lo suficientemente grave, puede producir hipopotasemia. En los casos más graves, la hipopotasemia puede provocar ritmos cardíacos anormales e incluso la paralización total.
Los diuréticos de asa, como la furosemida, se utilizan para tratar la hipertensión. También se usan para combatir el edema pulmonar, la hinchazón generalizada y la hiperpotasemia (niveles de potasio peligrosamente altos). Además se pueden recetar para la hipercalcemia o los niveles altos de calcio.
Ahorradores de potasio
Como su nombre lo indica, los diuréticos ahorradores de potasio actúan aumentando el volumen de orina sin disminuir el potasio. Los diuréticos ahorradores de potasio incluyen espironolactona y amilorida.
La espironolactona previene la acción de la aldosterona, una hormona esteroide producida por la glándula suprarrenal. El efecto de esta droga hace que los riñones eliminen el exceso de agua y sodio al tiempo que reduce la pérdida de potasio.
Los diuréticos brindan a muchas personas buenos resultados, especialmente para tratar la presión arterial alta.
La espironolactona se usa a menudo para contrarrestar la pérdida de potasio causada por tiazidas y diuréticos de asa. También se puede usar para tratar el hiperaldosteronismo, una afección en la que el cuerpo produce demasiada aldosterona.
La amilorida bloquea la reabsorción de agua en el cuerpo. Al igual que la espironolactona, la amilorida se usa frecuentemente para contrarrestar la pérdida de potasio causada por otros diuréticos.
¿Por qué se usan?
Anteriormente te explicamos qué son los diuréticos y cómo ayudan a los riñones a eliminar el exceso de agua y sal del cuerpo a través de la orina. Luego de tomarlos, debido a que vas a tener menos líquido total en los vasos sanguíneos, la presión en el interior será menor. Esto también facilita el bombeo del corazón.
Es por ello que los diuréticos pueden emplearse para tratar una variedad de afecciones que aquejan el corazón, los riñones y el hígado. También se utilizan como antihipertensivos para reducir la presión arterial. Seguramente que el primer tipo de medicamentos que tu médico te prescribirá para controlar tu presión arterial será algún tipo de diuréticos.
En ocasiones las personas con trastornos alimentarios abusan de los diuréticos para perder peso. Este accionar está contraindicado. Los diuréticos se pueden utilizar para tratar:
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Edema. Este tipo de medicamentos reducen la hinchazón que suele ocurrir en las piernas.
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Alta presión sanguínea. Los diuréticos tiazídicos reducen la presión arterial. Esto minimiza la probabilidad de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco.
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Insuficiencia cardíaca. Los diuréticos alivian la hinchazón y la congestión de los pulmones. Por lo general, recibirás un diurético de asa para la insuficiencia cardíaca.
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Problemas de riñón. Con el accionar de estos medicamentos, los riñones retentrán menos agua.
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Problemas de hígado. Si tenés cirrosis, un diurético aliviará la acumulación de líquido que genera esta dolencia.
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Glaucoma. Las drogas para eliminar líquido reducirán la presión en tu ojo.
Otras afecciones en las que pueden ayudarte los diuréticos son:
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Insuficiencia ventricular izquierda.
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Fallo renal agudo.
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Insuficiencia renal oligúrica.
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Cálculos renales.
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Lesión renal aguda.
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Niveles altos de calcio en sangre (hipercalcemia).
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Niveles altos de potasio en sangre (hiperpotasemia).
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Diabetes insípida nefrogénica.
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Presión intracraneal alta.
¿Hay efectos secundarios?
Los efectos secundarios graves de los diuréticos incluyen niveles bajos de potasio o hipopotasemia. Por su parte, esta condición puede provocar ritmos cardíacos anormales.
Sin tratamiento, los niveles bajos de potasio pueden provocar problemas potencialmente mortales. Es menos probable que los diuréticos ahorradores de potasio causen este efecto secundario, pero en cambio pueden causar niveles altos de este mineral (hiperpotasemia).
Los diuréticos pueden causar otros desequilibrios electrolíticos. Entre estos, podemos mencionar niveles bajos de sodio (hiponatremia) y niveles bajos de calcio (hipocalcemia).
Si alguna vez te preguntaste qué son los diuréticos, seguramente también querrás saber sus efectos secundarios. A continuación te mencionamos algunos de los efectos más frecuentes de los diuréticos.
Mareos
El uso de diuréticos puede causar cansancio o debilidad extrema. Estos deberían desaparecer a medida que tu cuerpo se acostumbre al medicamento. Consultá a tu médico si estos síntomas persisten, ya que puede ser un indicador que tu dosis debe ajustarse.
Podés sentirte mareado, especialmente cuando te pongas de pie, si tu presión arterial ha bajado demasiado. Este aturdimiento también puede ser señal de que te estás deshidratando.
Deshidratación
El agua que sale del cuerpo tiene que ir a alguna parte. Por lo que podés esperar orinar cada vez más, normalmente durante varias horas después de una dosis.
Si estás tomando dos dosis al día, tomá la segunda dosis a más tardar al final de la tarde. De este modo, vas a poder dormir toda la noche sin despertarte para orinar. Los síntomas de deshidratación pueden incluir sed extrema, confusión y orina de color oscuro.
Corazón
La química de tu sangre puede alterarse. Podrías tener muy poco o demasiado sodio o potasio en tu sistema. Esto puede causar debilidad. Incluso provocar calambres musculares o dolor de cabeza.
No es muy común, pero tu corazón puede acelerarse hasta más de 100 latidos por minuto. También podrías comenzar a vomitar debido a un nivel de potasio peligrosamente bajo.
Piel
Los diuréticos actúan eliminando la sal y el agua del cuerpo. Estos medicamentos ayudan a los riñones a liberar más sodio en la orina. El sodio extrae agua de la sangre, lo que disminuye la cantidad de líquido que fluye a través de los vasos sanguíneos.
Esto reduce la presión arterial, pero también deshidrata el cuerpo. Cada vez que tu cuerpo tiene escasez de agua, trae como consecuencia una piel reseca.
Hipopotasemia
Si padecés hipopotasemia, eso significa que tienes niveles bajos de potasio en la sangre. El potasio es un mineral que tu cuerpo necesita para funcionar normalmente.
Ayuda a los músculos a moverse, a las células a obtener los nutrientes que necesitan y a los nervios para enviar sus señales. Es especialmente importante para las células del corazón. También ayuda a evitar que su presión arterial se eleve demasiado.
Hay muchas razones por las que podrías tener estos niveles bajos. Puede deberse a que sale demasiado potasio a través del tracto digestivo. Esto suele ser síntoma de diversos problemas. Algunas situaciones o síntomas que pueden causar hipopotasemia son:
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Si vomitás mucho.
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Si tenés diarrea.
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Si tus riñones o glándulas suprarrenales no funcionan bien.
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Si tomás diuréticos.
Si tu problema es temporal o leve, es posible que no sientas ningún síntoma. Pero una vez que sus niveles de potasio caen por debajo de cierto nivel, es posible que experimentes:
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Debilidad.
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Fatiga.
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Calambres musculares o espasmos.
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Estreñimiento.
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Arritmia (ritmos cardíacos anormales).
La hipopotasemia también puede afectar a tus riñones. Es posible que vayas al baño con más frecuencia. Además podrías sentir sed y tener problemas musculares durante el ejercicio. En casos graves, la debilidad muscular puede provocar parálisis y posiblemente insuficiencia respiratoria.
Cuando la hipopotasemia es el resultado de otra afección, tu médico te ayudará a tratarla. Si presentás niveles bajos de potasio debido a los diuréticos, es posible que el profesional de la salud elimine este medicamente. A veces, eso hace que la afección desaparezca.
Los diuréticos reducen la presión arterial porque ayudan a que los vasos sanguíneos se ensanchen. Además, hay menos líquido en la sangre para bombear.
Siempre consultá con el especialista antes de dejar de tomar cualquier medicamento. Además, preguntale antes de tomar cualquier suplemento de potasio. Esto podría hacer que se acumule demasiado potasio en tu sistema, lo que podría provocar hiperpotasemia.
Conclusión
Si llegaste hasta acá, ya sabés qué son los diuréticos y cuáles son los tipos más comunes. Si tenés presión arterial alta u otro problema con el que podrías beneficiarte de los diuréticos, debés consultar con tu médico. Solo un profesional médico podría decirte si son adecuados para el tratamiento que estás necesitando.
La mayoría de los diuréticos están disponibles solo con prescripción, pero otros no. Recordá que medicamentos son seguros apenas cuando se usan bajo prescripción médica. Debido a sus efectos sobre la reabsorción de agua, sal y electrolitos, pueden causar desequilibrios de líquidos y electrolitos.
La pérdida excesiva de líquidos también puede provocar deshidratación en algunos pacientes. Los niveles bajos de potasio también pueden ser una preocupación para los que toman diuréticos, excepto los del tipo ahorradores de potasio.
Es posible que sea necesario controlar o evitar el uso combinado de diuréticos con otros medicamentos. Por ello es necesario hablar con el especialista sobre otras posibles interacciones medicamentosas con los diuréticos.
En fin, los diuréticos pueden resultar beneficiosos para múltiples afecciones en el organismo. Pero tené en cuenta que siempre deben estar recetados por un especialista. Así vas a obtener el máximo provecho de ellos y minimizar la posibilidad de sufrir cualquier efecto secundario.
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