La presión arterial es la fuerza de la sangre al empujar contra las paredes de sus arterias y es uno de los indicadores de salud más importantes. Cuando la presión arterial se mantiene baja, a veces puede darse de forma brusca y sin que exista un problema de salud previo, es necesario actuar con rapidez.
Síntomas
- Visión borrosa
- Mareo
- Sudor brusco
- Debilidad repentina
- Confusión
- Pitidos o zumbidos en los oídos
- Palidez
- Náuseas
Qué hacer ante un caso de presión baja
- Si la persona afectada está al sol, llevarla a una zona de sombra donde pueda recibir aire fresco.
- Recostar de manera inmediata a la persona con bajada de tensión o sentarla cruzando las piernas, bajando la cabeza y cerrando los puños con fuerza.
- Ponerle los pies en alto, con un ángulo de 45° respecto el suelo. Esta posición hará que mejore el flujo sanguíneo y la oxigenación.
- Quitarle o aflojarle las prendas de vestir, para que pueda respirar mejor.
- Si está en posibilidad de ingerir algo, ofrecerle agua con azúcar, para subir la glucosa en sangre y ayudar a que recobre la vitalidad.
Si la persona con presión baja se desmaya
- Comprobar si la persona respira. Si lo hace, llevarla a un lugar seguro y tranquilo, aflojándole las prendas que puedan comprimirle el pecho o el cuello
- Elevarle los pies a un ángulo de 45° respecto el suelo
- Si la persona vomita, ubicarlo en posición lateral para evitar ahogos
- No administrar líquidos o alimentos
- Esperar a que se recupere lentamente
- Si no se recupera a los pocos minutos ni hay latidos ni respiración, llamar a servicios de emergencias e iniciar prácticas de reanimación cardiopulmonar
La OMS advierte que la hipertensión está afectando a las poblaciones de países pobres
Cerca de 1.300 millones de personas en todo el mundo sufren de hipertensión, un asesino silencioso a menudo impulsado por la obesidad, que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales, dijo el miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La hipertensión puede diagnosticarse fácilmente mediante el control de la presión arterial y tratarse con fármacos de bajo costo, pero la mitad de las personas afectadas no son conscientes de su enfermedad, que queda sin tratar, según un estudio conjunto de la OMS y el Imperial College de Londres publicado en The Lancet.
Si bien las tasas de hipertensión han cambiado poco en 30 años, el número de casos se ha desplazado a los países de ingresos más bajos, ya que las naciones ricas la han controlado en gran medida, según el estudio. "Está lejos de ser una condición de riqueza, es en gran medida una condición de pobreza", dijo Majid Ezzati, profesor de salud ambiental global en el Imperial College de Londres, en una rueda de prensa.