Un acto de negligencia puso un trágico punto final a la vida de uno de los mejores luchadores de la historia. Se trata de uno de los capítulos más oscuros en las páginas del pancracio. “¡Cuidado!” gritó Owen Hart mientras caía 24 metros desde la cima del Kemper Arena de Kansas, Estados Unidos, donde miles de fanáticos de la lucha libre estaban viendo el evento de WWE “Over the Edge”.
Con una velocidad escalofriante, el cuerpo de Hart impactó de lleno contra uno de los esquineros del ring. El golpe lo mató inmediatamente, y ninguno de los fanáticos presentes en el estadio sabía a ciencia cierta qué había pasado. No obstante, los espectadores que miraban el evento por televisión escucharon el trágico mensaje que el comentarista Jim Ross tuvo que transmitir a minutos de presenciar el escabroso fallecimiento de su colega: “Lamentablemente tengo que comunicar que Owen Hart murió”. El 23 de mayo de 1999, una muerte producto de la más trivial negligencia sacudió el mundo del pancracio.
“Está muerto, y vuelves al aire en cinco, cuatro…” es lo que escuchó Ross cuando le preguntó al productor ejecutivo qué sucedió con Owen. La decisión de continuar el show afectó la moral de los luchadores, incluso hubo segmentos en donde uno de ellos, que era amigo de Hart en la vida real, lloraba mientras recitaba su guión antes de su respectiva contienda. “Hablando de la transmisión en español, los comentaristas dieron la noticia antes que sus colegas en inglés. Aún en esos tiempos, en que la sensibilidad era mil veces menor a la actual, no se entendía por qué no cancelaban todo, más allá de la vieja máxima de 'El show debe continuar' “, señaló Ernesto Ocampo, historiador y director de la revista Súper Luchas de México.
Nacido el 7 de mayo de 1965, Hart fue el menor de doce hermanos, todos hijos de Stu Hart, el entrenador y promotor canadiense más prolífico de la historia. Si bien algunos de los hermanos ya mostraban potencial para ser grandes luchadores, Owen era el atleta más talentoso. Tenía la excelsa técnica al ras de la lona, marca distintiva de los Hart, combinada con la destreza física necesaria para realizar las acrobacias más espectaculares de la época.
Tras deslumbrar en Stampede Wrestling, la empresa canadiense liderada por su padre, Owen debutó en WWE en 1989 con un personaje enmascarado llamado Blue Blazer, el mismo que portó diez años al momento de su muerte. Sin embargo, el gran impulso para Hart llegó en 1994, cuando WWE decidió desenmascararlo y darle una rivalidad con su hermano mayor, Bret, que era uno de los más populares entre los fanáticos. Ese mismo año tuvieron dos grandes combates, siendo el más recordado el que acaeció en el Madison Square Garden cuando se celebró WrestleMania X. Owen derrotó a Bret, transformándose en una de las nuevas caras de la promotora.
La fama nunca cegó a Owen. A diferencia de otros luchadores, su filosofía consistía en maximizar sus ganancias y retirarse a tiempo para poder pasar el resto de sus días con su esposa, Martha, y sus hijos Oje y Athena. De hecho, tenía tanta fama de ahorrador que pasaba a ser motivo de chistes amenos entre sus compañeros. A diferencia de Bret, que tenía un semblante más serio, Owen era un humorista de excelso nivel y un gran imitador, lo que hizo que ganara mucha reputación a lo largo y ancho del mundo luchístico.
Fue por eso que su muerte dolió tanto. Además, dos años antes de esta tragedia Vince McMahon, el ex todopoderoso dueño de WWE, traicionó a Bret arrebatándole el campeonato mundial sin su consentimiento ante miles de fanáticos de su Canadá natal. El mayor de los Hart, que noqueó a McMahon, terminó yéndose a WCW, la empresa rival. Para calmar las aguas, WWE le ofreció a Owen un contrato más lucrativo, pero no pudo satisfacer sus necesidades artísticas porque la empresa se enfocaba más en la parte actoral de la lucha que en la deportiva.
Sin encontrar su rumbo, WWE volvió a darle a Owen el personaje de Blue Blazer, cuyo plus, diez años después de haber portado la máscara, era el de ser una ridiculización de héroes caricaturescos del pancracio como Hulk Hogan o “Macho Man” Randy Savage. ¿La coronación de la parafernalia? El 23 de mayo iba a realizar una entrada por los aires con el objetivo de mofar la entrada de Sting, la estrella de WCW que encandilaba a todos los aficionados.
Los fans presentes en el estadio no vieron la caída porque las luces estaban apagadas. Por eso, a diferencia de los que miraban por televisión, nunca se enteraron que Owen había fallecido en el acto. Martha, la ahora viuda del menor de los Hart, comenzó a recabar evidencia para encontrar qué fue lo que falló. Y tras una investigación minuciosa, Martha descubrió que WWE había contratado a una empresa de carga marítima que no tenía experiencia en el mundo del espectáculo.
En la serie documental Dark Side of The Ring, producida por VICE, Martha mostró el gancho que sujetó a Hart en aquella fatídica noche y explicó su mecanismo. Resulta que estaba diseñado para que, ante cualquier carga, por más liviano que fuera el peso, se abriera. Esto fue lo que condenó a Hart. Martha demandó a WWE y fragmentó a la familia canadiense; porque algunos apoyaban su causa, pero otros veían en esa demanda una bajada de persiana laboral. La viuda denunció que los hermanos de Owen llegaron a robar documentos y entregarlos a los abogados de Vince McMahon.
El 27 de noviembre del 2000, Martha y WWE llegaron a un acuerdo por 18 millones de dólares que sirvió para fortalecer la Fundación Owen Hart, dedicada a ayudar a madres solteras en situación de vulnerabilidad. Con el transcurrir de los años, Vince McMahon se reconcilió con Bret, y este último fue exaltado en el Salón de la Fama de WWE. Sin embargo, Martha se negó rotúndamente a que Owen forme parte. “Sería celebrar a mi marido con la misma empresa que lo mató”, afirmó la viuda en Dark Side of The Ring.
¿Cómo pudo sobrevivir Vince McMahon a semejante tragedia? Según Ocampo, McMahon “sobrevivió porque era una época en la cual los escándalos no pesaban tanto; no existía la cultura de la cancelación. Y la clave es la popularidad del producto. En ese tiempo estaba en medio de un boom de popularidad, y los fans eran capaces de perdonar todo. De haber sucedido la muerte de Owen en 1996, la empresa no habría sido capaz de aguantar la crisis”.
La mentalidad capitalista estadounidense de ahorrar todo el dinero posible para maximizar las ganancias fue la que provocó la muerte de uno de los mejores luchadores de la historia. Estancado en una era que lo rechazaba por ser un atleta nato y no un actor, muchos contemporáneos de Hart lamentaron que su muerte llegara tan pronto, porque unos años después la lucha libre volvería a priorizar a los técnicos como Owen, lo que hubiese revitalizado su carrera.