Un niño de 7 años viajó para disfrutar las vacaciones con su abuela y tía en Bariloche, pero lo que iban a ser días de disfrute terminaron cuando al pequeño Mateo lo debieron internar el pasado 27 de julio en el hospital zonal de Bariloche, donde le diagnosticaron Síndrome de Guillain-Barré.
En este marco, la familia comenzó una campaña para poder trasladarlo nuevamente a Buenos Aires ya que el centro de salud de la ciudad patagónica no cuenta con la estructura para tratar la rara enfermedad. En tanto, la obra social de la familia garantizó, finalmente, el viaje en avión sanitario y el gobierno bonaerense un lugar en el Hospital Naval de Buenos Aires.
Que es el síndrome de Guillain-Barré
Según detalló la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de Guillain-Barré es una afección en el sistema inmunitario del organismo que ataca parte del sistema nervioso periférico. El síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las piernas o brazos.
Se trata de una afección rara que si bien pueden verse afectadas personas de todas las edades, es más frecuente en adultos y en el sexo masculino.
Síntomas
Los síntomas suelen durar pocas semanas y la mayoría de los casos se recuperan sin complicaciones neurológicas graves a largo plazo.
Los primeros síntomas consisten en:
- Debilidad u hormigueo, que suelen empezar en las piernas y pueden extenderse a los brazos y la cara.
- En algunos casos puede producir parálisis de las piernas, los brazos o los músculos faciales. En el 20% a 30% de los casos se ven afectados los músculos torácicos, con lo que se dificulta la respiración.
- En los casos graves pueden verse afectadas el habla y la deglución. Estos casos se consideran potencialmente mortales y deben tratarse en unidades de cuidados intensivos.
La mayoría de los casos, incluso los más graves, se recuperan totalmente, aunque algunos siguen presentando debilidad. Incluso en los entornos más favorables, del 3% a 5% de los pacientes con el síndrome mueren por complicaciones como la parálisis de los músculos respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro cardíaco, indicó la OMS.
Causas
La aparición del síndrome mayormente surge luego de infecciones bacterianas o víricas. Asimismo, puede ser desencadenado por vacunaciones o intervenciones quirúrgicas.
En los países afectados por casos de infección por el virus de Zika se detectado un aumento imprevisto de los casos de síndrome de Guillain-Barré. De acuerdo con los datos existentes, la explicación más probable es que la infección por el virus de Zika sea un desencadenante del síndrome.
Diagnóstico
En tanto, el diagnóstico se basa en los síntomas y los resultados del examen neurológico, en particular una atenuación o pérdida de los reflejos tendinosos profundos. Como examen complementario se puede hacer una punción lumbar, aunque su realización no debe retrasar el tratamiento.
Otras pruebas para identificar el desencadenante, como los análisis de sangre, no son necesarias para el diagnóstico del síndrome y no deben retrasar su tratamiento.
Tratamiento y atención
Por último, las recomendaciones de la OMS para el tratamiento de los casos de síndrome de Guillain-Barré y su atención, son:
- El síndrome de Guillain-Barré puede ser mortal. Los pacientes con el síndrome deben ser hospitalizados para que estén vigilados.
- Las medidas de apoyo incluyen el monitoreo de la respiración, la actividad cardiaca y la tensión arterial. Los pacientes con dificultad para respirar suelen necesitar ventilación asistida y deben recibir vigilancia para detectar complicaciones como arritmias, infecciones, trombosis e hipertensión o hipotensión.
- No hay cura para el síndrome de Guillain-Barré, pero el tratamiento puede mejorar los síntomas y acortar su duración.
- Dada la naturaleza autoinmunitaria de la enfermedad, en la fase aguda suele tratarse con inmunoterapia, como inmunoglobulinas intravenosas o plasmaféresis para eliminar los autoanticuerpos. Generalmente, los mayores beneficios se obtienen cuando la inmunoterapia se inicia 7 a 14 días después de la aparición de los síntomas.
- En caso de persistencia de la debilidad muscular tras la fase aguda de la enfermedad, los pacientes pueden necesitar rehabilitación para fortalecer la musculatura y restaurar el movimiento.