El lavado de las manos es una actividad muy efectiva con la idea de prevenir algunas enfermedades. Esto es argumentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que sostiene que realizar esta acción reduce notablemente el riesgo de contraer infecciones y otro tipo de consecuencias como pueden ser diarreas o neumonía que han sido las responsables de varias muertes infantiles.
Por ello, se sugiere implementar en tu rutina cotidiana una higienización adecuada y además el refuerzo de todas las practicas de saneamiento especialmente en los niños. Es importante que se les explique a los más chicos de la importancia de este asunto para que pueda generarse un hábito saludable que perdure por el resto de sus vidas.
El paso a paso para lavarse correctamente las manos
La doctora, Paola Caro remarca que para que el lavado de manos sea efectivo tiene que hacerse con agua, jabón o con algunas soluciones antibacteriales en diferentes momentos del día. "Hay que lavarse las manos antes de tocarse la cara, después de toser o estornudar si no se ha tenido la precaución de hacerlo sobre el pliegue del codo, después de ir al baño, antes y después de cambiar pañales, antes de preparar alimentos, después de tirar la basura, antes y después de atender a un enfermo, después de estar en lugares públicos y/o tocar animales", indica.
"Lavarse las manos solamente con agua no es suficiente y es significativamente menos efectivo que lavarse las manos con jabón”. además sostiene que utilizar esta sustancia facilita el proceso y además permite disolver la grasa y suciedad que contiene los gérmenes acumulados.
Por último, Caro añadió algunas recomendaciones de gran utilidad para la higienización de las manos cuando estén humedas. “Se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua corriente y secarlas, ya sea con una tela limpia o agitando las manos”, puntualizó.
Con respecto al secado, el mismo debe realizarse con una toalla limpia, papel o al aire. En este escenario, conviene evitar los secadores eléctricos los cuales pueden facilitar la diseminación de los microbios que se encuentran en el entorno. Por ello, las toallas de papel se convierten en una herramienta clave en este proceso final, ya que, eliminan fisicamente a estos agentes bacterianos que pueden poner en riesgo tu salud.