La primavera es una de las estaciones más esperadas del año, llena de colores, temperaturas agradables y días más largos. Sin embargo, para muchas personas, este período también trae consigo las temidas alergias estacionales, especialmente causadas por el polen. Estas alergias pueden convertir la temporada en una época incómoda y molesta.
Durante la primavera, el polen de árboles, flores y hierbas se libera en grandes cantidades al aire, lo que provoca reacciones alérgicas en muchas personas. Éstas se presentan de muchísimas maneras, aunque hay algunas que son extremadamente comunes.
Cuáles son las reacciones alérgicas más comunes
Las dos afecciones más comunes suelen ser:
- Rinitis alérgica: se manifiesta con estornudos frecuentes, congestión nasal, picazón en la nariz y secreción acuosa. La rinitis es una respuesta del sistema inmunológico al polen, una de las principales causas de alergias estacionales.
- Conjuntivitis alérgica: el polen también puede afectar los ojos, provocando enrojecimiento, picazón y lagrimeo excesivo. Esta condición es muy molesta y suele acompañar a la rinitis en los meses de primavera.
Factores que agravan las alergias
Según el Dr. Crisóstomo Leando, médico especialista en Medicina Familiar de Boreal Salud, el polen es el principal desencadenante de las alergias primaverales. Sin embargo, factores como la humedad y las variaciones bruscas de temperatura, comunes en esta estación, también contribuyen a la aparición de síntomas. A diferencia de los resfriados, estas alergias no generan fiebre ni dificultad para respirar, lo que facilita su identificación.
¿Cómo prevenir las alergias de primavera?
Prevenir la exposición a los alérgenos es clave para reducir los síntomas. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para minimizar el impacto de las alergias primaverales:
- Limpiar el hogar a diario: mantener las superficies libres de polvo y polen es esencial para reducir el contacto con los alérgenos.
- Cubrir zonas vulnerables: proteger los ojos, nariz y cabello cuando salgas al aire libre ayuda a evitar el contacto directo con el polen.
- Cerrar ventanas en horarios pico: durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, el nivel de polen es más alto, por lo que se recomienda mantener las ventanas cerradas.
- Vacunación preventiva: para quienes sufren alergias severas, la vacunación preventiva puede ser la solución más efectiva.
- Limitar actividades al aire libre: si los niveles de polen son altos, reducir el tiempo al aire libre puede prevenir el agravamiento de los síntomas.
- Medicación recetada: los antihistamínicos como la cetirizina, loratadina y difenhidramina son eficaces para controlar los síntomas. Es importante tomar estos medicamentos bajo prescripción médica.
Tratamientos para las alergias primaverales
Además de la medicación, otras medidas pueden ayudar a controlar las alergias. El consumo de vitamina C y mantener una buena hidratación ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la intensidad de los síntomas.
Disfrutar de la primavera es posible tomando las precauciones adecuadas. Reducir la exposición al polen y seguir los tratamientos recomendados te permitirá aprovechar esta estación sin sacrificar tu bienestar.