Con la llegada de los primeros fríos, la bronquiolitis resurge como una amenaza significativa para la población infantil menor de dos años. Esta enfermedad, que es la principal causa de internación infantil en épocas de otoño e invierno, afecta a más del 30% de los niños hospitalizados.
Los especialistas del Hospital de Clínicas destacan la importancia de reconocer y actuar frente a los síntomas iniciales de esta enfermedad, que será un tema central en el próximo Congreso Internacional de Medicina Interna.
¿Qué es la Bronquiolitis?
La bronquiolitis es una enfermedad viral que causa inflamación en los bronquiolos, las partes más pequeñas y distales de los bronquios responsables de llevar aire a los pulmones.
Carlos Velasco (MN 101.162), médico del servicio de Neumonología Infantil del Hospital de Clínicas, explica: “Inicialmente, los síntomas son leves e inespecíficos: fiebre, tos, decaimiento, congestión nasal, falta de apetito y dificultades para conciliar el sueño. Estos síntomas pueden confundirse fácilmente con un resfriado o gripe común”.
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Bronquiolitis: vacunas y prevención
A pesar de que menos del 10% de los niños con bronquiolitis requieren internación, esta enfermedad es responsable de más del 30% de las internaciones pediátricas durante el invierno. En casos severos, se necesita administración de oxígeno y, en situaciones extremas, internación en unidades de terapia intensiva. “La severidad de la bronquiolitis ocurre cuando la enfermedad progresa y el pulmón no puede cumplir con su función básica de oxigenación, llevando a un cuadro de insuficiencia respiratoria”, afirma Velasco.
Actualmente, existe una vacuna para prevenir la bronquiolitis causada por el virus sincicial respiratorio. Esta vacuna, recientemente incluida en el calendario de vacunación en Argentina, se administra a embarazadas entre las semanas 32 y 37 de gestación, proporcionando inmunidad al recién nacido hasta los seis meses de vida. Además, se recomienda la vacuna antigripal anual para todos los niños menores de dos años o con factores de riesgo para enfermedades severas.
Entre las medidas preventivas más eficaces, la lactancia materna juega un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunitario del niño. Además, estudios han demostrado que los niños expuestos al humo de cigarrillo en sus hogares tienen de cuatro a seis veces más riesgo de contraer bronquiolitis o de requerir hospitalización.
Velasco subraya la importancia de que los padres estén atentos a los síntomas de la bronquiolitis y busquen atención médica sin demora: “Una vez que la enfermedad progresa, se vuelve más difícil de controlar. Además, el niño puede sufrir cuadros respiratorios que impiden la ingesta de alimentos y el sueño”.