Desde la llegada del Papa Francisco I a lo más alto de la cúpula de la Iglesia Católica, se vivieron varios cambios que rompieron algunas costumbres históricas dentro del Vaticano.
En este caso el argentino realizó cuatro nuevos nombramientos en el Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo. Dos de esos nombramientos son un hito dentro de la religión cristiana.
Dentro de los nombramientos del sumo pontífice se encuentran dos mujeres, algo histórico ya que el Consejo siempre estuvo compuesto por hombres. De esta manera Jorge Bergoglio incluye otro importante cambio dentro estructura eclesiástica.
Esta institución se encarga de organizar las asambleas de obispos que se realizan para aconsejar al Papa en el gobierno de la Iglesia católica. El Sínodo se compone de tres fases: preparatoria, celebrativa y de actuación.
Las primeras mujeres en integrar el Consejo son la italiana Simona Brambilla, secretaria del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y la argentina María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos.
El Papa Francisco dejó un mensaje sobre el feminismo y sorprendió a la Iglesia Católica
El 13 de diciembre se conmemoró el Día de Santa Lucía y con motivo de esta fecha el Papa Francisco I brindó un mensaje sobre la importancia de la mujer dentro de la iglesia Católica.
"Necesitamos el trabajo y la palabra femenina en una Iglesia en salida, que sea levadura y luz en la cultura y la convivencia", expresó el líder del Vaticano en un mensaje a la Iglesia en Siracusa con motivo de la festividad de su patrona, la mártir italiana.
Siguiendo con las palabras en torno a la labor femenina dentro de la Iglesia, el Papa agregó: "Lucía es una mujer y su santidad muestra a la Iglesia Católica cuán propios son los modos en que las mujeres siguen al Señor". "Desde los relatos evangélicos, las discípulas de Jesús son testigos de una inteligencia y un amor sin los cuales el mensaje de la Resurrección no podría alcanzarnos", sumó Jorge Bergoglio.
En esa línea, Francisco puso el foco en la importancia de "ser personas limpias, transparentes, sinceras; comunicarse con los demás de manera abierta, clara, respetuosa; salir de las ambigüedades de la vida y de las connivencias criminales". Para cerrar, como viene haciendo muy seguido, brindó un mensaje de paz en medio de las guerras y conflictos armados que se desarrollan alrededor del mundo.