Curar el empacho y mal de ojo: la tradición que se transmite en Navidad

La Navidad es mucho más que una celebración; sirve para conectar con las raíces culturales, transmitir sabidurías ancestrales y cuidar a los seres queridos.

24 de diciembre, 2024 | 10.00

En Argentina, la Navidad es mucho más que cenas familiares y un brindis: es una fecha cargada de tradiciones que se transmiten de generación en generación. Una de las más antiguas es el "arte de curar" en los primeros minutos de Nochebuena. 

Éste es un rito asociado a las curas caseras y el curanderismo, que es parte del legado cultural argentino y está vinculado a una serie de remedios naturales que se enseñan en esta fecha tan especial.

El empacho: el remedio secreto de las abuelas

Uno de los rituales más arraigados es el que la abuela le transmite a la nieta: el arte de curar el empacho. Esta tradición, que atraviesa los hogares de nuestro país, tiene su origen en las aldeas rurales europeas, donde la falta de acceso a servicios médicos obligaba a las familias a recurrir a remedios caseros para resolver problemas de salud cotidianos.

Esta dolencia, que se produce por una indigestión debido al exceso de comida o alimentos en mal estado, se cura con un ritual de transmisión generacional. Ante un empacho, la abuela toma su cinta de medir y, con movimientos rituales de brazos, realiza una serie de gestos y palabras secretas para aliviar el malestar. 

El empacho es una de las principales dolencias que se curan en las fiestas, pero no es la única. La Navidad es el momento perfecto para transmitir este conocimiento ancestral, un legado que se considera casi mágico y que conecta a las personas con las tradiciones populares más profundas de Argentina.

Curar el mal de ojos o “ojeadura” en Navidad

Otro de los remedios populares de Navidad es la cura para el mal de ojos, conocido en algunas regiones como "ojeadura". Este mal, asociado con la envidia o el odio, se cree que afecta a los más vulnerables, como los niños. Se manifiesta con dolores de cabeza intensos o, en los casos más graves, llanto incontenible. 

En este caso, las oraciones y los gestos rituales cumplen un papel fundamental. La cura se realiza también durante las festividades navideñas, cuando la luz del sol simboliza la energía sanadora.

Si sos afortunado, tal vez te toque ser el elegido por una abuela o tía para recibir el secreto de la curación.

Remedios caseros: esguinces, quemaduras y dolores emocionales

Además de los remedios para el empacho y la ojeadura, la Navidad también es una época para aprender a curar otros malestares comunes. En muchos hogares, se enseñan oraciones para aliviar esguinces, quemaduras y hasta dolencias emocionales como el "susto" o la "pena moral". 

En las zonas rurales de Argentina, sobre todo entre los trabajadores de la fruta, es frecuente que se enseñen remedios para curar esguinces en las muñecas. También se comparten oraciones y gestos para aliviar quemaduras o torceduras, dolencias que afectan a muchas personas durante las festividades.

El sincretismo de las oraciones: tradición popular y creencias cristianas

Las oraciones utilizadas en estos rituales de curación no son solo cristianas; muchas de ellas provienen de un sincretismo cultural. Tradiciones precristianas, especialmente de la región mediterránea, que se adaptaron a las costumbres argentinas, creando una rica variedad de rezos que se transmiten en secreto, principalmente en Navidad.

Este sincretismo, que mezcla creencias indígenas, africanas y europeas, es una de las características más interesantes de la cultura popular argentina. Las oraciones para curar son, en muchos casos, un reflejo de las creencias religiosas locales, pero también incorporan elementos mágicos y espirituales de otros tiempos y lugares.