En Argentina, la Navidad no solo es una festividad llena de alegría y celebración, sino también un momento propicio para enseñar prácticas antiguas que perduran a lo largo del tiempo y se transmiten de generación en generación.
Entre estas tradiciones, que únicamente se pueden transmitir durante la Nochebuena, destaca el misterioso arte de curar el "mal de ojo", que se dice en secreto durante la noche, después del brindis y rodeada de la luz de la "iluminación espiritual del mundo". Pero, ¿por qué justamente en Navidad?
El mal de ojo: un mal antiguo con raíces profundas
El mal de ojo es una creencia ancestral que cruza culturas y siglos, desde Babilonia y Egipto hasta la Grecia clásica y las tradiciones actuales de diversas regiones. La idea es que ciertos sentimientos negativos, como la envidia o el odio, pueden transmitirse a través de la mirada, afectando a quienes la reciben. En particular, los más vulnerables son los niños y las personas especialmente sensibles.
Se cree que este "ojo maligno" provoca malestares físicos y emocionales, como dolores de cabeza, cansancio, o incluso ataques de llanto en los bebés.
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A pesar de que la ciencia médica no respalda esta creencia, la tradición popular sigue siendo muy fuerte, especialmente en las comunidades de Argentina. La cura para el mal de ojo se basa en rituales y oraciones que, según se dice, devuelven la paz y la salud a la persona afectada.
Navidad, el momento ideal para transmitir el conocimiento
¿Por qué entonces se enseña a curar el mal de ojo en Navidad? La respuesta tiene un componente simbólico profundo relacionado con las creencias católicas.
La Navidad, con la celebración del nacimiento de Jesús, es considerada un momento de máxima "iluminación espiritual". Es el instante en que el mundo recibe la luz del Salvador, y por tanto, es el momento más adecuado para enseñar las "buenas artes" de la curación.
Durante la Nochebuena, cuando las familias se reúnen y el ambiente está lleno de esperanza y fe, se aprovecha la ocasión para transmitir estas prácticas, que se consideran un verdadero "secreto".
Las oraciones y rituales para curar el mal de ojo no se tienen que hacer, ya que según la tradición, revelarlas quebraría su poder. Se cree que la conexión mágica y espiritual de ese momento es fundamental para que el hechizo funcione.
El ritual de la cura y su vínculo con la fe
Los rituales para curar el mal de ojo en Navidad están fuertemente influenciados por la religión católica, aunque no exclusivamente.
La combinación de elementos como la señal de la cruz, las oraciones a santos y la Virgen María, y el uso de agua bendita, otorgan a la práctica una legitimidad religiosa que la aleja de la estigmatización de los "curanderos". Estos rituales se consideran una extensión de la fe católica y una forma de poner en acto las creencias religiosas.
El proceso de curación comienza con una serie de gestos simbólicos. Se inicia con la persona afectada haciendo la señal de la cruz y pronunciando las oraciones correctas, lo que incluye rezos específicos para alejar el mal de ojo.
En algunos casos, se utilizan elementos como el agua y el aceite para diagnosticar la presencia del mal, observando formaciones en el agua que podrían indicar el mal de ojo o incluso "pesadez".