Hormigas del Río de la Plata “conquistan” Europa

La llamada "hormiga roja de fuego" ya está establecida en Sicilia, Italia, y podría llegar hasta el Reino Unido; es altamente agresiva y causa daños por su acción en la agricultura, la salud humana y la vida silvestre

12 de septiembre, 2023 | 00.05

Las hormigas más invasivas del mundo se originaron en la cuenca del Rio de la Plata, igual que el tango. Sin embargo, con la ayuda del comercio global, el turismo y el calentamiento climático, en los últimos 150 años emigraron, se asentaron a miles de kilómetros de distancia y, sin competidores, están causando pérdidas multimillonarias por su acción sobre la agricultura, la salud humana y la vida silvestre.

Lo afirmaba ya hace unos años Luis Calcaterra, investigador del Conicet en la Fundación para el Estudio de Especies Invasoras (Fuedei) y coautor, junto con Sonia Cabrera y Juan Briano, de un trabajo que se publicó en Insectes Sociaux, donde les seguían el rastro a varias especies de estas hormigas.

Pero ahora, un estudio publicado en Current Biology (https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.07.036) y liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) de España, afirma que la hormiga roja de fuego ya no se encuentra de forma fortuita en Europa, sino que está establecida y podría llegar al Reino Unido. El relevamiento descubrió numerosas colonias de esta especie invasora en Sicilia, Italia. Más precisamente, 88 nidos repartidos en cinco hectáreas cerca de la ciudad de Siracusa.

La hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta) es considerada una de las más invasoras del mundo. Su picadura es dolorosa e irritante, y puede provocar pústulas y reacciones alérgicas, e incluso shock anafiláctico. En menos de un siglo, se extendió por gran parte de los Estados Unidos, México, el Caribe, China, Taiwán y Australia, y sólo fue erradicada en Nueva Zelanda. Su presencia en los Estados Unidos provocó pérdidas estimadas en casi seis mil quinientos millones de dólares anuales. Otros países, como Australia, destinan millones a su erradicación, sin éxito.

Mediante análisis genéticos, el estudio concluyó que la población detectada probablemente era originaria de China o los Estados Unidos, pero se desconoce la ruta de entrada. “La globalización del comercio y los viajes provocaron altas tasas de invasión en todo el mundo. Un posible impulsor de esta aceleración es el efecto ‘cabeza de puente’, en el que las poblaciones invasoras iniciales (por ejemplo, las de los Estados Unidos o China) sirven como fuente de invasiones adicionales a través de introducciones secundarias”, explica Calcaterra, experto en hormigas invasoras originarias de la cuenca del Río de la Plata.

Pero tal vez lo más alarmante sean las predicciones del estudio sobre el potencial de colonización de este insecto, que aparentemente se verá facilitado por el cambio climático. Utilizando modelos de distribución, en las condiciones ambientales actuales, los científicos concluyeron que esta especie podría establecerse en aproximadamente el 7% del continente y que la mitad de las zonas urbanas de Europa serían climáticamente adecuadas para permitirles asentarse. Grandes ciudades como Barcelona, ​​Roma, Londres o París podrían verse considerablemente afectadas por estas “okupas” abundantes y agresivas.

Mapa actual (a la izquierda) y futuro de la invasión

“Las áreas urbanizadas experimentan temperaturas más altas que las suburbanas naturales o rurales adyacentes –destaca Calcaterra–. Esto se conoce como ‘efecto isla de calor urbano’ y está promoviendo la propagación y el establecimiento de especies invasoras en el área de distribución nativa e introducida”. Como ejemplos, menciona que en la ciudad de México hacen en general cuatro grados más que en las áreas periurbanas. “Con el cambio climático, las grandes urbes (que antes no podían colonizar porque las temperaturas tal vez eran más bajas) cada vez son lugares más propicios para que se instalen –cuenta Calcaterra–. Nosotros hicimos estudios de las cuatro especies más invasoras, y las que nos dieron que soportan más amplitud térmica son la hormiga argentina (Linepithema humile) y la hormiga de fuego roja. Por eso, la primera llegó hasta Bariloche, se estableció, permanece en la ciudad y colonizó toda la cuenca del Río Negro. Hace no mucho hice un relevamiento y se encuentra desde Neuquén hasta hasta Viedma. En enero de este año fuimos a las siete u ocho ciudades más grandes de la cuenca del Río negro y vimos que estaba en casi todas, y también en los cultivos desde General Roca hacia Viedma. En el monte no está, no puede tolerar ese ambiente”.

De todas las especies de hormigas, las que causan más problemas son la de fuego, la hormiga argentina y la pequeña hormiga de fuego, subraya el científico. Estas tres, más dos africanas, son las cinco peores.

Hormiga argentina

De las tres primeras, la que históricamente más se distribuyó en el mundo fue la hormiga argentina. Hace mucho ya había una super colonia en Cataluña de más de 6000 km –cuenta Calcaterra–. Se encuentra en Europa desde aproximadamente 1906. La pequeña hormiga de fuego llegó primero a Israel más o menos en 2000 y de allí se fue a España. Pero la hormiga de fuego no había llegado nunca. Es la primera vez que lo logra y es la más terrible de las tres, la más dominante”.

Aunque las otras dos especies originadas en esta parte del mapa no lo son tanto, tienen otras características que también las hacen problemáticas. “La hormiga argentina, si bien no tiene aguijón y libera un veneno que no sería un arma importante, logra reclutar una enorme cantidad de obreras –comenta–. La de fuego sí tiene un ácido derivado de un alcaloide que es el que produce estas heridas,  puede generar shock anafiláctico e incluso puede matar a algunos animales, no a humanos. Atacan pichones de aves, de reptiles, y los pican en tejidos blandos, como los ojos o las fosas nasales”.

El “puerto de entrada” es el comercio internacional de madera y  plantas, entre otros bienes. Al aumentar el intercambio, crece la probabilidad de su introducción, que es muy difícil de controlar.

“Las poblaciones que están en Italia son ‘políginas’; es decir, que tiene muchísimas reinas –dice Calcaterra–. Yo llegué a contar hasta 2000 reinas en una colonia. Si uno quisiera erradicarla, tendría que aniquilarlas a todas, porque si queda una fértil, sigue poniendo huevos”.

Hormiga argentina

Las poblaciones introducidas de S. invicta pueden alcanzar densidades hasta 10 veces mayores que las nativas y, por lo tanto, dominan la mayoría de las fuentes potenciales de alimento. Afortunadamente, acá, en su lugar de origen, no son un problema, dado que hay tantas especies de hormigas que se autorregulan. Se encuentran más que nada en los campos y las complicaciones solo pueden aparecer cuando invaden casas y se meten en las cocinas. En cambio, cuando invaden otros sitios, pueden promover una disminución de la biodiversidad.

“La mayoría de las especies exóticas invasoras son muy exitosas en archipiélagos e islas donde hay muy pocas especies de hormigas que puedan contenerlas y hay nichos vacantes que no fueron ocupados –precisa Calcaterra–. Con la globalización, su ingreso se incrementó mucho. Hawai no tenía especies de hormigas y ahora tiene 60, todas exóticas. Las llevaron los seres humanos”.

Y una vez que se instalanSolo Nueva Zelanda logró erradicarlas, pero porque intervinieron en una fase temprana, cuando solo habían detectado una colonia. Pusieron cebos tóxicos a dos kilómetros a la redonda y lograron que no se expandieran. En China lo intentaron hasta rociándolas con nitrógeno líquido (a 273 grados bajo cero), sin éxito.

Gema Trigos Peral, investigadora del Museo e Instituto de Zoología de la Academia Polaca de las Ciencias, en Varsovia, Polonia, dijo a Science Media Centre que desde su punto de vista, "España sería uno de los países más afectados, tal y como ocurre con otras exóticas/invasoras. Existe un clima perfecto y una gran variedad de hábitats (aunque a estas hormigas les gustan mayormente las zonas modificadas por el ser humano, como las zonas urbanas y las agrícolas). Ya en 2007 se indicaba que en Málaga había llegado alguien con síntomas de picadura de S. invicta. Lo más importante (y peligroso) es que tengo constancia de que se venden hormigueros de esta especie entre grupos de aficionados. Y bueno, aquí está la prueba de que, si se escapan del maravilloso hormiguero que tenemos en casa (porque se escaparán), es un gran riesgo. (...) El control de la invasión depende del estado en el que se encuentre. El problema es que cuando se descubre, la población está ya muy desarrollada. Raramente nos damos cuenta de un solo minihormiguero en todo un país, sino que lo que descubrimos son muchos hormigueros cuando empiezan a molestar, tal y como ha pasado en este artículo".  

En Europa estaban alertas y muy preocupados por el ingreso de la pequeña hormiga de fuego (Wasmannia auropunctata, cuyos machos y hembras se clonan) y esperaban que también llegara a Asia, pero no se esperaban a la hormiga de fuego roja”, concluye Calcaterra.

Se estima que hay alrededor de 25.000 especies de hormigas, no todas invasivas. Sin embargo, en la cuenca del Río de la Plata se generaron procesos evolutivos que hicieron posible, por un mecanismo que todavía no se conoce, que se desarrollaran varias especies que están invadiendo el mundo.