Argentina tiene un sinfín de monumentos que forman parte de la cultura nacional y distintas ciudades tienen sus propios símbolos. Una de ellas cuenta con la escultura de fundición más grande de Sudamérica, que queda en el interior de la provincia de Buenos Aires y tiene unos 10 de metros de altura.
Existen muchas ramas del arte que forman parte de la cultura de una sociedad. La música y el cine son las que más abarcan a la población de un país, pero en el mundo de las artes plásticas hay personas que llevan adelante sus obras y trascienden a lo largo del tiempo a través del dibujo, la pintura y el objeto tridimensional.
Este es el caso de la escultura fundida más grande de Sudamérica: el Cristo de las Sierras. El monumento queda en la localidad bonaerense de Tandil y fue inaugurado en el año 2014, por lo que está de festejo en el marco de su 10° aniversario. Es uno de los atractivos principales de la ciudad por su imponente figura: mide 10 metros de largo y pesa 13 toneladas.
La obra es del artista Fernando Pavolini, conocido como Tirso, en colaboración con muchas manos tandilenses y la orden salesiana. Durante la noche queda iluminado a través de paneles solares y energía eólica, por lo que este detalle le da un misticismo particular no solo a los ciudadanos de Tandil, sino a todos los visitantes que pasen por este lugar que queda ubicado en la cima del cerro de Villa Don Bosco.
Es 14 metros más alto que el Obelisco: el misterioso monumento furor en Argentina
El Obelisco es uno de los monumentos icónicos de la Argentina entre los tantos que representan mucho para la cultura nacional. Hay uno de ellos que causó furor en muchas personas por su imponente altura, a tal punto de que mide 14 metros más que el ubicado en la Ciudad de Buenos Aires y tiene una increíble historia detrás.
La historia del monumento El Ala, ubicado en Alta Gracia, Córdoba, se remonta a la década del 30, más precisamente a 1931. Aquella tarde, el país estuvo conmocionado por el accidente aéreo de la actriz suiza Myriam Stefford, esposa del escritor argentino Raúl Barón Biza, quien falleció en San Juan después de intentar la hazaña de unir catorce provincias en un precario avión biplaza piloteado por ella misma, con la particularidad de que no tenía experiencia.
En este contexto, Barón Biza quiso homenajear a su esposa y primero mandó a construir un monolito de 14 metros en el lugar del accidente. Cuatro años más tarde, en 1935, fue por un desafío mayor: le pidió a un ingeniero llamado Fausto Newton que levantara un mausoleo fastuoso con forma de ala de avión en Paraje Los Cerrillos, ubicado entre Córdoba y Alta Gracia. Allí el escritor tenía una estancia con olivares en la que había convivido a todo lujo con su difunta esposa.
La construcción estuvo a cargo de unos cien obreros polacos y argentinos, comenzó el 26 de agosto de 1935 y lo inauguraron el 30 de agosto de 1936. El monumento tiene un total de 82 metros de altura y 15 de cimentación superando al Obelisco, que mide 68 metros y fue inaugurado en mayo de ese mismo año. Los restos de Myriam Stefford se encuentran en la cripta de El Ala.