Por estas horas, el efecto provocado por la penalización al derecho del aborto que tenía Estados Unidos está dejando tela para cortar y debatir a nivel mundial. Ahora, miles de mujeres en Twitter salieron a pedirle a sus pares que desintalen las “menstruapps” por posible cruce de datos personales que podrían perjudicarlas ante cualquier tribunal.
Si bien Argentina no debería tener este tipo de problemas, debido a la legalización de la IVE, que tantos años costó conseguir, la realidad del “track” es contundente. Esto significa la indebida utilización de datos personales que una persona ingresa a su teléfono celular mediante las apps que descarga. Este problema se hizo viral en los últimos días, luego de conocerse la penalización del aborto en nueve de los estados de Norteamérica.
Pese a la intensa y prolongada lucha que se está dando en muchas partes del mundo, para muchas de las mujeres norteamericanas, las que viven en el “primer mundo”, la interrupción voluntaria del embarazo es un delito penal. En medio del revuelo que causa este retroceso a la defensa de los derechos individuales, una polémica surgió por la persecución de quienes buscan practicarse un aborto y no pueden hacerlo de manera legal, en un centro asistencial de la salud.
Lo que ocurre es que ahora, el ojo está puesto con justa razón en las apps menstruales que encasillan un gran paquete de datos personales, puramente íntimos e individuales de las mujeres que eligen y eligieron durante años llevar el control de su ciclo menstrual.
Al respecto de esto, se ha registrado en Estados Unidos una tendencia a deshacerse de este tipo de apps, bajo el argumento temeroso de la violación de la privacidad y del encasillamiento de datos que luego son usados como moneda de cambio por multinacionales. Así lo indicó “The Guardian”, que aseguró que este tipo de aplicaciones puede ser tomadas por las autoridades judiciales e incluso gubernamentales para solventar posibles denuncias futuras en nueve estados donde está prohibido el aborto. Según publicó “The New York Times”, “la derogación de este derecho seguirá extendiéndose y podría entrar en vigor en los próximos días, en nuevos estados”. Esta apreciación se basa en que hay 26 de 50 estados que podrían tomar la misma medida que el Alto Tribunal y derogar esta ley.
Al respecto de esta problemática, El Destape consultó a la abogada Marina Benitez, fundadora de FemHack, quien señaló que no hay que minimizar esta situación teniendo en cuenta que a todas las usuarias concierne el trackeo de datos personales. “El uso de las menstruapps es algo que todas las mujeres han naturalizado. Es de uso cotidiano en la mayoría desde hace años”, señaló y siguió: “La cantidad de datos que absorbe la plataforma, por estar presente en el teléfono personal de cada una, no solamente implica el control personal sobre el ciclo menstrual, sino otro tipo de datos que luego se ofrecen en paquetes”.
En este sentido, Benitez advirtió que estos paquetes que se traspasan entre empresas, bajo el argumento del anonimato (sin individualización de personas) “sí contienen información respecto a la ubicación geográfica territorial”. Precisamente, explicó que “sí se puede individualizar el grupo de mujeres en el cual se registran faltantes en su ciclo menstrual”.
Algunas de las voces que se levantan para advertir la violación de los derechos de privacidad en las apps señalan en Twitter: “Those who use period tracking apps: do not use flo!! They send your information without your consent and this can be a danger to anyone who needs an abortion. use stardust instead! they don’t send any information”. Este es una alerta para las mujeres que estuvieron utilizando una app determinada, la cual está siendo acusada de caer en un delito penal como el de utilizar datos personales.
La red social explota con diversas expresiones al respecto. Miles de mujeres se han sumado a la movida de viralización para pedir que no utilicen las apps, porque los datos –que no son privados en cuando a la interrupción del ciclo en un grupo femenino con lugar geográfico determinado – pueden ser utilizados por fiscales en procedimientos penales.
¿Qué es lo que piden las apps? Además del nombre personal, todas las apps menstruales solicitan información de las características físicas corporales de las mujeres. La altura, el peso, períodos anteriores, temperatura corporal, últimas relaciones sexuales, sintomatología, cuidados anticonceptivos (uso de preservativo, píldora, etc), tipo de sangrado, estado anímico, dolores menstruales, flujo vaginal entre otros.
“Lo que piden es demasiado. Este es algo que se está alertando hace años, no sólo por ser víctimas de la violación a la privacidad sino del famoso trackeo. Esto implica que se pueda rastrear toda suerte de conducta o comportamiento íntimo como la sexualidad y el aspecto reproductivo”, manifestó.
Este pensamiento no es apresurado, ya que según la legislación de los Estados Unidos, los datos personales que se introducen voluntariamente en las apps no están protegidos por las leyes federales de la privacidad. Por esta razón, su confidencialidad no es tal, por lo que podría ser utilizada por tribunales para enjuiciamientos.