Una reconocida empresa de litio despidió a un centenar de empleados, en medio de un tenso clima que acumula varios días. Esta situación se desencadenó en medio de la crisis del gobierno de Javier Milei y provocó diversas manifestaciones exigiendo respuestas y mejores condiciones laborales.
La industria del litio prometía ser una de las principales esperanzas económicas de la provincia de Catamarca, pero atraviesa una crisis tras la brusca caída de los precios internacionales. Es por eso que la empresa Arcadium, anteriormente conocida como Livent, realizó un centenar de despidos, que afectaron tanto a trabajadores como a contratistas de la región. A las condiciones internacionales se suma un contexto crítico a nivel nacional para los trabajadores, debido al cierre de empresas, la inflación sin freno y el ajuste generado por el gobierno de Javier Milei, condiciones que implican desafíos muy difíciles de afrontar para los argentinos y para las compañías.
En las últimas semanas, Arcadium efectuó el despido de de empleados vinculados a empresas contratistas, entre ellas Concat, Huasi Construcciones y Guido Mogetta SRL. Según los primeros registros, al menos 100 trabajadores ya recibieron telegramas de despido, pero se estima que la cifra final podría superar los 600, explicó NA. Este contexto provocó una fuerte reacción entre los trabajadores del sector, quienes realizaron distintas manifestaciones tanto en la ciudad de Antofagasta de la Sierra, cercana a los yacimientos, como en San Fernando del Valle de Catamarca, la ciudad capital. Los empleados exigen respuestas de las autoridades y mejores condiciones laborales.
Además del impacto en términos de desempleo, la crisis en este sector afectó directamente a los ingresos de la provincia de Catamarca, que dependía en gran medida de la actividad del litio para sostener su crecimiento económico. De esta manera y debido a esta tensa situación en medio de la crisis del gobierno de Milei, el rubro está en estado de alerta.
Cerró la planta de una histórica empresa alimenticia en medio de la crisis económica generada por Javier Milei en Argentina
En una noticia que sacudió la economía local, la emblemática planta alimenticia de la provincia de Mendoza, una de las más antiguas y reconocidas del país, cerró sus puertas debido a la aguda crisis económica generada por las recientes políticas impulsadas por el gobierno de Javier Milei. La noticia del cierre, que afecta a cientos de trabajadores y a la comunidad en general, marca el fin de una era para una planta que, durante décadas, fue un pilar de la industria alimentaria argentina.
La planta de Canale, con una larga trayectoria en la producción de alimentos en Mendoza, fue una institución en la región hasta mediados de julio de 2024. Fundada hace más de 50 años, Canale fue sinónimo de calidad y tradición, produciendo una amplia gama de productos que llegaron a miles de hogares en todo el país. Sin embargo, la reciente crisis económica, exacerbada por las políticas económicas de Javier Milei, ha llevado a la empresa a tomar la difícil decisión de cerrar sus operaciones. La devaluación de la moneda, el aumento desmedido de los costos de insumos y la incertidumbre económica han sido factores clave que han contribuido a la inviabilidad financiera de la planta.
Este cierre no solo representa un golpe significativo para la empresa y sus empleados, sino que también refleja la profunda crisis que atraviesa el sector alimenticio en Argentina. La planta de Canale, conocida por su compromiso con la calidad y su contribución a la economía local, fue una fuente de empleo para muchas familias en Mendoza. Con su cierre, se pierden no solo puestos de trabajo directos, sino también un número considerable de empleos indirectos en empresas relacionadas y proveedores que dependían de la planta.
La situación actual puso en evidencia las serias dificultades económicas que enfrenta Argentina bajo las políticas del gobierno de Javier Milei. La crisis económica, caracterizada por una inflación descontrolada, una recesión prolongada y una falta de estabilidad financiera, afectó a diversas industrias y ha llevado al cierre de muchas empresas históricas en el país. El impacto sobre la planta de Canale es solo un ejemplo de cómo la crisis está erosionando la base de la economía argentina y afectando a sectores clave.