Las agroexportadoras, los grandes grupos sojeros y acopios se guardaron el 40% de la cosecha del año pasado, según lo informado por la cámara que reúne a las grandes cerealeras (CIARA – CEC) tal como publicó El Destape. Desde esa posición de fuerza, donde grandes productores mantienen un esquema de integración vertical con acopios y alianzas comerciales con los exportadores, presionaron para obtener una mejora en sus niveles de rentabilidad, ya sea por vía devaluación o baja de retenciones. El tándem Milei – Caputo, ante la necesidad financiera de conseguir divisas, cedió.
Bajo este escenario, el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, recibió a los directivos de las principales exportadoras para delinear la letra chica de la resolución que bajará temporalmente las retenciones a la soja y otros granos, la cual debería conocerse el próximo lunes. El Gobierno volverá a reunirse con los integrantes de la Mesa de Enlace.
Pero eso no fue todo analizado. Lo que está en juego es una cantidad de divisas bien guardada en silobolsas y cuyo dato final resulta escamoteado por los principales actores de este juego, quienes hablan de ventas que irían entre los 3000 y 6000 millones de dólares (10 o 20 millones de toneladas guardadas). La pelota, como siempre, quedó del lado de los grupos exportadores.
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Granos que presionan
Una vez anunciada la baja temporal de las retenciones, el Gobierno organizó una reunión con las cerealeras para tantear el terreno. Allí concurrieron Margarita Fux (AGD), Pablo Noceda (Molinos), Carlos di Nucci (Cofco), Alfonso Romero (Cofco), Diego Parente (Bunge), Alejandro Galli (Viterra), Fernando Jarach (LDC), Gustavo Idígoras (Ciara-CEC), y Valeria Barbieri (Cargill). Dicho y sea de paso, las fusionadas Bunge y Viterra concentraron el 25% de las exportaciones de granos del año pasado, según las declaraciones juradas de ventas al exterior publicadas por la Secretaría de Agricultura.
En un reciente reportaje publicado por Ambito.com, horas antes del encuentro con el Gobierno, Idigoras indicó que existía un stock cercano a los 10 millones de toneladas de soja, “cuando en general los stocks de campañas que quedan son cercanos a 3 o 4 millones de toneladas”. Sin embargo, durante los primeros días de enero, la Cámara de Exportadores había informado que existían más de 20 millones de toneladas (entre soja y maíz) bien guardadas en silobolsas.
En su último informe Monitor Agroindustrial, la CIARA CEC brindaba los siguientes datos:
- El 40% de la cosecha de soja (20,392 millones toneladas) está en manos de productores o entregadas sin fijar precio.
- El 13% (4,813 millones toneladas) del volumen que podría ser exportado esta campaña (36 millones de toneladas) de maíz todavía está sin precio, ya sea porque aun no fue vendido por el productor o fue entregado, sin fijar precio.
- Quedarían 25,2 millones toneladas de granos (soja + maíz) sin vender o fijar precio. De ese total el 81% corresponde a la soja con (20,3 millones de toneladas) y el 19% a maíz (4,8 millones).
- En el caso de la soja hay 20,3 millones en manos de productores en silos de almacenaje propios o de terceros e incluye el volumen que se ha entregado a fijar y están pendientes de fijar precio.
Las cerealeras saben cómo presionar. En 2022, al cierre de diciembre tanto las exportadoras como los grandes productores y acopios retenían en sus silos el 20% de la cosecha de soja de ese año; el por entonces ministro de Economía, Sergio Massa, tuvo que cederles el primer Dólar Soja. Milei enfrenta un sobrestockeo del 40%. El Gobierno volverá a reunirse, también, con los integrantes de la Mesa de Enlace.
Letra chica
Para el consultor Javier Preciado Patiño, será necesario aguardar a la letra chica de la reglamentación sobre la baja de retenciones. “Tenemos el antecedente de 2021, cuando hubo una baja temporaria de tres puntos para la soja. Ahora son siete puntos, en teoría serían 30 dólares. Luego habrá que analizar cuánto de ese potencial incremento en el precio de la soja se ve reflejado en el valor de pizarra”, sostuvo el titular de RIA Consultora en diálogo con El Destape.
Al ser una medida temporal, el Gobierno espera que haya una fuerte liquidación de divisas durante el primer semestre del año y, en particular, antes de marzo. “La contra que le veo a todo esto es que habrá un flujo muy grande de ventas, donde la industria aceitera no podrá absorber todo el stock. Por lo tanto, podríamos esperar que se exporten más porotos de soja que los subproductos. Esto provocaría una baja en los precios”, estimó Patiño, quien calificó a la medida como una suerte de “Gran Dólar Soja” pero instrumentado vía reducción temporaria de las retenciones.