Un efectivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires quedó detenido luego de que en la noche del miércoles pasado en la localidad de Wilde, Avellaneda, se enfrentara a tiros con dos asaltantes y quedara en medio de los impactos un niño de 10 años, que falleció ayer tras permanecer internado en grave estado.
Bastian Nehemías Escalante Montoya, que se encontraba internado en el hospital Presidente Perón, murió luego de recibir dos impactos de bala durante un tiroteo entre el policía Juan Alberto García Tonzo -ahora detenido- y dos personas que lo intentaron asaltar. Según indicaron fuentes policiales, el hecho ocurrió el miércoles alrededor de las 20, en la intersección de Caxaraville y Rondeau, en la localidad bonaerense de Wilde.
El niño, junto a su madre Johana, salía del club de fútbol en donde jugaba a la pelota cuando cuatro personas, en dos motos, intentaron asaltar al efectivo que no vestía ni tenía ninguna insignia de la fuerza. En el intercambio de disparos, entre los asaltantes y el policía, el niño recibió dos impactos de bala mortales: uno en la cervical derecha y otro en el omoplato izquierdo. Luego de ser trasladado de urgencia, no sobrevivió.
Si bien en un comienzo el fiscal del caso Ignacio Colazo, a cargo de la UFI N°2 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, había decidido que el agente permaneciera en libertad, tras la muerte del pequeño cambió de parecer y pidió su detención. Pese a que no hay información oficial sobre la imputación y las pruebas que motivaron el arresto, el fiscal había dispuesto realizar la autopsia y las posteriores pericias balísticas para determinar quién disparó las balas mortales.
En un principio, a los delincuentes detenidos -de 16 y 18 años- se los imputó por el delito de "tentativa de homicidio calificado criminis causae y robo con armas"; aunque la imputación podría modificarse pronto por la muerte del niño. Por otro lado, se consideró que el policía actuó en legítima defensa. Ahora la investigación se centra en saber si los disparos que le provocaron la muerte al niño provienen del arma del policía o de las armas de los asaltantes. Para ello se esperan las pericias balísticas sobre los plomos que impactaron sobre el pequeño y los resultados de los tests reactivos de pólvora en las manos de los tres involucrados.
Mientras tanto, la familia y los vecinos realizaron una marcha desde el club donde jugaba el niño hasta la comisaría de la zona para reclamar por mayor seguridad y pedir justicia.