Los incendios en la zona de El Bolsón, que comenzaron a fines de enero y todavía siguen activos, ya arrasaron con unas 3700 hectáreas y destruyeron más de 130 viviendas de familias que lo perdieron todo. Ante la ausencia del Estado Nacional, el abandono institucional y la persecución de las fuerzas de seguridad, son los propios vecinos voluntarios que, en condiciones precarias y muchas veces con poca experiencia en la materia, se organizaron para conformar las brigadas que salen cada día a luchar contra los focos de forma ininterrumpida, armar equipos de trabajo, pedir donaciones, y acompañara las y los afectados por la voracidad del fuego.
Eliana Camaño (42) vive en dicha ciudad desde 2008 y es coordinadora de una de las brigadas que, gracias a la organización popular y comunitaria, triplican la presencia en territorio y las tareas de combate que deberían estar a cargo del Estado. “Soy guía de montaña, junto con mi compañero, con quien tenemos dos hijitos y estamos con la delegación de la Asociación Argentina de Guías de Montaña de la Comarca – detalla - Somos socios fundadores del Club de Andinismo del Bolsón, del que depende la Comisión de Auxilio de Montaña. Desde 2020, cuando empezaron los incendios, tenemos una división que es la Comisión de Auxilio Forestal (CAF), está siempre a disposición de defensa civil.”
Si bien afortunadamente su casa no se vio afectada, el fuego destruyó por completo el emprendimiento de tirolesa, llamada Canopy, que gestionaba con su compañero. “Básicamente nos quedamos desempleados porque no tenemos ahora cómo trabajar. Vamos a tener que volver a replantearnos el proyecto, porque con eso se fue el sustento de 11 familias que trabajaban con nosotros”, cuenta.
¿Qué tareas realizan con la Brigada?
Cuando hay algún llamado, y en caso de que se registren incendios forestales, rápidamente nos ponemos a disposición de lo que es Servicio Nacional del Manejo del Fuego o el Servicio de Prevención y Lucha Contra Incendios Forestales (Splif), que en este caso que es lo más cercano y los que hacen el manejo del fuego. Estos últimos años nos equipamos con donaciones, con equipamiento e indumentaria específicos para lo que es el primer ataque del fuego, con lo cual rápidamente asistimos cuando hay alguna situación que lo requiera. Todo el tiempo estamos en esta guardia en donde es ataque de fuego directo cuando hay días de viento y el resto de los días es guardia de ceniza, enfriando puntos calientes para que no avance el fuego.
¿Y cómo están actuando en los Incendios que se registraron desde enero?
En este incendio en especial, casi todos los que formamos parte de la CAF forestal, que además somos guías de montaña y trabajamos como operadores de turismo aventura mayormente, estuvimos primero defendiendo nuestras casas, porque eso afectó directamente a la zona de interfaz, que es donde la zona de montaña está habitada, la zona rural. Y llegó muy rápidamente desde la entrada al área natural protegida hacia la zona de casas. Todos tuvimos que defender nuestras propias casas, emprendimientos y demás .
¿Recordás cómo fue el primer encuentro con el fuego?
Sí, el primer día el fuego hizo un movimiento de oeste a este que atravesó toda la zona rural, quemando más de 120 casas en ese trayecto, en donde nosotros pudimos defender la nuestra, pero muchos vecinos no pudieron. Y luego, cuando pasó nuestra parte, que hicimos nuestra guardia de cenizas, ya nos pusimos a disposición de la zona de la Costa del Azul, en donde estamos tratando para que el fuego que está en la montaña no atraviese el río, aunque ya igualmente lo hizo en dos oportunidades en estos 13 días, en donde siguió quemando casas cada vez que viene un viento desde la cordillera hacia el este.
¿Qué implica la tarea de la Brigada para defender una casa?¿Cuáles son las medidas que toman?
En la zona donde vivimos, rodeados de bosque, primero que hay una tarea de prevención que se debe hacer en todos los hogares porque una casa tiene que tener alrededor el terreno limpio, es decir no tiene que tener árboles a un radio de 10 metros alrededor por lo menos. Esta actividad cada uno debería hacerla en el ámbito privado para, en caso de una emergencia, estar preparados para estar regando y prevenir. Porque hemos visto con claridad que hay dos factores principales de un incendio: la limpieza alrededor y la presencia de pinares. El pinar es lo más inflamable, porque saltan las piñas para todos lados y prende fuego una casa en segundos. También depende de si tenes plantaciones nativas o exóticas, hace una diferencia en lo que es inflamable o no.
Y si ese factor está identificado: ¿por qué todavía hay tantos pinos? ¿No hay una tarea coordinada con el Estado para limpiar las casas?
Lo que hay en El Bolsón es un aforo, que indica que no se puede sacar ningún árbol sin pedir permiso, y hay que pagar. Esto debería estar regulado diferente, y todas las exóticas deberían poder sacarse porque es el gran problema, proviene de un proyecto que vino de la parte de Bosques en donde en un momento se quiso sacar nativas y poner exóticas que crecen rápido. Trajeron pinos del extranjero y fue un mal plan porque ahora está lleno de pinos, que reemplazaron la flora nativa y para sacarlos tenés que pedir permiso y pagar. Estamos en una encrucijada porque si vos te compras un terreno que tiene un pinar no lo podés sacar de una, la gente los deja y son peligrosos. En los últimos años vienen siendo uno de los factores de mayor riesgo.
¿Cuál es el plan a mediano plazo para recuperar el bosque que se ha perdido?
Acá nadie se va a ir de esta tierra y tenemos una fuerza absoluta para regenerar el bosque. Vamos a seguir plantando nativas, tenemos el mejor vivero forestal de la Patagonia y lo vamos a replantar con las nativas: la lenga; el ciprés; el Coigüe; el Nothofagus, que son los más complicados, pero se puede.
¿Creés que parte del problema es la falta de planificación estatal?
Si, y una cuestión de falta de políticas macro que tienen que acompañar si queremos realmente erradicar el problema de los incendios. Facilitar que alguien pueda limpiar su terreno de exóticas debería ser mucho más fácil, articulado y que no sea un costo para la persona.
¿Y cómo es el trabajo directo en el combate con el fuego?
Nosotros, como tenemos equipo de ataque rápido con motobombas, mangas, como las que usan los bomberos, lo que hacemos es activar nuestro tanque, que también lo hicimos después de los incendios, un tanque australiano con un conservatorio de agua, y directamente atacar con esas mangueras bien gruesas y con mucha presión directamente al fuego para que no se acerque a las casas.
¿Trabajan en articulación con los bomberos y equipos del Servicio Nacional?
En principio, como fue defender nuestra casa, nosotros activamos directo corriendo nuestra casa, con lo que teníamos. Así que fue regar y después estar directo al fuego, mi compañero sobre todo con el equipo que teníamos. Y después cuando pasó, los de la comisión de auxilio que estábamos más seguros o que viven en el pueblo y no tenían riesgo, estuvimos acompañando las tareas del Servicio Nacional o del SPLIT en las zonas de mayor riesgo. Uno nunca puede aflojar porque siempre va a haber alguien que necesite.
Para combatir el fuego en la Brigada necesitan un equipamiento especial. ¿Cómo lo compran o consiguen?
La verdad que el primer incendio que hubo lo combatimos con equipo propio, que compramos. Ya después empezamos a recibir donaciones y comprando cada vez más equipo que está disponible en puestos geográficos, para que en cualquier incendio uno pueda salir a acompañar. En esta oportunidad, por ejemplo, se abrió un canal en donde hay mucha solidaridad para que llegue equipamiento y nos fuimos preparando también para eso con la ropa, el calzado y todo lo necesario para alta temperatura, que es muy específico.
¿Cómo se distribuyen las tareas en una brigada?
Hay muchos tareas además de combatir el fuego. Están también los que hacen poda de altura, que están en la parte de cortafuegos, que es cortar todo a líneas para que no se genere la continuidad del fuego; o los motosierristas forestales, que acá es muy natural porque vivimos alrededor de la madera. Entonces, lo que vamos haciendo cada vez que surge una situación es ver en qué puedo ser útil y cada uno se pone a disposición. Cada uno puede, con las herramientas que tiene a disposición, colaborar de alguna manera, entendiendo qué realmente puedo hacer y no entorpecer la tarea de los que están más adelante.
¿Hay muchas mujeres?
Sí, hay muchas mujeres voluntarias que van participando en diferentes brigadas, o mismo en los grupos de vecinos que salen, pero mayormente son hombres. Lo que sí hacemos más las chicas es ir a hacer guardia de cenizas que es como la segunda etapa en donde se cuida que esté todo bien apagado.
¿Cuál es tu tarea ahora en la coordinación?
Yo en la Comisión de Auxilio mayormente hago logística, comunicación, y radiocomunicaciones. Trabajo con el tema de las donaciones, de los equipos que ingresan a través de un inventario. También hago la comunicación con una base radial para las necesidades y ver qué están dando, o si hay un foco para sacar equipo a territorio, vemos si llevamos o no motobomba. Mi compañero por ejemplo está en la primera línea del fuego, pero como tenemos hijos alguien se tiene que quedar en casa.
¿Cómo es vivir en una zona acechada por el fuego? ¿Cómo les ha afectado la vida cotidiana, la vida familiar, la cuestión de todos los días?
Básicamente hace 13 días que no dormimos. Estamos muy agotados. Hay gente que directamente se despierta pensando que está viviendo el fuego, otra que ya perdió su casa y está viviendo en casas prestadas, o de amigos, lo que también genera incomodidad. Y después los que estamos en el ataque del fuego, estamos alertas al teléfono. Descansamos un ratito y ya tenemos que volver a salir corriendo a asistir a alguien, a algún conocido, o familiar.
¿Todos los días tienen algún trabajo de asistencia?
Todo el tiempo porque es un incendio que está activo, que está amenazando constantemente casas y entrar a la ciudad, porque está muy cerca de la entrada. Entonces, en principio, el Sistema Nacional o el SPLIF, lo que tienen como prioridad es la protección civil. Este incendio, que está en zona de montaña, sigue avanzando con llamas grandísimas, que uno las ve de noche, se ve el resplandor, las llamas a lo lejos, y eso sigue expandiéndose y siempre va a seguir amenazando a cruzar al lado de interfaz donde están las casas, probablemente hasta que llegue el otoño y se apague.
Y en términos operativos o de infraestructura: ¿qué sería necesario para prevenir y combatir el fuego de forma eficaz?
Hay varios factores que intervienen y hay que tener en cuenta. Uno es que cada vez está todo más seco, como producto del cambio en el clima y que cada vez hay más sequía. Pero por otro lado, está la infraestructura. Sabemos que el Gobierno nacional desfinanció muchísimo todo lo que son políticas tanto de medioambiente como los planes de manejo del fuego. Entonces hoy no tenemos los recursos, no están llegando. Sería muy bueno tener hidrantes para la zona de montaña, o en algunos focos que están muy cerca de las casas, que con un buen hidrante se podría resolver.
¿Hoy no hay hidrantes trabajando en la zona? ¿De quiénes dependen?
Hay muy pocos y son muy pequeños, entonces no llegan a cubrir estos grandes focos que hay en la montaña. Algunos son del Sistema Nacional del Manejo del Fuego, o del SPLIF, que es provincial. Se está gestionando desde esas áreas, pero no se da abasto porque además que hay un incendio en la zona del Manso, en el Manzano, que se inició también en zona de montaña, y después otro que todavía está activo en la zona de Epuyén de hace dos o tres semanas. Entonces tenemos mucha necesidad de recursos porque hay muchos focos simultáneos en la Patagonia.
¿Qué opinas de las operaciones políticas y lo que están tratando de instalar algunos medios de comunicación que culpan o responsabilizan a las comunidades originarias de los incendios?
A mí me enoja mucho cuando buscan ese culpable afuera, sobre todo esa cosa política de buscar sacarse la responsabilidad. Acá el pueblo mapuche es parte de la comunidad. Por lo menos en la comarca andina y en toda esta zona, el mapuche es una persona más que trabaja, en el hospital, en la escuela, son las comunidades que están muy ensambladas con nosotros y podemos decir que, por lo menos las comunidades originarios mapuches son guardianas de la naturaleza y para nada están haciendo esto.
Sabemos que cerca del 99% de los incendios son de origen humano. ¿Por qué crees que pasa esto?
Sabemos que cualquier foco siempre está relacionado con humanos, salvo el que empezó en el manzano, que fue por un rayo, que es un caso en un millón, pero igual es por una falla de infraestructura. La mayoría tiene que ver con que alguno apagó mal el fuego, o hizo alguna intervención. Pero creo que, más allá de buscar correr la mirada, tenemos que saber que ante un incendio, que puede pasar en cualquier lado, hay que estar preparados, tener los recursos que se necesitan, que se puedan gestionar, un plan de contingencia, y en este caso también donaciones que lleguen a las personas realmente damnificadas. Todo esto se sabe, está muy identificado a nivel estatal, y por eso también pedimos que se articule con más rapidez ante la ausencia.
Lo que se observa, desde Buenos Aires, es una suerte de abandono del Estado ¿Cómo lo sienten ustedes?
Sí, totalmente, un silencio absoluto. Realmente nosotros, como estamos en la parte de ejecutar y accionar, vemos bastante poco los medios porque no tenemos tiempo, porque con suerte si tengo un rato me tiro a dormir. Pero lo que sí podemos ver a diario es lo que estamos haciendo entre la gente de acá y la gente que nos manda cosas desde afuera, donaciones, para que compremos equipamiento. Todo lo estamos haciendo los autoconvocados, los voluntarios de diferentes organizaciones que estamos acompañando a los compañeros del SPLIF y del Servicio Nacional que están trabajando, que a veces se quedan combatiendo por fuera de su turno, aunque estén cansados, para salir a ayudar a los vecinos, amigos y familiares. Todo eso lo estamos haciendo desde el pueblo, desde el pueblo argentino, pero no lo estamos viendo reflejado a nivel institucional.
¿Cuánta gente está trabajando en el combate de los incendios?
Para mí todos estamos trabajando, porque también quiero traer esto a la luz: muchos estamos adelante, hay muchos que salen a la primera línea del fuego, tanto sean los de SPLIF, como los que somos de comisiones de auxilios o brigadas. Pero después hay un montón de gente como la señora que está en su casa y prepara viandas para una brigada, los que estan cocinando de forma voluntaria y gratuitamente, o las mamás y los centros que están cuidando a los niños de todos los que estamos poniéndonos a disposición con el cuerpo. Hay mucha gente que está en esa red de sostén hermoso y que no se ve por la tele, pero es un sostén total.
¿Es decir que hay una red de trabajo colectivo, cooperativo, comunitario que es lo que hoy está reemplazando al Estado de alguna manera?
Exactamente, sí, que de hecho, nos estamos dando cuenta que, si el Estado no puede realmente gestionar lo que uno paga, quizás lo mejor es no pagar más algunos impuestos y poder gestionar esos recursos de otra manera. A veces pienso en eso, porque la gestión tiene que ser en tiempo y forma de la necesidad. Y ahí yo veo que está atrasado en los tiempos reales.
A pedido de la Brigada, dejamos el alias y CBU verificado donde pueden realizar donaciones y aportar para la compra de equipamiento: kit completo de mangas, acoples, lanza; motobombas; tanque bin transportable, etc.
CAEB.BOLSON
CBU: 0110246040024604906380