Son las primeras en el país y proponen revolucionar el trasplante de órganos en Argentina: qué son las máquinas de perfusión

El Hospital Argerich y el CRAI Norte de la Provincia de Buenos Aires realizaron dos trasplantes renales con una aparatología de última generación que ofrece grandes mejoras a la hora de realizar una intervención quirúrgica de este tipo. Las máquinas fueron adquiridas por el INCUCAI y podrán utilizarse en toda Argentina.

03 de octubre, 2023 | 00.05

Días atrás se realizaron en Argentina los primeros dos trasplantes renales con máquinas de perfusión adquiridas por el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), las cuales podrán ser utilizadas por todo el país. Ambos procedimientos resultaron exitosos y se llevaron a cabo en dos hospitales públicos: el Hospital Argerich de la Capital Federal y el CRAI Norte de la Provincia de Buenos Aires.

Uno de los trasplantes más frecuentes es el de riñones. Habitualmente los cirujanos los extraen del donante y luego comienza lo que se conoce como “cirugía de banco”, es decir, se perfunde el riñón, “se lava” a través de las venas y las arterias con una solución especial para preservarlo y se le coloca frío. Acondicionarlo de esta forma permite, por un lado, mantener sus funciones biológicas y, por otro, transportarlo hacia donde se encuentre la persona receptora del trasplante, muchas veces recorriendo largas distancias, incluso en avión. “Luego de la cirugía donde se conectan los vasos sanguíneos y se conecta el uréter, se reestablece la circulación y ese riñón empieza a funcionar en el receptor”, explica el Doctor Carlos Soratti, Presidente del INCUCAI, en diálogo con El Destape.

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¿Cómo es un trasplante con una máquina de perfusión?

Al implementar las máquinas de perfusión, luego de la extracción del órgano, el cirujano lo acondiciona para conectarlo a un sistema que también le perfunde una solución de preservación y frío. Según explica el Dr. Soratti, la principal diferencia con el método tradicional es que las máquinas permiten “una perfusión continua y de esta forma se puede medir el flujo, la presión y la temperatura de ese órgano de manera constante. Como consecuencia, esto mejora la vitalidad y viabilidad biológica de ese órgano”.

De todas formas, el Doctor aclara que, si bien sigue existiendo un lapso de isquemia fría, es decir, un tiempo en el que el órgano no recibe sangre, al tratarse de una perfusión constante y pulsátil de una solución fría, “las condiciones de ese riñón mejoran muchísimo para poder retomar la función en el organismo receptor”.

Las ventajas de usar esta máquina 

Las máquinas de perfusión permiten un mejor tratamiento y preservación del órgano durante ese periodo de tiempo en el que se encuentra fuera del donante y a la espera del paciente receptor.

En este sentido, poder contar con información exacta sobre el estado del riñón agiliza y facilita considerablemente la operación. Esto implica un gran beneficio dado que, a menudo, sucede que el paciente necesita un tiempo para asimilar el nuevo órgano y que este recupere su función, pero gracias a la máquina de perfusión ese escenario prácticamente desaparece. En palabras del especialista, brinda “garantías de que ese órgano está en buenas condiciones y eso hace que en el trasplante y en el post-trasplante, la función renal se recupere desde el primer momento”.

Otra ventaja de esta tecnología es que expande el abanico de órganos elegibles para trasplantar. Generalmente los riñones muy dañados quedan excluidos de la posibilidad de ser implantados, pero estas máquinas permiten recuperar y mejorar las condiciones biológicas del órgano, incluso de aquellos que hayan “sufrido”.

El Estado, clave en el desarrollo de la salud pública

Respecto al rol del Estado a la hora de acceder a estas máquinas de última tecnología, Soratti afirma que es fundamental su participación y que de otra forma sería imposible lograr estos avances. “La donación y el trasplante de órganos son procesos muy regulados en todos los países del mundo. Esto responde a que la disponibilidad de órganos siempre es menor que la necesidad de trasplante, por eso hay listas de espera. Por lo tanto, todos los sistemas de salud necesitan un Estado que regule los criterios con los cuales se asignan los órganos”, señala el Doctor y agrega que esos criterios deben garantizar el acceso, la equidad en el acceso y la calidad del procedimiento.

Asimismo, subraya la importancia de contar con un registro de cada uno de los procesos que conlleva un trasplante: desde el ingreso de un paciente a la lista de espera, los donantes, los órganos que se ofrecen, su distribución y finalmente la asignación de dichos órganos. “O sea, un registro que permita la trazabilidad donante-receptor para que garantice la confianza y la transparencia de estos procesos”, sintetiza.

A su vez, el Presidente del INCUCAI cuenta que las máquinas y las soluciones de preservación son costosas, el kit de entrenamiento para la puesta en marcha también lo es. Hizo falta entrenamiento de profesionales y técnicos, contar con una logística especial, por lo que “fue una enorme alegría para todo el sistema haber incorporado una tecnología que permite un salto de calidad en el proceso de trasplante”.

“Todo eso no sería posible si no hubiese un Estado. No hay otras formas de poder desarrollar programas de donación y trasplante en los sistemas sanitarios, si no hay una presencia reguladora no sólo para establecer normas, sino para fiscalizar y garantizar el acceso, la equidad y la calidad de los procedimientos”, concluye Soratti.

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