Los enfermeros entrerrianos esperan por una nueva ley que contemple su trabajo de la forma que consideran más justa y adecuada. Actualmente, su labor se rige por una norma de 2004, que ha quedado desfasada y que no tiene en cuenta diversos aspectos de un trabajo que se ha ido perfeccionando, de la mano de profesionales egresados de carrera de grado, que exigen el mismo reconocimiento que otros agentes del Estado.
En 2017, luego de varios años de lucha, la Legislatura le dio media sanción a una norma perfeccionada, que luego quedó trabada en las Comisiones de la Cámara de Senadores. Cuatro años después, confían en que la pandemia haya colaborado a que se visibilice el rol esencial que cumple este sector, tanto en la sociedad en general como en la salud en particular, y que ello sea el impulso final que precisa la iniciativa para hacerse realidad.
Debido a las diversas reformas introducidas en el último tiempo, la idea es ingresar un nuevo proyecto, que sea definitivo y que sintetice todas las demandas y requerimientos.
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Días atrás, enfermeros de Paraná cortaron el acceso al Túnel Subfluvial que une la capital con Santa Fe, con el objeto de que se escuche su reclamo. En una nutrida manifestación, los agentes solicitaron que se mejoren sus condiciones laborales y que haya una recomposición salarial acorde a su trabajo y sus expectativas. Si bien reconocieron algunos avances -por ejemplo, una paritaria sectorial diferenciada en el sector sanitario, como tienen los docentes- señalaron que aún están muy lejos que se cubran sus necesidades, muchas de las cuales quedaron al descubierto con el coronavirus y las angustiantes escenas con las que tuvieron que convivir por más de un año. En ese contexto, volvieron a pedir por una ley especial.
Mabel Varisco es licenciada en Enfermería y jefa del Área Covid del Hospital San Martín, principal nosocomio de la provincia. En contacto con El Destape, la especialista señaló que la actual norma que regula el trabajo de los enfermeros contempla dos tipos de trabajadores del sector: los profesionales y los auxiliares. Los primeros son los egresados de carrera de grado y posgrado -licenciados, magísters y doctores- y los segundos son un tipo que está en extinción, compuesto por aquellos que se hicieron especialistas en el oficio a través de un contacto diario con el sistema sanitario. Algunos eran, por ejemplo, ordenanzas, y terminaron aprendiendo la labor en el día a día.
"Nuestro primer reclamo es que haya un reconocimiento del título. Estamos hablando de personas que estudiaron y egresaron de una carrera de grado, como muchos profesionales que están en el Estado. Por eso mismo queremos que se desagregue el escalafón. No es lo mismo un enfermero que un licenciado en enfermería, que un magíster o un doctor. Tiene que haber una diferencia, necesariamente, que se vincule con las capacidades de ese agente", explicó Varisco. Agregó, luego: "A partir de allí se pueden enumerar varios ítems, que vienen siendo el caldo de cultivo de un malestar general, que ha motorizado diversos reclamos. No se reconocen los cargos, se paga muy poca antigüedad, se unifican los criterios para todos, ya sea para el enfermero de un piso como para uno de Terapia Intensiva, y los concursos son lentos y sumamente burocráticos".
Varisco trabaja hace 30 años en el Hospital. Considera que nunca se ha reconocido su labor, ni desde las condiciones ni desde el salario, pero confía en que la ley permita destrabar algunos reclamos: "Nosotros lo único que pedimos es un marco jurídico, un encuadre legal que nos contemple, que nos respete y que sea la guía para mejorar nuestra labor. Si trabajamos mejor, ganamos todos, porque mejora el sistema de salud. En 2017 tuvimos una recomposición importante, que nos ayudó muchísimo. Pero después de eso, siempre hubo aumentos por debajo de las expectativas. Hoy cualquier enfermero tiene dos empleos, por lo general uno en el sistema público y uno en el sistema privado. No tenemos tiempo para nuestra familia o para formarnos en lo nuestro, porque de lo contrario llegar a fin de mes es muy difícil".
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) consideran que el debate en torno a una Ley de Enfermería debe darse en conjunto entre el Ministerio de Salud, la Legislatura y los trabajadores. "En la paritaria sectorial nosotros planteamos la necesidad de nuclearnos todos en un espacio de debate serio y profundo, donde se aborden las diversas problemáticas alrededor de los agentes sanitarios. No es sólo lo salarial, para lo cual debe haber un presupuesto acorde, sino que también otros puntos que hacen a la necesidad de tener trabajadores en mejores condiciones, que colaboren a mejorar el sistema de salud. La pandemia vino a poner en evidencia muchas falencias. A su vez, dentro del área específica de la Enfermería, hay diversos pedidos. Si no logramos unificar todo en un solo proyecto, van a terminar presentándose cinco propuestas, con ideas distintas, con soluciones diferentes, que van a terminar naufragando en el Poder Legislativo", apuntó a El Destape, Esteban Olarán, secretario de Acción Política del Consejo Directivo del gremio.
Olarán señaló que ya existe un trabajo de debate en torno a la iniciativa que se considera la más apropiada para impulsar, que a su vez tiene marcadas diferencias con la de 2017: "Aquella fue una ley que se delineó casi sin consenso, con poco debate interno. Nosotros apostamos a una discusión seria y con todos los actores en la misma mesa, trazando un plan conjunto que ayude a mejorar en un aspecto integral el trabajo de los enfermeros. Hemos logrado algunas cuestiones puntuales, como que en determinados servicios su régimen sea de 6 horas. Pero necesitamos ampliarlo, sin reducción de sueldos, para que los agentes tengan más tiempo ocioso y de disfrute. Y lo salarial, en ese sentido no es menor. No podemos seguir naturalizando el pluriempleo, porque no sólo no es sano, sino que baja la calidad de la atención. No es lo mismo trabajar 6 horas que 14".
La Ley trabada en el Senado
La norma aprobada en 2017, que aún no tuvo tratamiento en el Senado, establece un marco regulatorio de la carrera para el personal específico de Enfermería en las dependencias del Ministerio de Salud de la provincia, que a su vez es la autoridad de aplicación. Sus objetivos son la prestación de un servicio "eficiente", así cómo "el interés de los trabajadores, la reivindicación de los principios que rigen la profesión y su alto valor dentro del sistema de salud".
En su artículo 5º, la ley establece dos tipos de agentes: permanentes y suplentes. Los primeros serán organizados, a su vez, "conforme a los principios de estabilidad en el empleo, capacitación y carrera"; mientras que los segundos lo harán "de acuerdo con las características de su servicio y conforme al instrumento administrativo que los vincule al Estado".
En su artículo 13º, por otro lado, se exponen los requisitos para ingresar a trabajar en el área, dentro de la salud pública: ser argentino nativo, por opción o naturalizado; aptitud psicofísica para el cargo, debiendo someterse a los exámenes previos que determine la reglamentación; ser mayor de edad y no exceder los 45 años; buena conducta; matrícula profesional otorgada por el Ministerio de Salud; Certificado de Antecedentes Penales vigente que acredite la inexistencia de antecedentes o proceso penal pendientes; resultar seleccionado según el mecanismo que corresponda y la existencia de una vacante.
Más adelante, la ley establece jerarquías por condición académica y por cargos dentro de los ámbitos de la Salud, entre otros puntos que aún no tienen resolución dentro del sistema sanitario.
Pese a ello, posteriores debates determinaron modificaciones a la norma. En algunos casos se sugiere eliminar algunos apartados, mientras que en otros puntos la recomendación es agregar elementos pendientes. Muchos de esos cambios fueron promovidos por la senadora provincial Nancy Miranda, electa por el departamento Federal. La legisladora, que conoce del tema por ser enfermera, fue la encargada de reunirse con todos los actores involucrados para mejorar la iniciativa. Como consecuencia, consideró que lo mejor fue tomar todos los aportes y trabajar en un nuevo proyecto.
"Nuestro objetivo es, en el corto plazo, destrabar dos o tres puntos que quedan pendientes, y darle estado parlamentario a la ley", explicó Miranda. En diálogo con El Destape, la senadora aseguró que existe voluntad política de los dos bloques del Senado -justicialismo y Juntos por el Cambio- y que hay respaldo del gobernador Gustavo Bordet y la vicegobernadora Laura Stratta: "De la elaboración formaron parte gremios y enfermeros, es decir, trabajadores y sus representantes. Motorizamos incontables instancias de diálogo y nos reunimos en mi despacho varias veces. No existe ningún tipo de elemento extra que esté trabando la norma".
La senadora despejó así dudas en torno a un posible conflicto que exceda los límites de lo estrictamente vinculado al proyecto: "No existe nada de eso. Hay algunos ítems que aún no encuentran su punto final, pero en los que estamos trabajando. Siempre hubo interés en avanzar con diálogo, democracia y consenso. Creemos que ha sido así. Naturalmente que, como sucede siempre, alguno quedará disconforme o esperará otra cosa, pero será la mejor ley con el mayor respaldo". Detalló luego que, en contacto con la Asociación de Enfermería, fueron los propios trabajadores quienes votaron por mayoría aquellos artículos donde había más de una opción: "La expectativa está puesta en presentar este proyecto pronto, para que pase a las Comisiones. A la par, le daremos un borrador a Diputados, para que vaya leyendo lo que se está discutiendo. La ley es necesaria y estamos trabajando para ello".