Estos son los electrodomésticos que generan mayor "consumo fantasma"

No lo sabías, pero estos aparatos con sólo estar enchufados, representan entre el 5 y el 10% del gasto energético de una casa.

07 de enero, 2025 | 14.15

El consumo de electricidad en los hogares es una cuestión fundamental, sobre todo al momento de pagar la factura de luz y llevarse la sorpresa de un monto exorbitante. Los llamados consumos fantasmas muchas veces son los responsables de una gran parte del gasto energético y seguramente no lo sabías. Se trata de cuando los electrodomésticos y dispositivos electrónicos siguen consumiendo energía aunque estén apagados o no se estén utilizando activamente. Si bien no es un gasto significativo individualmente, el impacto acumulado en toda la casa puede ser considerable.

¿Qué es el consumo fantasma?

Cuando apagás un electrodoméstico, lo primero que pensás es que dejas de consumir energía, pero la realidad es otra. Muchos aparatos continúan funcionando a pequeña escala, ya sea para mantener luces de estado, paneles LED, o sensores que se activan a la mínima orden. Este consumo continuo no es inmediatamente visible, pero impacta mes a mes en tu boleta de electricidad.

Se estima que los dispositivos en modo standby representan entre el 5% y el 10% del consumo total de una vivienda.

Los electrodomésticos que más gastan sin que lo notes

  • Televisores: A medida que las pantallas se hacen más grandes y complejas, su consumo de energía también aumenta. Un televisor de 43 pulgadas consume aproximadamente 43 Wh después de 1.000 horas de uso, pero los modelos más grandes, como uno de 65 pulgadas, pueden llegar a consumir hasta 123 kWh. Además, si el televisor está en modo standby, sigue consumiendo energía, aunque no lo estés usando activamente.

  • Heladeras: Las heladeras son los electrodomésticos que más energía consumen en una casa, y lo hacen de manera constante. Un equipo promedio puede consumir hasta el 24% de la electricidad de todo el hogar, y eso se incrementa si el electrodoméstico tiene pantallas LCD o funciones adicionales como la máquina de hielo. Para reducir el consumo, es recomendable asegurarse de que las puertas cierren correctamente y no estén expuestas a fuentes de calor.

  • Lavarropas y secarropas: Estos electrodomésticos también son grandes responsables del consumo eléctrico en casa. Aunque muchos usuarios tienden a no percatarse de su consumo en modo standby, estos aparatos pueden representar una porción significativa de la factura mensual. La recomendación es apagarlos completamente cuando no se estén utilizando, en lugar de dejarlos conectados a la red eléctrica.

  • Consolas de videojuegos: Aunque muchas veces se apagan, las consolas como la PS5, la PS4 y la Xbox Serie X siguen consumiendo energía cuando están en modo standby. Este consumo se eleva considerablemente si se usan para streaming de contenido, donde el gasto energético puede ser hasta 20 veces mayor que el de un televisor convencional.

  • Cargadores de celulares: Aunque su consumo individual es muy bajo, los cargadores de celulares pueden generar un consumo fantasma si se dejan enchufados sin estar en uso. En promedio, un cargador conectado sin el celular consume 0,0002 kWh por hora. Esto puede parecer insignificante, pero al final del año, el gasto puede llegar a ser más notable de lo que parece.

¿Cómo reducir el consumo fantasma?

Lo primero es ser consciente de estos consumos invisibles. A continuación, algunas recomendaciones prácticas:

  • Desenchufar los dispositivos: Lo ideal es desenchufar los aparatos que no estés usando, sobre todo aquellos que permanecen en standby como televisores, consolas de videojuegos o notebooks.

  • Usar zapatillas con interruptor: Conectando varios dispositivos a una zapatilla con interruptor, podés apagar todo de una vez cuando no se use, evitando que sigan consumiendo electricidad en modo de espera.

  • Elegir electrodomésticos eficientes: Siempre que sea posible, comprá productos con una calificación energética alta, como los que tienen la etiqueta A o superior. Esto puede marcar una gran diferencia en el consumo total a largo plazo.

En definitiva, la eficiencia energética no es solo una cuestión de ahorrar, sino de vivir de manera más responsable y sostenible.