Este lunes 1° de julio se conmemoran 50 años del fallecimiento del General Juan Domingo Perón, en ese entonces Presidente de la Nación, cuyo funeral se destacó como uno de los más icónicos y memorables en la historia argentina. Murió a los 78 años, a causa de un paro cardíaco provocado por el agravamiento de una cardiopatía isquémica crónica. Su partida conmocionó a gran parte de la ciudadanía, que llenó las calles para rendirle homenaje.
"Con gran dolor debo informar al pueblo del fallecimiento de un verdadero apóstol de la paz y la no violencia", anunció su esposa y sucesora, María Estela Martínez de Perón, a través de una cadena nacional organizada de urgencia horas después de su deceso. Inmediatamente después "Isabelita" le pidió a Norma Bailo, una de las últimas enfermeras que atendieron a Perón, que lo vistiera con uniforme militar para el funeral, "como a él le hubiera gustado". Así, Perón fue vestido con dicho uniforme durante el velatorio.
¿Cómo fue el velorio del expresidente Juan Perón?
Los restos del expresidente fueron inicialmente instalados en la capilla de la Quinta Presidencial de Olivos, donde permanecieron hasta la mañana del martes 2 de julio. Posteriormente, fueron trasladados a la Catedral Metropolitana.
En la Catedral, cercana a la Plaza de Mayo, se llevó a cabo una misa antes del impresionante cortejo hacia el Congreso Nacional, donde los restos fueron expuestos al público hasta el jueves 4 de julio. Se estima que 200.000 personas acudieron a rendirle homenaje. Asimismo, cerca de un millón de personas quedaron fuera del Congreso sin poder darle su último adiós. Unos 2.000 periodistas extranjeros cubrieron el evento.
Alberto Tamashiro, primer jefe de Hemodinamia en el Hospital Posadas y miembro del equipo médico de Perón, tuvo que suministrar formol al cadáver para que pudiera soportar el paso del tiempo y mantenerse intacto.
Durante el multitudinario funeral, el radical Ricardo Balbín pronunció un discurso recordado por su icónica frase y por dejar de lado las diferencias políticas para expresar sus condolencias.
"Este viejo adversario despide a un amigo", comenzó Balbín, dirigiéndose luego a María Estela Martínez de Perón: "Y ahora, frente a los compromisos que tienen que contraerse para el futuro, porque quería el futuro, porque vino a morir para el futuro... Yo le digo, señora Presidente de la República, los partidos políticos argentinos estarán a su lado en nombre de su esposo muerto, para servir la permanencia de las instituciones argentinas que usted simboliza en esta hora".