A las 13.15 del 1° de julio de 1974, el Teniente General Juan Domingo Perón falleció, según lo indicaron los médicos que lo habían estado cuidando en la Quinta de Olivos. Cerca de las dos de la tarde de ese mismo lunes, los medios de comunicación se enteraron de la noticia, y en cuestión de minutos, el país entero se sumió en uno de los duelos más significativos en la historia de Argentina al despedir al político más importante del país durante el siglo XX. En un nuevo aniversario del fallecimiento de Perón, te contamos como fueron sus últimos momentos y cómo luego el pueblo se despidió de él.
La última frase de Perón
Perón, a sus 78 años, no fue sorprendido por la muerte. En junio de 1974, contrajo una broncopatía infecciosa y su salud comenzó a deteriorarse gradualmente. El 12 de junio, unos días antes de su fallecimiento, Perón habló por última vez a la gente durante una movilización en la Plaza de Mayo convocada por la CGT. El discurso pronunciado desde el balcón de la Casa Rosada sonó casi como una despedida. En él, agradeció a la multitud por su apoyo en la Plaza y pronunció su célebre frase: "Yo llevo en mis oídos la más maravillosa música, que es para mí la palabra del pueblo argentino".
Con el avance de la enfermedad, Perón decidió seguir el consejo de los médicos y renunciar al poder. Así lo hizo el sábado 29 de junio, al verse impedido de ejercer la presidencia y tal vez con la intuición de que las cosas no podrían ser revertidas. En consecuencia, cedió el mando a su esposa, su vicepresidenta, quien también era conocida por su seudónimo artístico de sus días como bailarina: "Isabelita".
La madrugada del lunes 1° de julio fue agitada, con un empeoramiento evidente en la salud de Perón. Aún así, en la primera hora de la mañana, mostró cierta lucidez y pasó de la cama a un sillón. Poco antes de eso, el capellán del Regimiento de Granaderos a Caballo, el sacerdote católico Héctor Ponzio, estuvo en Olivos y le administró la extremaunción.
Según el relato de la enfermera Norma Baylo, quien lo estaba monitoreando cuando sufrió su primer paro cardíaco, Perón predijo su final: "Esto se acaba". Estas fueron sus últimas palabras alrededor de las 10.30 de la mañana del 1 de Julio, hace ya 49 años. Unas horas más tarde, sus restos fueron trasladados a la capilla de la Residencia Presidencial y, el martes 2 de julio, se llevó a cabo su multitudinario funeral en el Congreso de la Nación.
¿Cómo fue el funeral de Perón?
Más de un millón de personas se congregaron en el Congreso para despedir al General Perón, quien fue velado a cajón abierto durante casi tres días. Posteriormente, el 4 de julio, fue trasladado al Cementerio de la Chacarita. Después de 32 años, en 2006, su cuerpo fue llevado al Museo de la Quinta de San Vicente, adquirida por Perón en 1943.
Para preservar el cuerpo durante el velatorio, el doctor Alberto Tamashiro tuvo que inyectarle tres litros de formol de manera urgente. Durante ese tiempo, aproximadamente 200 mil personas pasaron frente al ataúd para rendirle homenaje.
Numerosos políticos, sindicalistas y figuras de diferentes ámbitos acudieron para expresar sus condolencias a la viuda de Perón y despedir al fallecido presidente. Incluso aquellos que no compartían las ideas del peronismo, como el histórico opositor Ricardo Balbín, se hicieron presentes.