Los cálculos de Milei, la orfandad en la política y la traición al agronegocio

LLA se comió al PRO pero teme el impacto nacional de una derrota en provincia de Buenos Aires. La fiesta de Punta del Este, la falta de dólares y la crisis del campo que apostó a Milei y ahora lo sufre.

04 de enero, 2025 | 20.01

Después de un año de ajuste impiadoso, Javier Milei mira encuestas que le sonríen. De acuerdo a la medición de Aresco de la última semana de diciembre, el presidente tiene una valoración positiva que llega al 57 % y un nivel de aprobación que se ubica entre el 52 y 53 %. Es el mismo nivel de adhesión que logró en el balotaje de noviembre de 2023, cuando arruinó el sueño presidencial de Sergio Massa. La diferencia es que el apoyo condicional que le habían otorgado los votantes históricos del macrismo se consolidó y hoy el ex panelista es el propietario exclusivo del voto de la derecha dura. 

Los números de Federico Aurelio indican que Milei se comió de un bocado a los votantes de Patricia Bullrich y se quedó además con la mayor parte del capital accionario de Mauricio Macri. El fracaso estrepitoso del ingeniero en el poder no generó huérfanos de la política, como los que había advertido Juan Carlos Torre tras la debacle del radicalismo: ahora, la mayoría se pintó la cara y encontró de inmediato una representación más nítida en Milei. 

El líder de la extrema derecha exhibe a nivel nacional una intención de voto que ronda el 40% sin proyectar indecisos y el PRO de Macri retiene apenas un 8%. Sin embargo, los datos de la consultora que el presidente recibe en forma semanal muestran una alerta para Milei. La criatura electoral de Macri resiste en Capital y provincia de Buenos Aires. En ese territorio, donde se concentra el 45% del padrón electoral, el PRO puede llevar a Milei a una derrota de trascendencia nacional. 

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Comparado con la elección de hace apenas dos años, el derrumbe del macrismo es fenomenal. Siempre según los números de Aresco, La Libertad Avanza hoy tiene una intención de voto de 30 puntos en provincia y el PRO, que retiene alrededor de un 10%, podría darle la victoria o arrastrar a Milei a una derrota ante el peronismo. 

En la Ciudad, el dramatismo para el partido que fundó Macri es absoluto porque corre riesgos de quedar tercero en su zona franca. Aresco le otorga al PRO un 23% de intención de voto, por debajo del mileismo (28%) y del peronismo de Leandro Santoro (25%). Son los datos que llevan a Macri a desertar de la competencia electoral en la cuna de su partido. El ingeniero podría perder con Bullrich o Manuel Adorni y hasta quedar detrás del radical Santoro. 

El apoyo a Milei es heterogéneo. Una parte de sus votantes se declaran incondicionales, pero otros están expectantes, con la demanda de que el nuevo año les permita mejorar su situación personal. El voto a Milei muestra una Argentina partida. Milei tiene saldo de imagen muy positiva entre los hombres, los menores de 35 años, los votantes del interior del país y los sectores medios y altos. Pero tiene saldo negativo entre las mujeres, los mayores, los sectores bajos y los votantes del AMBA. Aurelio advierte que el Gran Buenos Aires es el área crítica, con capacidad de generarle a Milei un efecto derrota en 2025. Es el principal argumento, tal vez el único, que tiene el ex panelista para acordar con Macri. Quienes conversan con él coinciden en que está dispuesto a sellar un acuerdo y le atribuyen a su entorno la mayor intransigencia. 

La irrupción de Milei, que nació de los escombros del sistema político, profundizó el sálvese quien pueda. Como el primo Jorge, la mayoría de los gobernadores quieren descolgarse de la elección nacional y buscan eliminar las PASO. La diferencia es que en provincia de Buenos Aires, Cristina Fernández da indicios opuestos a los del primer Macri y se perfila como candidata, un elemento que complica la autonomía de Axel Kicillof. Nadie sabe qué incidencia pueden tener las modificaciones en el sistema electoral, incluida la Boleta Única, en medio del derrumbe del sistema de partidos.

La euforia de Milei está acompañada por la fiesta de un selecto grupo de ganadores del modelo. La mayoría de ellos se reunieron para cerrar el año en el corazón del Valle Edén, al noroeste de Punta del Este. Reciclado en empresario de la energía, con intereses en el negocio del litio, José Luis Manzano invitó a un seleccionado de dueños a la inauguración de su línea de aceite de oliva premium al pie del Cerro Dos Hermanos. El nuevo accionista del Grupo América Gustavo Scaglione, el dueño de Pan American Energy Alejandro Bulgheroni, la embajadora de la marca País Bettina Guardia de Bulgheroni, el heredero del Banco Macro Jorge Brito, el dueño de Camuzzi Gas Pampeana Alejandro MacFarlane, Cristiano Rattazzi y el abogado corporativo Enrique Bruchou estaban entre los que disfrutaron de un encuentro con el sello de los noventa. Manzano le agradeció a Bulgheroni, que tiene desde hace años olivares en Uruguay, por haberlo impulsado a tener su propio aceite. 

El show de la superficie está apalancado en un esquema que presenta riesgos serios. En su último informe de 2024, Emmanuel Alvarez Agis dice que 2025 será el año del león, si el gobierno logra consolidar el escenario que proyecta: rebote de la economía, baja de inflación, recuperación de los ingresos y brecha en mínimos históricos. En ese escenario, dice el ex número 2 de Kicillof, La Libertad Arrasa. 

El problema es que la estabilidad de Milei es, al mismo tiempo, su talón de Aquiles: la baja de la inflación se asienta sobre el dólar planchado y depende de divisas que el gobierno no acumula en un esquema que tiene como misión principal el pago de la deuda y promueve la salida de divisas por vía de importaciones y turismo. El REPO -nueva deuda- que Luis Caputo y Santiago Bausili acaban de tomar por U$S 1000 millones a una tasa del 8,8% muestra que la ecuación no cierra. 

Para sostener el dólar atrasado, el gobierno necesita que las compañías privadas sigan endeudándose en dólares y vendiendole esos dólares al Banco Central. Agis sugiere que se trata de un esquema que Milei pretende sostener más allá de las elecciones. Una trampa como resultó la ficción contable que Domingo Cavallo bautizó como Convertibilidad. En ese escenario, Milei no tiene nada de disruptivo y vuelve a financiarse con deuda o préstamos del FMI. 
En medio de sus elogios a Milei, Cavallo abrió el año con advertencias. Remarcó que el Central acumuló muy pocas reservas netas y comparó el escenario actual con el que se abrió en febrero de 1999, cuando Brasil decidió una devaluación muy parecida a la de hoy. Según sus números, la apreciación exagerada del peso lleva a que Argentina sea hoy un 19% más cara que Brasil en dólares. En el corto plazo, el ex ministro de Menem y De la Rúa prevé más importaciones con daño para la industria, menos exportaciones y menos dólares en el BCRA. Su primera recomendación a Milei es salir del cepo en los próximos tres meses, algo que -admite- que el gobierno no lo va a hacer. Por eso, sugiere bajar las retenciones y reflotar el manual de reducir aportes patronales.


En tiempo récord, el modelo de Milei puso al agronegocio del lado de los perdedores junto con la industria, el comercio, la construcción y el turismo. El default de Los Grobo no es una situación excepcional. En un contexto global en el que China dejó de traccionar, caen los commodities y el dólar tiende a revaluarse, el gobierno argentino fija un tipo de cambio que pone al límite la ecuación de rentabilidad de un sector ultracompetitivo. Mientras Brasil crece y aprovecha la devaluación del real, Estados Unidos subsidia la producción y 2025 se perfila como un año en el que habrá sobreoferta mundial de soja. No es algo que no se podía prever. Son los temas que se trataron en agosto pasado en la cumbre mundial de AgriBusiness que se realizó en Orlando, con presencia de empresarios y directivos de entidades argentinas. 

La multinacional Cargill registra la ganancia más baja desde 2016 y decide despidos que ya pegan en Argentina. En el último año fiscal, la cerealera tuvo utilidades por  2.480 millones de dólares, mientras que entre 2021 y 2022 había declarado utilidades por U$S 6.700 millones. Para los actores más chicos, todo es peor.

Si se abraza a este modelo sin cambios y no anuncia cambios antes de los meses de cosecha, Milei puede profundizar la crisis en un sector en el que las grandes empresas no prevén aumentar inversiones, los pooles de siembra entran en zona de riesgo y los productores que alquilan sus campos -el 63% del total- empiezan a caer en un fuerte nivel de endeudamiento. El agronegocio, que presiona hace dos décadas por la baja de retenciones, ahora se queja de la reducción del Impuesto PAIS que beneficia a importadores y argentinos que vacacionan en el exterior. Si fuera por su situación actual y no por su ideología, el sector agropecuario tendría razones para manifestar su descontento como lo hizo bajo gobiernos peronistas. También para votar en contra del oficialismo en las elecciones de medio término. 

A las razones globales, se suman componentes locales como el  aumento de combustibles que encarece la logística y la combinación de un sobreestock de insumos para la cosecha 2023-2024 con un dólar alto con la liquidación con un dólar barato. El litro de glifosato, que  hace dos años se pagaba 12 dólares, hoy se paga 4. Según admiten en el mundo de las cerealeras, hoy el puesto más importante es el del director financiero de las empresas. 

El Ceo de Clarín Rural Héctor Huergo habla de tormenta perfecta y dice que el modelo cruje. La salida tampoco parece sencilla. En el año electoral, un acuerdo con el Fondo puede tensar todavía más la situación porque el acreedor privilegiado de la Argentina quiere dar de baja el dolar blend para que el Central acumule reservas. ¿El gobienro está pensando en darle un bono a los sojeros como hizo con las generadoras eléctricas? Es una propuesta que Caputo tiene sobre la mesa desde hace tiempo. 

No hay rubro que no sufra la crisis. En la ganadería, los datos del Instituto de Desarrollo Agropecuario Argentino (IDAA) son contundentes. En el último año, las exportaciones llegaron a un récord histórico y aumentaron 12.6% respecto al periodo anterior, pero la producción cayó un 7,1 % porque el consumo de carne se derrumbó 12,6% interanual y por primera vez fue más bajo que el consumo de pollo. Las exportaciones representan el 30% de la producción pero el 70% lo explica un mercado interno donde el consumo de carne por habitante bajó 7 kilos en un año y quedó por debajo de los 47 kilos anuales. Es una realidad que se traduce en despidos en los frigoríficos de todo el país. El IDAA está coordinado por Julián Dominguez. Para el ex ministro, el agronegocio no enfrenta una situación coyuntural sino que se ve afectado por la matriz de un modelo que Argentina ya experimentó con Martínez de Hoz, Menem y Macri.

La situación tiene un correlato político que ya se advierte con la renuncia del santafesino Roberto Mirabella al bloque de Unión por la Patria. Nacido en Rafaela, hombre de Omar Perotti y de excelente diálogo con las cerealeras, Mirabella argumentó que se iba porque el peronismo está tomado por las discusiones del AMBA y no representa su realidad. Es el dilema en el que está el peronismo de la zona núcleo desde hace años, pero hoy se extiende a todo el mundo del agronegocio, que está atrapado entre dos expresiones que no lo contienen. Ni el peronismo del AMBA ni tampoco el modelo de Milei, al que votaron en masa para huir del Frente de Todos. La orfandad política es el sentimiento que mejor los define. La Libertad Avanza privilegia al sector financiero y tiene una lista acotada de ganadores que se reúne en Punta del Este, sin presencia del ruralismo argentino.