El dengue es una enfermedad infecciosa transmitida por el mosquito Aedes aegypti que representa un problema de salud pública en Argentina, especialmente durante los meses de mayor calor. Aunque no se transmite de persona a persona, es fundamental conocer cómo proceder si presentás síntomas compatibles con esta enfermedad, ya que un tratamiento adecuado puede marcar la diferencia en la recuperación.
Si sospechás que tenés dengue, lo primero es estar atento a los síntomas más comunes: fiebre alta, dolor muscular y articular intenso, dolor de cabeza (especialmente detrás de los ojos) y erupciones en la piel. Ante la aparición de estos signos, es esencial evitar la automedicación, especialmente con antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina, que pueden agravar los síntomas.
En esta nota te contamos paso a paso qué hacer si tenés dengue, las medidas a tomar para controlar los síntomas y cómo contribuir a evitar la propagación de la enfermedad.
Qué hacer si tengo dengue: paso por paso
Paso 1: Consultar a un médico
El primer paso ante la sospecha de dengue es acudir a un centro de salud o médico de confianza. Un diagnóstico temprano es clave para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones como el dengue grave o hemorrágico. El profesional de la salud te indicará estudios específicos, como análisis de sangre, para confirmar el diagnóstico y evaluar tu estado general.
Es importante seguir todas las indicaciones médicas y evitar los medicamentos no recetados. En caso de fiebre o dolor, el paracetamol es el único antipirético recomendado. Además, se debe mantener un estricto control de los signos de alarma, que incluyen dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrado de encías o nariz y dificultad para respirar. Si alguno de estos síntomas aparece, es crucial buscar atención médica de inmediato.
Paso 2: Hidratación y reposo
Una de las principales complicaciones del dengue es la deshidratación. Por eso, es fundamental consumir abundante líquido, como agua, jugos naturales y bebidas rehidratantes, para mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo. Evitá las bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden empeorar la deshidratación.
El reposo absoluto es esencial para que el cuerpo pueda recuperarse. Durante los días críticos, evitá realizar actividades físicas intensas y asegurate de descansar lo suficiente. Si estás en contacto con otras personas, utilizá mosquiteros y repelentes para evitar que los mosquitos te piquen y transmitan la enfermedad a otros.
Paso 3: Prevención y control del entorno
Si tenés dengue, es importante contribuir a cortar la cadena de transmisión eliminando los criaderos de mosquitos en tu hogar y alrededores. Esto incluye vaciar, tapar o desechar cualquier objeto que acumule agua, como baldes, floreros, neumáticos o botellas. Recordá que el mosquito Aedes aegypti deposita sus huevos en recipientes con agua estancada, lo que facilita su reproducción.
Además, utilizá mosquiteros en ventanas y puertas, repelentes en las zonas expuestas del cuerpo y ropa que cubra brazos y piernas para evitar nuevas picaduras. En algunos casos, las autoridades sanitarias pueden realizar fumigaciones en áreas afectadas, pero recordá que esta medida solo elimina a los mosquitos adultos y no previene la reproducción.
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