Corrientes, la única provincia de Argentina que reconoció oficialmente dos idiomas: el guaraní se convirtió en la segunda lengua oficial junto al español. Esta decisión fue tomada en 2004, cuando se promulgó la ley 5598/2004, equiparando el estatus del guaraní al del español.
Aproximadamente 8 millones de personas en Sudamérica hablan guaraní, una lengua perteneciente a la familia Tupí-Guaraní. A diferencia del español, se trata de una lengua aglutinante y no tiene género gramatical en los sustantivos.
Al ser una lengua aglutinante, es decir, forma palabras a través de la combinación de diferentes elementos con significados específicos, posee una amplia creación de nuevas palabras. Además, el guaraní se caracteriza por tener una estructura gramatical relativamente simple en comparación con otras lenguas amerindias, lo que facilita su aprendizaje.
Además, el guaraní conservó expresiones y elementos culturales originales que reflejan la identidad cultural de sus hablantes. En Corrientes, esta lengua se promueve activamente en la educación, la administración pública y la señalización urbana, siendo un valioso patrimonio cultural para la provincia.
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El guaraní también cuenta con una rica tradición oral y literaria, que incluye numerosos mitos, leyendas y canciones populares. Esta tradición cultural enriquece la identidad de la provincia de Corrientes y promueve la preservación de su patrimonio lingüístico.
Cuál es la palabra del español que no se puede escribir
El idioma español es conocido por su rica y compleja estructura, pero a veces se encuentra con situaciones que desafían las reglas ortográficas. En esta ocasión, nos referimos a la peculiaridad de la combinación de los verbos "salir" en imperativo y el pronombre de dativo "le", que forman el imperativo de "salirle".
La Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) detallaron esta particularidad en su obra conjunta "Ortografía de la lengua española". Cuando decimos expresiones como "salir al encuentro" o "salir al paso", podemos encontrarnos con el imperativo "sal" seguido inmediatamente por el pronombre "le". Al unir estas dos palabras, se genera la secuencia fonética "salle", pronunciando dos eles consecutivas.
La ortografía del español no tiene una forma precisa de representar esta secuencia de manera correcta. En el sistema gráfico del español, no es posible tener dos eles consecutivas en una palabra, ya que el dígrafo "ll" tiene un sonido específico, representando el sonido palatal lateral sonoro /ʎ/. Por lo tanto, la mera unión de estas dos palabras, "salle", pronunciada con yeísmo, no se ajusta a las reglas ortográficas establecidas.
Por esta razón, se adoptó la costumbre de usar un guion para intercalar entre el verbo "sal" y el pronombre "le", escribiendo así "sal-le". Este recurso evita generar confusión o infringir las reglas ortográficas.
Aunque no es posible escribir la palabra "salle" de manera correcta, existen formas de evitar esta colisión de dos eles en la estructura de la frase. Podemos reemplazar el pronombre "le" por un sintagma preposicional, como "sal a su encuentro", o utilizar una construcción verbal que elimine la necesidad del imperativo directo, como "tener que salirle al encuentro".