En medio de la segunda ola del coronavirus y el aumento de los contagios, el Gobierno nacional, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), suspendió las clases presenciales mientras que, el Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta, en complicidad de la Corte Suprema, mantuvo la presencialidad en las escuelas porteñas. Sin embargo, un reciente estudio realizado por investigadores del CONICET y de diversos institutos de la UBA llegó a la conclusión que en contextos de alta circulación viral, la evidencia muestra que la interrupción de la presencialidad escolar contribuye significativamente a disminuir contagios, y por ende internaciones y fallecimientos.
"El disparador del estudio fue la resolución de la Corte que hablaba de la falta de evidencias en la suspensión de las clases y era importante construirlas y evidenciar las que ya existían", explico Guillermo Durán, matemático del Instituto de Cálculo, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y CONICET y uno de los coordinación del estudio, en diálogo con El Destape.
El informe se basó en los datos de contagios de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano de la Provincia de Buenos Aires que sugirieron que las medidas restrictivas tienen efecto, aún en un contexto de aplicación no sistemática de las mismas. Si bien es difícil aislar variables en contextos complejos, la interrupción de la presencialidad es una de las medidas con mayor impacto verificado según datos de otros países.
Ante un panorama ya previsible de expansión de los contagios, internaciones y fallecimientos -por razones estacionales, nuevas variantes virales, y las dinámicas del hemisferio norte - el cierre temporario de los establecimientos educativos mostró ser una herramienta eficiente para la reducción de contagios en la Argentina y en los países analizados, sugirió el informe.
"Negar que la presencialidad impacta en la curva de contagios es absurdo teniendo tanta evidencia".
En este marco, el científico remarcó que el estudio se centró en tres ejes: "Se analizó la curva de contagios tanto en el interior de la provincia de Buenos Aires, CABA y el Conurbano para analizar si existieron cambios en la curva de contagios; luego en qué pasó en otros lugares del mundo comparando con la Ciudad y el Conurbano; y por último la evidencia científica". "De alguna forma este informe sugiere que hay un impacto fuerte en el cierre de las escuelas en los contagios", remarcó e insistió que por lo tanto "negar que la presencialidad impacta en la curva de contagios es absurdo teniendo tanta evidencia".
Durán aclaró que si bien se trata de una restricción clave para frenar los contagios deber ser temporal. "Estas consideraciones por supuesto no desconocen que la educación presencial es mucho mejor, desde cualquier punto de vista, que la exclusivamente virtual, la cual presenta a su vez dificultades y a menudo reproduce y genera desigualdades, y por lo tanto no debe extenderse indefinidamente en el tiempo", advirtió el investigador.
El reciente informe fue realizado por el grupo de investigación del Instituto de Cálculos e Instituto de Ciencias de la Computación, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y CONICET titulado "El Impacto de la presencialidad escolar en los casos confirmados de COVID-19" y publicado en mayo 2021.
El impacto de la virtualidad en la circulación viral comunitaria del Conurbano bonaerense
La investigación hace un especial análisis en el impacto de la virtualidad en la circulación del virus en el Conurbano bonaerense tomando en cuenta todas las líneas de evidencia presentadas. "La virtualidad no sólo parece haber reducido notablemente los contagios en la franja etaria 5-11, sino que también redujo los casos en la población general, evidenciado por una pendiente negativa mayor, observada a partir del 22/04 en el Conurbano", asegura el estudio.
Este efecto es aún más notable cuando se tiene en cuenta que la presencialidad en CABA y en el resto de la Provincia de Buenos Aires (Interior PBA) fue muy reducida durante la semana del 19/04 al 23/04, detalla la investigación. Asimismo, los científicos coincidieron en que es necesario aclarar que es esperable que dicha disminución de la circulación viral en el Conurbano tienda a desaparecer con el tiempo, dada la constante circulación de personas (y generación de contactos) entre el Conurbano y CABA. La mezcla de dos poblaciones con incidencias diferentes siempre tiende a la homogeneización de las mismas.
La evidencia observada coincide con otras evidencias internacionales y podría resumirse en estos dos puntos:
- En un contexto de alta incidencia viral y con circulación comunitaria de variantes más contagiosas como B.1.1.7 (Reino Unido), P1 (Manaos) y el linaje C.37 (variante Andina), la escolaridad presencial conlleva mayor riesgo de contagio para niños, niñas, adolescentes y docentes en comparación con la escolaridad virtual.
- La suspensión temporal de la educación presencial disminuye la circulación viral comunitaria y, aún en un contexto de casos a la baja, produjo una disminución más veloz y pronunciada de la cantidad de casos confirmados en el Conurbano. Este efecto fue claramente distinguible a pesar de que CABA y el resto de la Provincia de Buenos Aires, que no pasaron a educación virtual, no tuvieron un alto porcentaje de presencialidad durante la semana del 19/04 al 23/04.
Es que, los investigadores observaron los casos totales de COVID-19 desde el 6 de abril, día que se decretó la restricción horaria a partir las 23 en AMBA ya que CABA permitió una hora más y notaron que la curva de infectados creció pese a la medida. Luego, el 13 de abril, con la nueva restricción en la circulación desde las 20, se observó que la curva de contagios presentó una meseta en un nivel alto. Pero para al 28 de abril, luego de aplicarse la virtualidad escolar en el Conurbano, los cambios fueron notables: la cantidad de positivos fue de un 30% menos que los registrados el 22 de abril, fecha del inicio de las clases virtuales. Sin embargo, se vio un notable contraste con la CABA que no acató el DNU y continuó con las clases presenciales: en la Ciudad solo descendió un 3% el nivel de contagios tras el inicio de las clases virtuales que Larreta no quiso llevar a cabo.
El estudio sobre el impacto de la presencialidad escolar constó en tres partes
Los investigadores analizaron el impacto de la presencialidad escolar sobre la pandemia en el ámbito del AMBA y el estudio constó de tres partes:
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Situación de la pandemia en la Provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires producto de las últimas restricciones y en particular de la presencialidad o virtualidad de las clases.
En un contexto de alta cantidad de casos, la suspensión temporal de la educación presencial en el Conurbano a partir del DNU presidencial disminuyó la circulación viral comunitaria y produjo una disminución más veloz y pronunciada de la cantidad de casos confirmados en el Conurbano en comparación con CABA y el resto de la Provincia de Buenos Aires, donde se mantuvieron las clases presenciales.
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Análisis sobre las métricas utilizadas en diferentes países para decidir la suspensión temporal de la presencialidad escolar
Se observa que la decisión de reiniciar clases presenciales con el comienzo del ciclo lectivo a fines de febrero y principios de marzo en CABA y PBA se realizó con niveles de incidencia compatibles con la escolaridad presencial según los criterios utilizados en algunos de los países analizados. En el momento del decreto presidencial que determinó la suspensión temporal de la presencialidad en CABA y el Conurbano, la incidencia se encontraba muy por encima de los niveles máximos sugeridos para escolaridad presencial en los países analizados.
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Análisis pormenorizado de la bibliografía actualizada que analiza el impacto epidemiológico de la escolaridad presencial.
Existe evidencia científica internacional indicando que la suspensión de la presencialidad escolar puede ser una herramienta efectiva para disminuir la circulación comunitaria del virus, en particular cuando es combinada con medidas complementarias de intervención no farmacológica.