En el marco de la tercera ola del COVID-19 en la Argentina que en las últimas 24 horas registró casi 10 mil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 13 fallecidos, desde el Gobierno porteño adelantaron que avanzan en la reducción de aislamiento de contactos estrechos vacunados con esquema completo (de dos o tres dosis). Lo confirmó el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, quien detalló que están dialogando con el Gobierno nacional para definir el nuevo protocolo.
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"Nosotros veníamos trabajando hace días en qué posibilidades de reducir aislamiento obligatorio de contacto estrecho de vacunados con esquema completo y venimos dialogando con el gobierno nacional. Vamos a escuchar a los expertos y que el Gobierno haga un propuesta nacional con ejes rectores y luego cada jurisdicción adapte ese marco general a su situación concreta local y operativa", adelantó Quirós este martes en conferencia de prensa.
Este martes se lleva adelante una reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA) que reúne Ministerio de Salud nacional y las 24 jurisdicciones junto con expertos y asesores de Epidemiología en el que se tratarán los próximos pasos a seguir en el marco de la nueva ola del COVID-19 en todo el país teniendo en cuenta el avance del Plan Estratégico de Vacunación que, según confirmó Vizzotti, la semana registró una de las mejores en cantidad de vacunas aplicadas desde el inicio de la campaña: 2.527.715 dosis. Es decir 389.946 personas iniciaron su esquema, 494.906 lo completaron y 1.642.863 se aplicaron la adicional o refuerzo.
Cuándo bajarán los casos
Por otra parte, Quirós remarcó que la tercera ola que comenzó a causa de la variante Delta y continúo con la Ómicron, causante del estallido de casos, está ascendiendo rápido ya que las infecciones son de corta duración. En este sentido, pronosticó cuándo se producirá un "quiebre" de la tercera ola. "La Argentina y los porteños en particular tienen un grado de vacunación muy alto. En la Ciudad, el 86% tiene dos dosis y el 23% está con refuerzos. Eso hace que tengamos números enormes de casos, pero naturalmente con menos gravedad y mucha menos necesidad de internación", destacó.
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Y remarcó que "las proyecciones tienen cierto grado de inexactitud", y evalúa que en tanto "diciembre ha sido un mes de muchísima interacción social y enero siempre tiene menos. Entonces, hay un factor a favor de que la curva haga cierto quiebre en enero". "Por otra parte, la variante Ómicron que circula en la actualidad, tiene una curva que suele ser menos ancha, dado que sus ciclos de replicación son más cortos" y concluyó: "Ambos factores indican que esta curva debiera ser menos ancha que las que hemos visto. Veremos si (el quiebre del aumento de contagios) se da en enero o entre enero y febrero".
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