En un mundo en el que casi ningún sector social escapa a la desconfianza generalizada, los científicos gozan de buena reputación y la ciencia es valorada como medio para mejorar la calidad de vida de las personas. Al menos, según los resultados que arroja la nueva Encuesta sobre Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología que acaba de darse a conocer.
Diseñada, ejecutada, procesada y analizada por el equipo técnico de la Dirección Nacional de Información Científica del ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, la iniciativa es continuación de la serie impulsada por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Interamericana e Iberoamericana (Ricyt) para indagar sobre opinión pública e interés social.
De acuerdo con esta nueva pesquisa, realizada mediante un cuestionario online semiestructurado a través de Instagram y Facebook desde el 10 al 30 de mayo de 2023, que fue respondido por unas 8000 personas de 16 años o más residentes en localidades de más de 2.000 habitantes de todas las provincias, la ciencia y la tecnología son valoradas positivamente como medio para mejorar la calidad de vida, promueven más beneficios que riesgos, y deberían ser más financiadas por el Estado (nacional y provincial) y las empresas.
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“En la última gestión hicimos dos encuestas: una nacional y una provincial –explica Eduardo Mallo, ex subsecretario de Estudios y Prospectiva–. La idea era empezar a vincular lo que efectivamente piensan los habitantes del desempeño de sus propias instituciones de ciencia y tecnología con lo que sucede en el territorio para coordinar lo que se trabajó en el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología sobre desarrollo provincial y regional, y ver cuál sería la estrategia de comunicación para fortalecer lo que venían trabajando los gobiernos de las distintas jurisdicciones. Eso, en el contexto actual, es ciencia ficción”.
La metodología online se eligió para no perder representatividad provincial, ya que hay asimetrías dentro del propio sistema y entre zonas. “Hay áreas de mucho desarrollo, y otras de menos –dice Mallo–. Este tipo de indagación nos permitía trazar una correlación más fina con las necesidades particulares de cada zona. Definitivamente, lo que se ve es el apoyo impresionante que tienen la ciencia y la tecnología argentinas entre la población. Estamos hablando de un promedio de más del 80% tanto en el nivel nacional como provincial. Todos están orgullosos de su ciencia y comprenden que es lo que funciona”.
Aunque solo 3 de cada 10 encuestados conocen una institución que se dedica a hacer investigación y desarrollo en el país (en el nivel nacional, las más conocidas son el Conicet, el INTA, la UTN, el INTI, INVAP y la UBA, entre otras, y las universidades presentes en cada jurisdicción), más que 8 de cada 10 valoran que exista un organismo de gobierno dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología. La percepción pública es que “la verdad” la ofrecen los científicos, cuya palabra es la más autorizada, la más respetada.
“Un tema para destacar cuando se piensa en la producción de datos para la toma de decisiones, es la continuidad, fundamental para poder mirar tendencias –concluye Mallo–. Los números discretos, sueltos, no sirven. En el caso de la Encuesta de Percepción Pública, durante el macrismo no se hizo, o sea que nos atrasamos dos años. Pero lo que muestran estas indagaciones hasta ahora es que cada vez más la gente percibe a la ciencia y la tecnología como motores del desarrollo”.
Los resultados de las encuestas anteriores pueden consultarse en https://www.argentina.gob.ar/ciencia/indicadorescti/documentos-de-trabajo/popularizacion