Covid y dengue: con niveles muy bajos de vacunación, pocas compras y ausencia de campañas

A pesar de los notorios descensos en las coberturas, no se está atendiendo la prevención de riesgos importantes 

19 de agosto, 2024 | 00.05

En general, las metas de vacunación establecen que para lograr el denominado “efecto rebaño” [por el cual los inmunizados en una población evitan la transmisión de virus y protegen a los que no pueden vacunarse], las coberturas deben llegar al 95%; es decir, el  95% de los individuos del grupo objetivo debe recibirlas. Ese porcentaje puede variar de acuerdo con la meta que se intente alcanzar, pero está claro que para disminuir la letalidad y morbimortalidad de una infección, son indispensables altas tasas de vacunación. Sin embargo, y a pesar de todos los informes que alertan sobre tasas notoriamente menguantes en materia de cobertura vacunal, no se advierten iniciativas para revertir esa tendencia. 

Solo para mencionar dos casos, el diseñador gráfico especializado en visualización de datos Andrés Snitcofsky publicó en la red social X los resultados de su pedido de información pública sobre compras de vacunas contra Covid y dengue, y en ambos los números son muy bajos o inexistentes. Además, no hay iniciativas oficiales en medios de comunicación que recuerden la importancia de inmunizarse.

“El 11 de junio de este año hice un pedido de información al Ministerio de Salud de la Nación, pero nunca me respondieron –cuenta Snitcofsky, que sigue de cerca el tema, desarrolla las visualizaciones del Indice de Confianza y Acceso a las Vacunas, de la Fundación Bunge y Born, y también colabora con el observatorio de vacunas contra Covid de Poder Ciudadano (https://vacunas.poderciudadano.org/)–. De manera que reclamé ante la Agencia de Acceso a la Información Pública y finalmente me llegaron algunos datos”.

Snitcofsky detalla que desde la asunción del nuevo gobierno hasta ahora ingresaron al país solo 766.080 dosis de la vacuna antiCovid. “Lamentablemente no discriminan cuales son pediátricas –cuenta–. Pero para que se den una idea, en el rango de los mayores de 50, que deberían aplicarse una dosis cada seis meses, hay siete millones de personas; por lo que esa cifra corresponde a una vacuna cada diez personas. Del gobierno anterior quedaron cuatro millones de dosis, pero no sabemos de qué tipo, si corresponden a las ‘antiguas’ bivalentes’ ni su fecha de vencimiento. Y eso sin contar que nacen aproximadamente 500.000 chicos por año, por lo que al menos 250.000 necesitarán su primera dosis en estos 6 meses, y muy probablemente unos 500.000 sus segundas dosis”. 

Cabe recordar que aunque la OMS declaró a mediados de 2023 que el Covid-19 dejó de ser una "emergencia sanitaria mundial", eso no significa que haya desaparecido. De hecho, en las últimas semanas Europa y los Estados Unidos registran ascensos de alrededor del 20% en los casos de esta enfermedad que además del cuadro agudo puede dejar secuelas importantes. 

Con respecto a la vacuna disponible contra el dengue, el grueso de la población se la aplicó en marzo de 2024, aunque la vacuna estaba disponible en noviembre. Además, se requieren dos dosis, pero mientras los primeros que se la administraron parecen haber completado el esquema, muchos no se dieron la segunda. ¿Campañas en medios de comunicación? Ausentes. 

(Gentileza Andrés Snitcofsky)

Fuentes del Ministerio de Salud de la Nación informaron que “Se está avanzando en el plan de vacunación focalizada según las recomendaciones de la Comisión Nnacional de Inmunizaciones (Conain), en zonas con mayor incidencia de casos y en coordinación con las provincias”. En mayo, la Conain había decidido que por el momento la vacuna debería aplicarse a personas de 15 a 39 años en departamentos priorizados de acuerdo con su situación epidemiológica

“Se dará inicio por etapas con la población de 15 a 19 años y se avanzará de manera dinámica, progresiva, y escalonada de acuerdo con la disponibilidad de vacunas y según las estrategias ya implementadas por las jurisdicciones. Es fundamental el comienzo antes del período de mayor circulación viral a fin de completar el esquema previsto y la priorización de la población seropositiva, desde lo comunicacional, en las jurisdicciones seleccionadas”, establecieron. 

“Aún no sabemos qué pasará en la próxima temporada, pero seria deseable que el Ministerio de Salud comience a vacunar pronto –comenta la viróloga de referencia en dengue Andrea Gamarnik, de la Fundación Instituto Leloir–. La idea era comenzar en agosto para llegar a fin de año con la gente vacunada”.

Según fuentes del citado organismo, “ya se inició la compra y se está avanzando en coordinación con las provincias del NOA y el NEA para la distribución”. Estas serían Catamarca, Chaco, Corrientes, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos y Formosa. Sin embargo, por ahora, en las provincias no hay novedades sobre las vacunas y algunas están negociando directamente con el laboratorio que la comercializa.  

También se espera una decisión de la Conain sobre la conveniencia de incorporar la vacuna contra Covid al calendario nacional de vacunación y “en función de eso se hará la evaluación”, informaron desde el Ministerio, que a pesar de contar con una vacuna desarrollada y fabricada en el país, que ofrece excelente protección, está prácticamente desprovista de efectos adversos y es mucho más económica, la Arvac Cecilia Grierson, optó por seguir adquiriéndolas a un laboratorio extranjero.  

Entre las principales conclusiones del quinto y último “Índice de confianza y acceso a las vacunas” de la Fundación Bunge y Born (https://2aae479d-fbd5-403b-ac51-fd029db4d92f.usrfiles.com/ugd/2aae47_c5204f1feae74723b4e213b473f16031.pdf) surge que la confianza está un 9% por debajo de los valores de 2019, que el acceso cayó un 2,2%, y que los más jóvenes y los más adultos son los que menos confían y menos acceso tienen. Una respuesta que sorprende es que dos de cada diez encuestados afirma haber recibido la recomendación de no vacunarse del propio médico. La pandemia no parece haber ayudado. A pesar de la celeridad con la que se desarrollaron y de que salvaron millones de vidas, las redes sociales “vitalizaron” también gran cantidad de malos entendidos. Entre ellos, que la enfermedad induce inmunidad mas fuerte que la que otorga la vacunación, sin pensar que la infección tiene riesgo de internación y muerte; en cambio, la vacuna da muy buena inmunidad [casi] ‘sin riesgo’, suele explicar la doctora en bioquímica y especialista en vacunología de la Universidad Nacional de La Plata, Daniela Hozbor. De allí que sea imprescindible el rol proactivo del sistema sanitario. 

Como escribe el virólogo, investigador del Conicet y exrector de la Universidad Nacional de Quilmes Mario Lozano, en su libro de reciente aparición Vivir apestados. Una historia de nuestra convivencia con los virus (y como serán sus próximos ataques), publicado por Editorial Siglo XXI: “Recordemos que una pandemia empieza con una sola persona infectada. Una sola”.