Ciencia y salud: qué proponen referentes de los distintos espacios

Los convocó la Red Argentina de Periodismo Científico; participaron todas las fuerzas menos La Libertad Avanza

05 de octubre, 2023 | 21.11

Con eje en la federalización, la fragmentación del sistema sanitario y los bajos sueldos de médicos e investigadores, referentes de los diferentes espacios que compiten por acceder a la presidencia convocados por la Red Argentina de Periodismo Científico discutieron sobre las políticas científicas y sanitarias que deberían encararse en los próximos cuatro años. Estos temas no están incluidos en el próximo debate presidencial para las elecciones 2023. El encuentro se prolongó durante más de cuatro horas en una sala del Anexo de la Cámara de Diputados y solo estuvo ausente La Libertad Avanza, el partido encabezado por Javier Milei.

En la primera parte, dedicada a las políticas científicas, participaron Pablo Di Chiara (Ministro de Ciencia y Tecnología de Córdoba, en representación de Hacemos por Nuestro País), Fernando Peirano (actual titular de la Agencia I+D+I, por Unión por la Patria), Juan Winograd (docente de matemática, por el Frente de Izquierda) y Sandra Pitta (biotecnóloga del Conicet, por Juntos por el Cambio).

En el segundo segmento, que versó sobre las estrategias en salud, expusieron Arnaldo Medina (rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche y presidente de la Asociación Argentina de Salud Pública, por Unión por la Patria), Hernán Seoane (decano de la Facultad de Medicina de la UCA, por Juntos por el Cambio), Alejandro Lipcovich (delegado gremial del Hospital Garrahan, por el Frente de Izquierda) y Francisco Fortuna (legislador de Córdoba, por Hacemos por Nuestro País).

Los expositores se alternaron en el uso de la palabra, por momentos estuvieron picantes, pero evitaron las agresiones ad hominem y destacaron la importancia de lo público en ambas esferas; incluso, en salud hubo puntos de coincidencia entre diferentes espacios.

Ciencia

“Estamos convencidos de que la soberanía radica en el talento de nuestros investigadores –abrió Di Chiara–. La ciencia y la tecnología son insumos indispensables para el desarrollo productivo. Tenemos que actuar sobre los talentos que tenemos, pero sobre todo pensar en los que vamos a tener. Y para generarlos necesitamos políticas públicas”.

El representante de Hacemos por Nuestro País enfatizó en que es necesario darles mayor relevancia a las jurisdicciones provinciales: “Que no se trate solamente de distribuir el presupuesto en 24 partes, sino que las decisiones se tomen también en las provincias, que haya una inteligencia colectiva”, afirmó. Y planteó una meta ambiciosa: no sólo expandir el sistema científico e incorporar equipamiento, sino también llegar al 2% del PBI de inversión en ciencia involucrando al sector privado.

Peirano, por su parte, subrayó que ningún problema se podrá afrontar con menos ciencia, tecnología e innovación. “El punto de partida en 2019 fue muy triste –destacó–: se había cuestionado la razón de ser del sistema científico, pero lo dimos vuelta y hubo recuperación de becas, ingresos, programas como ‘Equipar’ y ‘Construir Ciencia’, se adquirieron equipos por más de 180 millones de dólares, se hicieron más de 30.000 evaluaciones… También se promulgaron las leyes de economía del conocimiento, de bio y nanotecnología, del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef)… Se realizaron acciones vinculadas con el género, con los becarios iniciales, se desarrolló una vacuna argentina contra la Covid”.

Hacia el futuro, consideró que se necesitan políticas explícitas para frenar el éxodo de recursos humanos y que hay que implementar la evaluación ex post. “Cambiar no es destruir, crecimiento es transformación –dijo Peirano–. Los sistemas son como un avión en vuelo: hay que hacer cambios graduales, porque no podemos aterrizar. Hay que darle más recursos a cada investigador, mejorar el equilibrio presupuestario entre lo básico y lo aplicado. El método es invertir y evaluar”. También consideró que hay que darle mayor peso al Ministerio de Ciencia y Tecnología como coordinador, porque hoy la función ciencia y tecnología está distribuida en siete ministerios diferentes.

Pitta, que dijo conocer muy bien el sistema científico porque había trabajado en distintas dependencias, salió al cruce diciendo que la situación es “bastante desastrosa”. “No puede la ciencia ser motor del desarrollo si no hay una economía ordenada”, opinó.

Entre lo positivo mencionó que “el sistema sigue siendo meritocrático y tenemos muy buenos científicos”. Entre lo negativo, que los salarios son muy bajos porque se expandió mucho la planta, pero no los recursos y eso desincentiva. “Los subsidios son lentos, se demoran años y cuando los recibimos no sirven para nada –lamentó–.

El sistema de evaluación no es transparente, ni el del Conicet ni el de la Agencia. Hay ausencia de datos abiertos, no se puede auditar. Tenemos un gran problema en el sistema de importaciones y hay exceso de burocracia”. Y más adelante agregó: “El sistema científico es antimercado y anticapitalista. No hay incentivos reales para que se articule entre lo privado y lo público”.

Acerca de lo último, Peirano refutó: “Cuestionar la transparencia es poner en duda la calidad y legitimidad de la ciencia argentina y puedo asegurar que cada peso que se invierte da y rinde cuentas”.

Winograd atacó tanto la gestión de Juntos por el Cambio como del Frente de Todos. “Venimos de ocho años de ajuste –dijo en su intervención–. El retroceso no lo enfrentaron ni el kirchnerismo ni el peronismo, sino los científicos precarizados del Conicet. Hoy un becario apenas llega a cubrir la canasta de pobreza. Le es imposible mantener una familia. Es imprescindible reconocer los derechos de los trabajadores y aumentar los salarios. Tiene que haber un control de los mecanismos por los que se seleccionan a los investigadores. Y nos tenemos que preguntar si el desarrollo de la ciencia va a ser en función de las necesidades del mercado o de la sociedad. Necesitamos producción pública de medicamentos, preocuparnos por las enfermedades endémicas, la crisis habitacional, el acceso al agua… En cambio lo que se ve son semillas transgénicas, algún resultado de clonación, todos asociados con sectores económicos rentables para el mercado”.

Con respecto a la estructura del sistema científico-tecnológico, Pitta exigió que se modernice. “En los últimos 40 años se aprobaron muchas leyes y hay que ver si esos organismos cumplen con su función. Hay que promover una interacción ágil entre los distintos componentes del sistema –reclamó–. La vinculación con el sistema productivo tiene que ser más virtuosa. El sistema científico local tiende más a la oferta que a la demanda. Y hay un punto muy importante: no puede ser que la Argentina esté por fuera del sistema internacional de patentes”.

Winograd, por su parte, dijo que la ciencia tiene que vincularse más con las necesidades populares. “Quiero que el sistema científico esté menos con Bioceres y más con los pueblos fumigados, con las luchas ambientales –afirmó–. Más con los que sufren y menos con las corporaciones. Debería vincularse más con el sistema educativo. Hay que darle voz a los trabajadores de la educación”.

En materia de medidas concretas, Winograd propuso imponer el estatuto del científico en formación, aumentar el presupuesto por impuesto progresivo a las grandes fortunas, el no pago de la deuda con el FMI, liberar las patentes (“la apropiación privada del conocimiento es una aberración”, dijo) y tender a un desarrollo científico que sirva a las necesidades sociales.

Pitta planteó que demonizar al sector privado nos hace daño, igual que hacerlo con el sector público, y consideró que los ejes para el futuro deberían ser la transparencia y la simplificación de la burocracia. “Haría auditorías muy exhaustivas, especialmente de la Agencia –sostuvo–. Fomentaría la transferencia de tecnología y trataría de fortalecer el sistema con gente que estuviera realmente capacitada, y pudiera escribir un plan coherente de ciencia y tecnología. No como el que acaban de aprobar que es el todo y la nada misma. El énfasis en la federalización es importantísimo. Cada provincia tiene su particularidad, esto tiene que ser prioridad. Creo en las patentes –insistió– y promovería que la Argentina se uniera al tratado internacional de patentes”.

Y lanzó: “Estamos llorando y lamentando la aparición de un candidato que dice querer cerrar el Conicet, pero no hicimos ninguna autocrítica de porqué apareció ese individuo. Pido autocrítica, no solamente estar enojados con el votante de Milei”.

Cultivos de ajo en el centro experimental del INTA , en Mendoza

Peirano aclaró: “Quienes piensan que tenemos una política antimercado no tienen diálogo con las empresas: ellas no quieren un Conicet privatizado ni tener que hacerse cargo de las cosas que hace bien el Estado. Es falsa la idea de que el Estado quiere hacer todo. En la Argentina está plenamente vigente la ley de patentes. Todos los viernes pido el estado contable [de la Agencia I+D+I] y me voy a mi casa sabiendo que no le debemos un peso a nadie. Creamos la auditoría interna de la Agencia, a cargo de la Sigen, así que esa idea de falta de transparencia no es cierta. Les pediría que nos informemos a fondo, ya que esa es la mejor manera de mejorar el sistema. Quiero señalar que nosotros sabemos, y podemos proponer y cumplir. Ya lo mostramos. Cumplimos con los 12 puntos de nuestra plataforma escrita, como vamos a hacer con Sergio Massa. Es la mejor manera de defender la ciencia argentina e incluir a todos en la economía del conocimiento, que hoy es la tercera fuente genuina de exportaciones en dólares”.

Interrogada por los asistentes sobre cómo piensa realizar los cambios que propone si el espacio que representa ya recortó drásticamente el presupuesto para ciencia e incluso eliminó el ministerio del área, rebajándolo a secretaría, Pitta respondió: “No quiero entrar en el análisis de los presupuestos. A mí me parece que lo importante es lo real, es lo que se hace. Para mí es lo mismo que Ciencia sea ministerio o secretaría. El ministerio era lindo para tenerlo, pero el Conicet quería tener sus propias políticas”.

Salud

Hubo consenso en que el sistema sanitario enfrenta desafíos complejos; el mayor de ellos, la fragmentación. Pero surgieron divergencias a la hora de plantear cómo resolverlos. Aquí, una síntesis de las ideas principales de cada referente.

Lipcovich (Partido Obrero):

  • “El gran drama de la salud en nuestro país es el creciente problema de la privatización. El sistema cruje por todos lados. No se cubren las vacantes en las residencias”.
  • “En las últimas cinco décadas se profundizó la fragmentación, no se pueden tomar decisiones centralizadas y el resultado es que las condiciones de trabajo son penosas, insoportables.
  • “Se necesita un replanteo integral, con salarios y condiciones adecuadas, incluyendo a profesiones denigradas, como la enfermería”.

Fortuna (Hacemos por nuestro país):

  • “La salud pública es una competencia provincial, pero la pandemia nos enseñó que es muy importante la articulación para dar una respuesta eficiente, no solo en los momentos de crisis, sino en los de mayor tranquilidad”.
  • “Necesitamos una mesa de diálogo para establecer las prioridades, basándonos en las buenas experiencias que tenemos, como el Consejo Federal de Salud (Cofesa, integrado por los ministros del área de las 24 jurisdicciones)”.
  • “Tenemos que abordar el problema del capital humano, modificar los sistemas de remuneración, analizar los problemas de las especialidades críticas y formar en la medicina general para dar respuesta en la atención primaria de la salud”.

Arnaldo Medina (Unión por la Patria):

  • La fragmentación es la madre de todos los problemas. En nuestro caso es doble: no hay ningún país que tenga tantas cajas de obras sociales como la Argentina y tenemos un sistema orientado a atender lo agudo, donde la población acude directamente a las especialidades. Enfrentamos una profunda crisis de talento humano”.
  • “Para revertir la fragmentación, estamos trabajando en una propuesta de ley para reformular la estructura del Cofesa: con [el diputado] Pablo Yedlin creemos que tiene que estar incluido el sector privado”.
  • Nuestro sistema de salud es de acceso universal, pero tiene diferencias por provincias y regiones. Es necesario abordar esto con un plan nacional de calidad utilizando nuevas tecnologías. No hay motivo que justifique que una persona tenga que ir a a las 4 de la mañana a buscar un turno”.
  • “Un tema a abordar son los nuevos profesionalismos. El futuro de la salud en nuestro país depende mucho de la enfermería: tenemos 48 enfermeros cada 10.000 habitantes, cuando en países del norte de nuestra región son más del doble”.

Hernán Seoane (Juntos por el Cambio):

  • “La falta de acuerdos básicos generó un mosaico heterogéneo de instituciones que brindan atención de la salud. Esto tiene consecuencias en términos de cobertura e indicadores.
  • “Hay mucho por hacer para resolver las inequidades que existen en nuestro territorio. Los estadios en que hacemos diagnóstico de cáncer de mama difieren no solo por jurisdicción, sino también por tipo de cobertura.
  • “Necesitamos un acuerdo federal de salud para llegar a una solución de fondo. Tenemos que proyectar las necesidades de nuestro sistema para el futuro. Y transformación digital para tener mayor cantidad de datos que permitan profesionalizar la gestión”.

¿Cómo proponen superar la fragmentación en salud?

Medina:

  • “Es imposible volver el tiempo atrás: el sector privado existe en todos los países del mundo. La forma de integrar es brindarles a todos los argentinos un mismo modelo de atención. Los países que tienen un equipo de salud de cabecera, con responsabilidad nominal de la población, tienen mejores resultados, incluso en lo económico. Necesitamos más médicos generalistas, clínicos y pediatras. Pero también más enfermería de prácticas avanzadas que pueda hacerse cargo del seguimiento de personas con cuadros crónicos”.
  • “Hoy, la tecnología nos puede ayudar. Hay 17.450 centros de atención primaria de la salud. Tenemos que crear centros regionales ambulatorios. Hay que pensar mucho antes de construir hospitales; la telemedicina puede bajar a la mitad las consultas de guardia”.
  • “Es imprescindible acortar las carreras, integrar las residencias e incentivar las especialidades críticas”.
  • “Se necesita un fondo para enfermedades poco frecuentes y medicamentos de alto precio”.

Seoane:

  • “Dentro del subsector público, hay que fortalecer el Cofesa y trabajar en la integración no solo entre la Nación y las provincias, sino también dentro de las propias jurisdicciones provinciales. Tenemos que coordinar los financiamientos para evitar la duplicación”.

Lipcovich:

  • “Debería planificarse atendiendo a las necesidades generales. Hay que terminar con la idea del lucro privado en la salud. Los recursos deben redireccionarse. Los presupuestos se recortaron y nadie plantea que es necesario reforzar los presupuestos en salud. Hay que desmantelar el entramado político empresarial”.

Fortuna:

  • “En Córdoba creamos el consejo provincial de salud. Tenemos 427 municipios y comunas, y 26 departamentos; la atención está municipalizada. La idea es avanzar en esta línea”.