Como estaba previsto, acaban de anunciarse las propuestas ganadoras de la convocatoria a “Proyectos de Redes Federales de Alto Impacto”. De las 149 propuestas que se presentaron, se seleccionaron 23 redes formadas por 81 grupos de investigación, que contarán con un financiamiento de hasta un millón de dólares por proyecto a lo largo de cuatro años (250.000 por año) o el equivalente en pesos al momento de hacerse efectivo.
Abarcan temas como la biotecnología aplicada a la salud; la biodiversidad y el desarrollo sostenible; la transición energética; la agrobiotecnología; el proceso de memoria, verdad y justicia; atmósfera, tierra y espacio; hábitat y desarrollo social; y desarrollos en micro y nanotecnología.
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La convocatoria se había lanzado a principios de este año con la intención de promover la investigación científica y tecnológica de excelencia en temas “de relevancia estratégica” y a impulsar la conformación de colaboraciones entre grupos más experimentados y otros más “jóvenes”. También se contempló la perspectiva de género: al menos uno de los grupos de cada red debía estar dirigido por una investigadora mujer o una persona que no fuera un varón cis.
El llamado respondió a una necesidad imperiosa que venían planteando los científicos: con los montos usuales de que disponen para solventar sus investigaciones, es casi imposible competir en el escenario internacional. A tal punto, que cuando se envía a evaluadores independientes del extranjero proyectos locales, a estos con frecuencia les cuesta creer que se soliciten presupuestos ínfimos en dólares para realizarlos.
Durante el lanzamiento, el Secretario de Articulación del Ministerio de Ciencia, Juan Pablo Paz, explicó que este programa tiene un propósito dual: por un lado, darles herramientas a los grupos más consolidados, que son capaces de producir ciencia de la más alta calidad, para que aborden problemas y proyectos más ambiciosos, y al mismo tiempo estimularlos a que realicen investigación en áreas relacionadas con las prioridades que fija el Estado Nacional a través del Plan Nacional de Ciencia. También, promover el surgimiento y crecimiento de nuevos equipos en zonas de menor desarrollo relativo del país, para que también allí haya núcleos de calidad.
Los postulantes debían integrar redes de tres o cuatro grupos, con criterio federal. En las de tres grupos, por lo menos uno debió acreditar la más alta calidad y reconocimiento internacional, y tuvo que vincularse con por lo menos otro de reciente formación y menor experiencia. En las redes constituidas por cuatro grupos, al menos dos debían tener el más alto reconocimiento y vincularse por lo menos con otro que todavía estuviera en formación. Además, no más de dos de cada red podían estar radicados en el AMBA y al menos uno debía pertenecer a una zona de menor desarrollo relativo; es decir, que no estuviera ni en la Ciudad de Buenos Aires, ni en la provincia de Buenos Aires, ni en la de Córdoba, ni en la de Santa Fe, ni en Bariloche.
La alegría entre los ganadores fue unánime. “La convocatoria estuvo muy bien pensada y los proyectos financiados son muy interesantes”, opinó Alex Fainstein, de la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto Balseiro, que coordina un proyecto para desarrollar aplicaciones de la fotónica en comunicaciones.
La selección de las propuestas se hizo mediante dos jurados: el primero eligió 30 finalistas y el segundo, compuesto por 15 miembros, se ocupó de entrevistar en forma presencial y virtual a cada uno de los coordinadores entre el 5 y el 14 de julio. De aquí en más, se hará una evaluación de medio término a los dos años de iniciado el trabajo y una a su finalización.
“Cuando un Estado decide apostar a la ciencia y la tecnología está invirtiendo en un modelo de país –dijo el ministro Daniel Filmus–. Necesitamos que proyectos como estos tengan continuidad, para que puedan florecer con toda la fuerza y que justifiquen esta inversión para tener un país soberano y en el que la gente viva con dignidad”.
Y Paz agregó: “Hoy más que nunca es necesario promover la excelencia y la ciencia de primer nivel (…) Estoy convencido de que con esta primera convocatoria sembramos la semilla de algo bien hecho”. El ministro también expresó su intención de que los acuerdos se firmen a la brevedad, durante este mes, para que los científicos y científicas puedan empezar a trabajar en los mismos cuanto antes.
Algunos proyectos ganadores
- Red-Inmuno-Galectinas, coordinada por Gabriel Rabinovich. Propone desarrollar una inmunoterapia antitumoral que represente una oportunidad para la mayoría de los pacientes con cáncer (incluso para aquellos en estadios avanzados) a partir del estudio de las galectinas y su potencial terapéutico.
- ViroSenAr, coordinada por Omar Azzaroni. Intentará crear biosensores de antígenos virales rápidos y portátiles para la detección de virus zoonóticos emergentes y responsables de enfermedades desatendidas que afectan la salud humana, en particular en la Argentina, donde casi no se producen kits de diagnóstico y deben importarse.
- RIESaS. Coordinada por Raúl Becchio. Se propone identificar los impactos de la explotación de salmueras sobre los recursos hídricos y alternativas para intensificar el proceso productivo de compuestos de litio disminuyendo la cantidad de pasivos ambientales.
- AgroBiotecAR. Coordinada por Raquel Chan. Trabajará en mejorar el rendimiento y la tolerancia al stress de los cultivos de soja, arroz, tomate, vid y cítricos para obtener plantas de interés agronómico con características mejoradas para la producción y beneficiosas para el ambiente, utilizando estrategias innovadoras que puedan dar lugar a patentes.
- CapCO2. Coordinada por Laura Cornaglia. Propone producir materiales optimizados, y modelar/simular su aplicación en procesos industriales para lograr la captura selectiva de dióxido de carbono (CO2) en el sitio de generación, y su posterior conversión en combustibles sintéticos. Las tecnologías de captura, almacenamiento y conversión de CO2 no sólo contribuyen a la mitigación de las emisiones de gases de invernadero, sino que permitirían generar diferentes productos con valor agregado.
- FEVA. Coordinada por María Mercedes Di Virgilio. Intentará comprender la dinámica del mercado de viviendas en alquiler en ciudades de la Argentina, caracterizando agentes que configuran la oferta y la demanda para hacer un diagnóstico riguroso, actualizado y de carácter federal que permita la definición de políticas públicas.
- CONATURAR. Coordinada por Sandra Díaz. Abordará las problemáticas de biodiversidad y desarrollo desde una perspectiva integral y plural. Estudiará la relación humano-naturaleza desde las perspectivas innovadoras de la biodiversidad funcional y las Contribuciones de la Naturaleza para la Gente (CNG). Además, se propone crear capacidades institucionales y recursos humanos para estudiar y manejar las problemáticas ambientales y el desarrollo desde una perspectiva integral, algo indispensable para trazar políticas públicas.
- ReFeDE-Ar. Coordinada por Andrea Gamarnik. Plataforma de trabajo interdisciplinaria para desarrollar nuevos métodos de detección de patógenos de importancia sanitaria en la Argentina y la región, como dengue y Zika, enfermedades parasitarias de transmisión sexual y gastrointestinales que afectan a las infancias.
- Red2PASus. Coordinada por Esteban Jobággy. Este proyecto se enfoca en el diseño de paisajes agrícolas que sean más sustentables. Es decir, crear, evaluar e implementar pautas de rediseño de los paisajes agrícolas de la Argentina destinados a incrementar la magnitud y valor de su producción reduciendo a la vez su degradación ambiental y los perjuicios que acarrean sobre los habitantes humanos y no humanos del territorio.
- REDICAM. Coordinada por Andrea Llera. Se centrará en el estudio del cáncer de mama desde la perspectiva de la medicina de precisión aplicada a la salud pública y enfocándose en la diversidad de ancestrías que existen en la Argentina. Una de las metas es confirmar si, efectivamente, las mujeres del norte del país tienen mayor riesgo de desarrollar tumores de mama HER2+, hipótesis que surge de estudios que mostraron una mayor proporción de estos tumores en poblaciones de Colombia y Perú.
- RAVINEI. Coordinada por Osvaldo Podhajcer. Trabajará para generar por ingeniería genética cuatro vacunas contra SARS-CoV-2, influenza, fiebre amarilla y chikunguña. Esto podría tener un fuerte impacto en salud pública, reduciendo la morbilidad y mortalidad causada por esos patógenos.