La Policía de la Ciudad detuvo a un abusador de 21 años acusado de atacar sexualmente a una adolescente de 15. Para dar con el sospechoso, la Policía descifró una carta con símbolos que la víctima, con mucho miedo, le entregó una oficial durante una visita de protocolo y donde contaba toda la verdad.
A principios de junio, una adolescente se presentó en la comisaría 4D del barrio porteño de Barracas donde denunció ante la policía haber sido víctima de un abuso sexual. En ese momento, la chica de 15 años aseguró que el atacante habría sido un compañero de colegio pero también dijo que no conocía su nombre. Con esos pocos datos, la causa quedó en manos de la Fiscalía en Primera Instancia en lo Criminal y Correccional número 5 a cargo del Dr. Texanos quien pidió la colaboración de la División contra Grupos Vulnerables y Trata de Personas que instrumenten las medidas necesarias para dar con el paradero del abusador.
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A partir de allí y tras empezar la investigación, los oficiales fueron autorizados por la Justicia para entrevistarse con la familia de la víctima. Cuando los oficiales se acercaron a la vivienda, la madre de la adolescente les aseguró que la menor “no quería hablar”. En ese momento y a escondidas, la chica se acercó a una oficial de la Policía de la Ciudad y le entregó una carta cifrada y el código para descifrarla. En el texto, la víctima les pedía que no contaran a su mamá ya que sólo confiaba en la policía.
Después de analizar los símbolos y su decodificación, los efectivos de la policía pudieron traducir el texto que llevaba como título: “abuso”. “Esta es la verdad, yo sí me fui a ver con él como dice el chat pero porque él me dijo ‘vamos a tomar mates’. Nos encontramos, todo bien hasta ahí”, comenzaba el escrito. “Llegué a la casa y cuando se me estaba haciendo la hora, o sea las 9, el horario en que mi mamá me dio y ahí fue que empezó todo”, continuó el relato de la víctima. “Le dije que me quería ir y me dijo que no me podía ir. Le pedí que me dejara ir, que ya era hora”, sigue el relato. “Él llavió (cerró con llave) la puerta y me dijo ‘ya es tarde, no te podés ir’, en ese momento ya estaba asustada y le dije ‘si me tengo que ir’, contó la víctima. “Él me miró, no dijo nada, se dio la vuelta y puso música de Romeo Santos a todo volumen, en ese mismo instante él se me fue acercando y yo le dije que se alejara…”, siguió contando. Luego, la víctima describió el padecimiento que sufrió durante el ataque sexual y el nombre del atacante.
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Con los detalles de la carta, los investigadores lograron establecer que la víctima y su atacante se encontraron en la calle y el recorrido que hicieron hasta llegar al domicilio donde la adolescente fue encerrada y abusada. Con esos datos, la policía también supo que la menor no denunció el nombre de su agresor hasta ese momento ya que había sido amenazada y por miedo, había mentido en su primera denuncia policial. Con los datos recabados por la policía, lograron identificar la casa del acusado y también sus movimientos.
La investigación reveló que el joven tiene 21 años y que usaba un nombre falso en las redes sociales para no ser identificado. Además, detectaron que también utilizaba un nombre falso en el barrio. Con estos datos, la policía identificó la casa del sospechoso y la Justicia ordenó la inmediata detención. Ahora, buscan establecer si el cambio de nombre tanto en la vida diaria como en las redes tiene que ver con la posibilidad de que el atacante esté prófugo por otros delitos.