Tres directivos del macrismo fueron apartados de su cargo en la Unidad de Información Financiera (UIF), uno de los órganos utilizados por la gestión anterior para perseguir a los funcionarios de los gobiernos kirchneristas. Los hombres de Mariano Federici, quien hoy se dedica a la inteligencia empresarial, son el ahora exdirector de Análisis Lucas Reboursin, señalado por haber frenado un informe sobre la cerealera Vicentin, quien fuera jefe de Colaboraciones Internacionales, Lucas Pandolfo, y el hasta ayer jefe de Prensa y Comunicación, Rafael Manzanares.
Roboursin comandaba la dirección de Análisis y además de haber intervenido en investigaciones contra Cristina Kirchner, también fue señalado por impedir la difusión de la información del blanqueo 2016 o la demora del informe sobre Vicentin, según publicó LPO. El comercio de granos y aceites es un tema que Carlos Cruz, titular de la UIF, analiza hace años y fue uno de los primeros tópicos que se pusieron a investigar apenas iniciada la gestión, lo que derivó en la querella presentada en la causa por la cerealera. Pandolfo trabajó con Federici en el Fondo Monetario Internacional y fue el encargado, hasta hoy, de recibir información internacional para las investigaciones. Rafael Juan Diego Manzanares Spertini, fue el jefe del departamento de Comunicación Estratégica y Prensa.
Desde el organismo que conduce Cruz dejaron trascender que estos apartamientos no afectarán de ningún modo el funcionamiento de las direcciones en cuestión ni la operatividad de las áreas de Análisis, Comunicación o de Colaboración internacional. Muy lejos de lo que sugirieron algunos medios opositores, que buscaron poner en jaque la capacidad de la UIF alegando disoluciones.
Según pudo saber El Destape, durante los primeros meses de gestión se armó un modelo para mejorar el funcionamiento de todo el equipo de trabajadores, con una serie de capacitaciones, para arribar a la decisión de prescindir de empleados que ingresaron durante diferentes gestiones, no sólo el macrismo. En ese camino, ya se había adelantado la existencia de firmas de convenios con universidades, pedidos de currículum vitae, exámenes y entrevistas para el ingreso de personal nuevo.
Como contó este medio, la conducción del organismo evitó copiar las prácticas PRO. Esas por las cuales, apenas asumieron, comenzaron a despedir trabajadores sólo por haber votado contrariamente a sus intereses o haber ingresado con gestiones anteriores. Por eso, aseguraron que los lineamientos de política criminal se rigen en el marco de las políticas de Estado y a partir de recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional. No en base a vientos políticos.
De hecho, se revirtió la política macrista de centrarse sólo en casos de corrupción para ampliar la visión y cumplir con la misión de investigar los delitos complejos financieros, con mayor perjuicio al Estado. Las prácticas del Gobierno anterior pusieron a la UIF en una situación delicada ante la evaluación internacional que tendrá lugar en octubre de 2021 y es una de las preocupaciones centrales de la gestión.