El liderazgo del presidente del bloque de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), Rodrigo de Loredo, se puso en cuestionamiento luego del cambio de voto de cinco diputados del espacio que impidieron que la Cámara de Diputados lograra los dos tercios necesarios para ratificar la ley vetada por el presidente Javier Milei, que otorgaba un aumento a las jubilaciones. El escándalo político puso en el centro de la escena a la UCR y se recalienta la crisis interna.
En este marco, De Loredo evitó hacerse cargo de la crisis del radicalismo en Diputados al plantear que “no tomó bien” el apoyo de los diputados radicales al veto de Milei y que trabajó “para que no sucediera”. Aseguró que con estas situaciones “caen en contradicciones, porque los mismos que la impulsaron anteriormente tuvieron comportamientos indisciplinados de bloque”, cuestionó.
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Y sentenció: “Yo no estuve de acuerdo ni antes -con lo que hicieron con la Ley Bases- ni ahora. Somos un partido con identidad de razonabilidad, no estamos ni en un extremo ni en otro y depende el tema podemos tener una opinión u otra”, detalló y aclaró: “Pero todos estos quilombos inclinan nuestra balanza y adquieren una vidriera que es superior”.
En este sentido, la diputada radical Carla Carrizo cruzó a de Loredo y anticipó que puede "haber un reacomodamiento" de su espacio y lo responsabilizó por los cinco diputados que votaron a favor del veto de Javier Milei. "En radicalismo todo se discute y el poder es súper volátil", apuntó y confirmó que "está en cuestionamiento la modalidad de gestión porque si eso ocurre es porque alguien no supo concentrar la acción colectiva, protegemos un poco a todos, porque en el problema no son estos cinco, que fue pésimo, el problema es que lo miro al país y en la sociedad no le gustó y es el daño que le puede hacer al radicalismo para su estrategia competitiva en la nación".
En tanto, de Loredo prefirió cuestionar al presidente de la UCR, Martín Lousteau, y aseguró que “actúa con honestidad intelectual de lo que él piensa”, pero que es “errático con el rumbo que le da a la conducción del partido”. “Yo se dónde estoy, de dónde vengo y en dónde estuve siempre, después que cada uno explique la coherencia de su trayectoria”, cuestionó.
En este sentido, definió dos cosmovisiones en la UCR que están en tensión: "Una ultra oposición, con morfología porteña o del AMBA, y tiene una explicación electoral, que da la paradoja que no gobierna, gobierna poco y nada, y otra mirada de un radicalismo mayoritario que tiene un perfil más productivo, económico, una aceptación absoluta y total del horizonte de equilibrio fiscal porque gobierna, tiene 5 gobernadores y 170 intendentes radicales, eso conforman las dos perspectivas"-.
"La conducción del radicalismo no las está sabiendo administrar. Agrede, las exhibe y hace que tenga quebraduras expuestas", criticó y vaticinó que deberán tomar una definición y aceptar realidades distritales en sus estrategias electorales.
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Por último, el legislador hizo referencia a las críticas del titular del bloque del PRO, Cristian Ritondo, quien emitió cuestionamientos contra su espacio durante la sesión que acompañó el veto presidencial a la actualización jubilatoria. "No comprendí cuál era su planteo. Nos dio lecciones de unificación de bloque y veo que en el Senado vuelven a votar distinto que Diputados, y en la misma sesión, Álvaro González votó en contra de lo que votó el presidente del PRO. Me pareció imprudente y no entendí bien a qué refería", sostuvo.