La Secretará de Inteligencia del Estado (SIDE) mileísta, con sus vicios de otros tiempos, va tomando forma. Este jueves, el presidente Javier Milei oficializó la designación de 3 directores de las nuevas 4 agencias descentralizadas de la SIDE. Tras la asignación de 100.000 millones de pesos para gastos reservados, se publicó su nombramiento en el Boletín Oficial. Así, entraron en funciones y con carácter de “ad honorem” Alejandro Colombo, un exespía que revistó en los servicios de inteligencia durante el menemismo y el macrismo, y el comisario retirado de la Policía Federal Alejandro Cecati, que fue jefe de la custodia de Mauricio Macri cuando era presidente. Colombo estará a cargo de la agencia dedicada a la inteligencia “exterior”, el Servicio de Inteligencia Argentino (SIA), mientras que Cecati estará a cargo de la inteligencia interna, la Agencia de Seguridad Nacional (ASN). También fue nombrado el matemático Ariel Waissbein en la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC). Resta que se conozca quién comandará la División de Asuntos Internos (DAI), para cuyo cargo suena un juez federal.
El nombramiento del exespía Colombo y del expolicía Cecati implica el retorno a la SIDE de agentes de fuerzas de seguridad, de militares o de espías que estaban retirados, un ensayo que ya se demostró que no arroja buenos resultados. “No todos los que llevan armas saben hacer inteligencia. Hay una costumbre de poner oficiales del Ejército o marinos de alto rango cuando el ámbito de aplicación de la inteligencia militar y la inteligencia civil es distinto aunque el principio de funcionamiento y el ciclo de inteligencia sea el mismo para ambos”, explica el magíster en Defensa Roberto López a El Destape.
A este cuadro se suma que Juan Bautista Yofre, el exjefe de inteligencia del menemismo e impulsor de la tesis “Memoria completa” con la que se busca beneficiar política y judicialmente a genocidas condenados por crímenes de lesa humanidad, fue nombrado en la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI). Yofre llegó a estar procesado por hacer espionaje ilegal contra funcionarios de los gobiernos kirchneristas.
MÁS INFO
Los nuevos directores de la SIDE: pasado menemista y vínculos con Macri
A través de dos Decretos de Necesidad y Urgencia publicados en el Boletín Oficial el 16 de julio pasado, Milei disolvió la AFI y restauró la sigla “SIDE”. Una semana después aumentó el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia en 100.000 millones de pesos, que otorgó para gastos reservados, un apartado que con este vuelco de dinero pasó de ser marginal a comprender ahora alrededor del 75% de la plata que administra toda la Secretaría de Inteligencia, que dirige Sergio Neiffert. En esos DNU Milei dividió la SIDE en 4 áreas que denomina “descentralizadas”, que son casi un calco del organigrama que ya existía en la Casa de los espías pero cuyo diseño revela una vez más la penosa idolatría que tiene con Estados Unidos, a quien pretende imitar. Este jueves se oficializó a quienes estarán al frente de 3 de esas agencias. No faltan quienes creen que esta reestructuración se realizó para justificar el giro de los 100.000 millones de pesos extra.
Alejandro Colombo, a cargo del Servicio de Inteligencia Argentino (SIA)
La SIA pretende ser una especie de CIA local. Según informó el gobierno, esta agencia “tendrá entre sus funciones la recopilación de información estratégica alrededor del mundo, así como también la cooperación con agencias de inteligencia aliadas para la prevención y la disuasión de amenazas a nuestro país”. Al frente está un viejo conocido de SIDE: Alejandro Colombo.
Colombo estuvo décadas en el servicio de Inteligencia. Entre otros cargos, fue delegado de la SIDE en Madrid y en Roma donde tejió un vínculo cercano con el cardenal Jorge María Mejía. Estando en Roma, durante el menemismo, tuvo un episodio vinculado a la causa AMIA. Al tiempo del atentado estuvo involucrado con la declaración de un brasileño, Wilson dos Santos, que se presentó en Milán avisando que iba a haber un atentado. En el gobierno de la Alianza fue repatriado y destinado a la base que entonces tenía la SIDE en Bariloche. Durante el kirchnerismo se terminó jubilando. Antes de eso, como publicó dos décadas atrás Pagina 12, el cardenal Mejía ofició por él ante el entonces ministro de Justicia Gustavo Béliz para que pudiera seguir en España. En 2010, como publicó el mismo medio, Colombo fue parte del gobierno porteño que comandaba Macri.
Por eso no debió sorprender que Colombo retornase a la agencia de inteligencia cuando Macri llegó a la Casa Rosada. En 2016 estuvo al frente de la Dirección Operacional de Inteligencia Exterior de la AFI. Justamente, el área que ahora se descentraliza y se instaura como agencia. Con el cambio de gobierno volvió a dejar La Casa de los espías. Y volvió, una vez más, a prestar servicios con Milei. Ahora con cargo de director y al frente de la CIA local.
De custodio de Macri a comandar la Agencia Nacional de Inteligencia
La Agencia de Seguridad Nacional (ASN) busca copiar a la NSA estadounidense y trae incluso el águila en su logo. A cargo de esta agencia quedó el comisario general retirado de la Policía Federal, Pablo Cecati, quien fuera el jefe de la custodia presidencial durante el gobierno de Macri. La función de esta área descentralizada es la de advertir “de forma temprana y generar información sobre delitos federales complejos dentro del territorio nacional”, informó la Casa Rosada. Era lo que en la AFI se conocía como la Dirección Operacional de Interior.
Según pudo reconstruir El Destape, Cecati además de custodiar a Macri también fue parte durante el menemismo de la custodia del entonces ministro de Interior Carlos Corach. Cuando Macri dejó la presidencia desde su entorno pidieron por él al gobierno de Alberto Fernández para que no lo reubiquen en un destino “desfavorable”.
Por su rol durante el macrismo, Cecati declaró como testigo en la causa en la que se investigó el espionaje ilegal de la AFI macrista a los familiares de la tripulación del ARA San Juan, donde Macri fue procesado en primera instancia. El 11 de noviembre de 2021, Cecati declaró en el juzgado federal de Dolores donde tramitaba esa causa. Entonces explicó que durante el macrismo fue “Director General de Protección de Estado. Era una dirección que tenía a cargo varias custodias, la del Presidente de la Nación, de la Sra. en ese momento Vice Presidente, la del Jefe de Gabinete, Ministra de Seguridad, y Secretario de Seguridad, además la comisaría de Casa de Gobierno, y después nos asignaron la seguridad externa de la Residencia de Olivos”. En el procesamiento del expresidente en ese caso, el juez federal de Dolores, Martín Bava, resaltó: “Si bien los testimonios de De Andreis, Cecati, Yofre y Guglielmi tuvieron algunas divergencias entre ellos, ninguno de los testigos refirió que los agentes de la AFI formaran parte de los ‘anillos de seguridad’ del Presidente de la Nación. Por tal motivo, la presencia de los agentes de la delegación de Mar del Plata en el lugar de los hechos, informando los movimientos de los familiares y realizando inteligencia sobre ellos, era completamente irregular.” Luego el caso pasó a Comodoro Py y todo se acomodó en favor de Macri, a quien le revocaron el procesamiento con el argumento de que el espionaje que se realizó fue legal.
MÁS INFO
En diálogo con El Destape, la abogada querellante en el caso del espionaje a los familiares del ARA San Juan, Valeria Carreras, señaló: “Los jueces de Comodoro Py sobreseyeron a Macri en la causa de espionaje a familiares del ARA SAN JUAN, justificando las tareas de inteligencia de la otrora AFI, por la peligrosidad de las familias de tripulantes y por ser parte de la tarea del servicio de custodia presidencial, a pesar de haberlo negado el propio Cecati, quien en aquel entonces fuera titular del cuidado del presidente. Hoy, con el nombramiento de Cecati en la SIDE, 7 años después del reprochable espionaje a víctimas, puede decirse que los 5 jueces federales q salvaron a Macri y a Arribas, vaticinaron las funciones que terminaría prestando el comisario”.
Waissbein, el matemático que llega a la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC)
La Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC), que era la Dirección Operacional de Ciberseguridad de la AFI, quedó a cargo de Ariel Waissbein, matemático quien trabaja en seguridad de la información desde hace décadas. Su nombre fue una sorpresa para muchos.
Waissbein es criptógrafo –práctica informática que consiste en proteger información mediante algoritmos codificados- y trabajó para diversas empresas del sector. De acuerdo al sitio criptonoticias.com entre otras cosas “se desempeñó como auditor en CoinFabrik”, una compañía que “ofrece servicios basados en la custodia de criptomonedas, protección de tokens y de aplicaciones descentralizadas, a fin de evitar fallos de seguridad”.
¿Un juez federal para la División de Asuntos Internos (DAI)?
El interrogante que aún no está develado es quién ocupará la División de Asuntos Internos (DAI). Las versiones que se dejan correr en Casa Rosada apuntan a un juez federal que no es de Comodoro Py.
Tal como sucede con las otras agencias descentralizadas en la exAFI también existía un área de control interno pero era una división de Recursos Humanos. Ahora, Asuntos Internos gana en relevancia. Y su rol adquiere también otro tamiz luego de que se giraran a la SIDE 100.000 millones para gastos reservados.
La Bicameral de Inteligencia intima a Bullrich por el ciberpatrullaje
A la par que el gobierno de Milei avanza con la reestructuración de la Secretaría de Inteligencia, el ministerio de Seguridad de la Nación emitió la resolución 710/2024, que se publicó en el 29 de julio Boletín Oficial y generó mucho ruido en el mundo de la inteligencia porque creó una Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS). Entre sus funciones, la UIAAS podrá “patrullar las redes sociales abiertas, aplicaciones y sitios de Internet, así como la llamada ‘Internet profunda’ o ‘Dark-Web’, en orden a la investigación de delitos e identificación de sus autores, así como la detección de situaciones de riesgo grave para la seguridad, en el marco de la Constitución Nacional y legislación vigente”; y “utilizar algoritmos de aprendizaje automático a fin de analizar datos históricos de crímenes y de ese modo predecir futuros delitos y ayudar a prevenirlos”. Esto encendió las alarmas de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia del Congreso, que preside Leopoldo Moreau.
La especialista en tecnología Beatriz Busaniche, de la Fundación Vía Libre, explica que la resolución que firmó Patricia Bullrich “no sólo está plagada de problemas jurídicos sino que promete realizar acciones para las que jamás deberíamos usar inteligencia artificial”. De acuerdo a Busaniche, la resolución “construye un marco de aplicación de sistemas de IA para predicción de crimen, perfilado de personas, análisis de casos y detección de fraude entre otras acciones” y no da “ningún reaseguro de legalidad y debido proceso en la aplicación de estas tecnologías” además de que “se desconoce el tipo de herramientas a utilizar, los proveedores y los mecanismos de contralor para las mismas”. “La resolución es una forma burda de ocultar un avance desproporcionado e inaceptable sobre las libertades civiles escondida bajo la bruma de una promesa tecnológica carente de todo fundamento”, añade en un artículo publicado en vialibre.org.ar. Entre los derechos que se vulneran se destacan el de la privacidad y la libertad de expresión.
Ante este cuadro de situación, la bicameral de inteligencia le pidió explicaciones a Bullrich por esta avanzada. En una nota dirigida a la ministra de Seguridad, Moreau le requirió, con carácter de urgente despacho, una “copia certificada de la Resolución N° 710/2024 de la cartera ministerial a su cargo, como así también, copia certificada del expediente administrativo donde obren las constancias de los antecedentes del dictado de dicha norma”. “Vale recordarle, que estos requerimientos se enmarcan en la misión fiscalizadora que la Ley de Inteligencia Nacional asigna a esta Comisión”, destacó el diputado de Unión por la Patria. También le reclamó por una documentación sobre otra resolución previa referida al ciberpatrullaje, que la ministra nunca envió, y le recordó que “la omisión de tal cumplimento configura una obstrucción a la labor que legalmente le corresponde a esta Comisión (arts. 31 y ss. de la Ley Nº 25.520) y una afrenta a la tarea de control parlamentario democrático del Poder Legislativo”. El pedido de informes fue en carácter de intimación.
En diálogo con este medio, Moreau añadió: “La misión fundamental de la comisión es proteger los derechos y garantías de los ciudadanos consagrados en la Constitución Nacional si corren el riesgo de ser vulnerados en su privacidad o por razón de su presencia en fuerzas políticas o razones de razas o religión, a través de mecanismos que no tengan el suficiente contralor como para impedir acciones de esta naturaleza”. “Estamos a la espera de la respuesta de la ministra para conocer el expediente administrativo que dio origen a esa resolución vinculada a al ciberpatrullaje y a la creación de ese organismo. Queremos saber qué medidas se han adoptado para evitar que la ciberseguridad y la Inteligencia Artificial ingresen en la privacidad de los ciudadanos y fundamentalmente quiénes van a tener a su cargo la conducción de ese organismo”.
Si Bullrich continúa sin responder se dejó abierto el canal para una presentación judicial.
Cerrar sesión