La vicepresidenta Victoria Villarruel oficializó este jueves mediante una comunicación interna quiénes serán los integrantes de la Comisión Bicameral de Inteligencia, instancia que tomó nueva importancia a partir de la decisión del Ejecutivo de reflotar la Side y de dotarla de la friolera de 100 mil millones de pesos para gastos reservados. El decreto de Javier Milei que resolvió esa partida presupuestaria será el primer gran tema que deberá tratar la comisión, aunque es posible que le gane de mano una sesión especial en Diputados pedida para el próximo miércoles. Aún permanece la discusión acerca de quién ocupará la presidencia de la estratégica comisión, un tironeo entre la vice y el asesor presidencial Santiago Caputo, quien tomó a su cargo el área de los espías.
La semana que viene será clave. La comisión quedará constituida el martes, integrada por siete diputados y siete senadores. Por el bloque mayoritario de Unión por la Patria estarán los senadores Oscar Parrilli, Eduardo "Wado" de Pedro y María Florencia López, y los diputados Germán Martínez, Paula Penacca y Leopoldo Moreau; de la UCR el senador Martín Lousteau, y la diputada María Coletta; del PRO el diputado Cristian Ritondo y el senador Martín Göerling Lara; de La Libertad Avanza el diputado Gabriel Bornoroni y César Treffinger; la senadora chubutense Edith Terenzi y el entrerriano Edgardo Kueider, pertenecientes a dos bloques más pequeños.
En rigor, los nombres estaban desde hacía un mes, pero quedaron confirmados en las últimas horas, en la previa de la conformación. En el despacho de Germán Martínez explicaban que él quedó en esa lista porque presentaron los designados durante el receso de invierno ante la posibilidad de que la comisión se constituyera de urgencia, como se rumoreaba. Si así pasaba, tenían que estar a tiro para aterrizar en el Congreso y no era el caso de muchos legisladores del interior. "Lo más probable es que no siga como integrante de esa comisión", avisaban. Originalmente, quien había sido anotada para ese lugar era Blanca Osuna.
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La comisión tiene el atractivo especial que lo que se discute allí es secreto y trabaja con información estratégica en su función de contralor parlamentario de toda la actividad de inteligencia estatal. En épocas tranquilas, como lo fue durante la gestión del Frente de Todos, su labor es casi rutinaria. Pero la toda la movida de la gestión libertaria en ese campo la convirtió en un centro de atención para el Congreso. Sin nombres propios de peso, La Libertad Avanza apuesta a que la presida un aliado. Pero mientras que Villarruel busca privilegiar su buen vínculo con el ex presidente Mauricio Macri y empuja el nombre del misionero Göerling Lara, del PRO, el asesor Caputo bendijo al entrerriano Kueider. Se trata de un peronista disidente que ya fue clave para el oficialismo durante el tratamiento de la ley Bases.
Cada vez más influyente, Caputo tomó bajó su mando toda el área de inteligencia luego de que Nicolás Posse saliera eyectado de la jefatura de Gabinete acusado de realizar espionaje interno. Reformuló la Side y colocó al frente a Sergio Neiffert, un ex funcionario bonaerense de su confianza. También rescató al antiguo jefe de la Side menemista, Juan Bautista "Tata" Yofre, para ubicarlo como director de la Escuela Nacional de Inteligencia junto a otras viejas figuras de los servicios. Pero el movimiento más sorprendente fue la decisión de dotar al organismo de 100 mil millones de pesos de gastos reservados. Esos gastos no necesitan ser rendidos, ni hacer falta especificar en qué se gastarán.
En un contexto de ajuste permanente y poda de fondos a las provincias, la decisión resultó indigerible hasta para buena parte de la oposición dialoguista. Durante la reciente sesión en Diputados, hubo una moción presentada por el diputado de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, para incluir en el temario del día el rechazo a ese DNU. Para conseguirlo, necesitaba una mayoría agravada -tres cuartos de la Cámara-, que no consiguió. No obstante, reunió 135 votos con lo que dejó en claro que existe mayoría suficiente para votar la derogación del decreto de la Side.
La votación encendió las luces de alarma del oficialismo para la sesión especial convocada para el miércoles que viene. El Gobierno buscará convencer a los dialoguistas que con la comisión bicameral ya conformada no es necesario discutir sobre los fondos reservados en el recinto, dado que será los integrantes de la comisión quienes auditen cómo serán gastados. Una vez más, los radicales y el bloque que conduce Miguel Angel Pichetto, aliado de los partidos provinciales, tendrán en sus manos la decisión de darle un golpe político a la Casa Rosada.