El PRO hizo catarsis: se dobla pero no se rompe

En Diputados, después de la división por los fondos de la SIDE, cada corriente interna marcó su enojo y acordaron conversar más. En el Senado, los legisladores hablaron con Macri y defendieron su voto en favor de la nueva movilidad jubilatoria.

29 de agosto, 2024 | 00.05

El PRO apostó por mantener la unidad en Diputados después de que, por primera vez, hayan quedado expuestas las diferencias a la hora de encarar la relación con el Gobierno. La sesión del miércoles pasado, en la que se rechazaron los $100.000 millones en fondos reservados a la SIDE, le abrió la puerta al nuevo conflicto amarillo: qué hacer ante temas que afecten su vínculo con La Libertad Avanza en plenas negociaciones. Desde el Senado, en una conversación con Mauricio Macri, los legisladores defendieron su acompañamiento a la movilidad jubilatoria.

En su habitual reunión de bloque, el PRO solo abordó este tema y, según coincidieron distintas fuentes, se dió en muy buenos términos, con la unidad como faro. "Cordial", "civilizado", "con mucho cariño" fueron algunos de los conceptos vertidos después del encuentro para graficar la situación. Casi con asombro.

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De todos modos, las diferencias quedaron expuestas y se propusieron empezar a discutir más este tipo de posiciones contradictorias antes de salir públicamente, en masa, con una de ellas. El PRO aportó 20 votos para el rechazo del decreto SIDE, 4 en favor de esta medida presidencial, y 15 ausentes entre los que estuvo el propio jefe de bloque, Cristian Ritondo, un leal a Mauricio Macri.

Esa diversidad generó algunos cortocircuitos, más cuando el partido se pronunció en contra de la norma sin consultar con la casi inexistente pata bullrichista que lo integra. Hacia dentro del bloque, se planteó que la decisión tendría que haberse debatido más, se cuestionó que fue una definición muy apresurada y acordaron hablar un poco más en profundidad estos temas. 

Para llegar a esa conclusión, cada una de las identidades del bloque (los que no comparten con el gobierno, los que negocian, los que forman parte) expresaron sus malestares. Hubo quienes no cagaron la linea del partido, otros disconformes, otros a favor. Se conversó de frente y, de momento, sin graves consecuencias. "Todos aclararon sus intenciones de seguir perteneciendo al bloque PRO y al partido PRO", con "cariño". 

Hasta ahora, el único PRO que se rompió es el de Buenos Aires, donde el bloque PRO Libertad, de Patricia Bullrich, se separó del tradicional de Mauricio Macri y trabaja en una confluencia con La Libertad Avanza, también envuelta en dramas.

Genera cierta sorpresa la falta de escucha de un gobierno tan faltó de experiencia. En el caso del DNU SIDE, el PRO le advirtió a LLA que no podría pasar una norma semejante sin justificación alguna. También le anticiparon el escándalo por la visita a genocidas en Ezeiza. Y tampoco se olvidaron de marcarle que la oposición se iba a unir por la movilidad jubilatoria. El oficialismo nunca escuchó. 

La reaparición de Macri generó muchos temblores. Al rechazo del DNU SIDE en Diputados se le sumó el del Senado, donde los legisladores del PRO votaron en favor de la movilidad jubilatoria en general, en contra de artículos que comprometerían el déficit cero del gobierno en particular, y quedaron ubicados en una linea diferente a la planteada por Mauricio, que los expuso con un comunicado.

Macri y los senadores hablaron el viernes. Los representantes de las provincias que, salvo una, votaron todos a favor de la movilidad, defendieron esa posición "a capa.y espada" pese a las críticas del presidente del partido que dijo no compartir la decisión de los legisladores.

Según le explicaron a Mauricio, votaron favorablemente porque entendieron que, de ese modo cumplían con dos premisas clave: promover la movilidad y no avalar el desfinanciamiento del Estado ni el compromiso con el equilibrio fiscal. No se pudo garantizar que Macri haya entendido esto. 

Pese a los rumores, desde que se votó la movilidad en el Senado, no se volvió a hablar del tema. El gobierno no se comunicó para negociar con ellos un veto parcial. Es la Cámara más compleja en la relación con el PRO porque en Diputados 30 legisladores amarillos rechazaron el proyecto y 7 estuvieron ausentes. 

Los senadores macristas negociaron con el gobierno el sentido de su votación. Durante 15 días, trabajaron y anticiparon su decisión afirmativa en general y el rechazo a tres artículos: actualización anual por RIPTE, jubilaciones mínimas no menores a 1,09 canastas básicas, y saldo de deudas con provincias. Por eso, se consideró que el veto parcial sería la opción más inteligente.