Cristina Fernández de Kirchner habló del árbol y del bosque. Expuso a los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos como piezas fundamentales en todas las causas judiciales que la involucraron basada en las reuniones que mantuvieron con Mauricio Macri en Olivos, reveladas por El Destape. Y destacó una vez más que el lawfare es una herramienta de política económica, un instrumento de proscripción política para, en sus palabras, “doblegar al pueblo argentino y dominarlo a través de la deuda”.
“En todas mis causas tengo jueces de atracción, una nueva figura jurídica. Los únicos que me tocaban eran Julián Ercolini y Claudio Bonadio. Y los dos jueces que siempre intervenían en Casación eran Borinsky y Hornos” señaló CFK. Con Bonadio fallecido y Ercolini que no participó en la causa Memorándum, la exposición giró en torno a los miembros de la Cámara de Casación, que eran los que convalidaban todas las irregularidades de las instancias inferiores. Y fueron, describió CFK, los que “resucitaron una causa que estaba acabada”.
CFK hizo un repaso pormenorizado de los encuentros de Borinsky con Macri en la quinta presidencial, que reveló El Destape en la investigación Operación Olivos. Y de uno en especial, el del 23 de diciembre de 2016, seis días antes de que Borinsky y Hornos reabrieran la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman, una farsa sin sustento jurídico que había sido desestimada dos veces en primera instancia y dos veces por la Cámara Federal.
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Recordó que el propio Macri celebró el fallo, que incluyó el apartamiento de todos los jueces que habían rechazado la denuncia de Nisman y le entregó el caso a Bonadio, que había armado una causa gemela para luego absorber la denuncia original.
El Destape reveló que Borinsky estuvo 15 veces con Macri en Olivos. Luego encontró una más, un total de 16. Esas visitas coinciden con las fechas de sus fallos en casos de alto impacto político como la reapertura de Nisman, la mediática “Ruta del dinero K”, la causa Dólar Futuro, la de la Obra Pública de Vialidad en Santa Cruz y hasta el caso Ciccone contra Amado Boudou. Todas pasaron por Borinsky, al cuál Macri recibía con excusas variopintas como jugar al paddle, tenis o fútbol pero donde el objetivo claramente era otro. En todas el juez falló en contra de CFK y sus ex funcionarios.
Macri ya reconoció dos veces que se juntó con Borinsky. El propio juez, consultado por El Destape, confirmó sus visitas a Olivos. Aún si lo hubieran negado, los documentos que reveló este medio son prueba suficiente. Son 16 la reuniones de Borinsky y Macri en Olivos.
Y no era sólo Borinsky. Su colega Hornos, el presidente de la Cámara de Casación, visitó 6 veces a Macri en la Casa Rosada y aparece dos veces en los registros de ingresos a la quinta de Olivos.
Para CFK los camaristas Borinsky y Hornos fueron el centro de atracción del lawfare. “Si se escapaba algo en Casación estaban Hornos y Borinsky para darme lo que ellos creen que era mi merecido” sostuvo.
“Memorandum, Vialidad, Dólar Futuro, estuvo todo armado para doblegar al pueblo argentino y dominarlo a través de la deuda” repasó CFK. Son todas las causas donde intervino el dúo Borinsky-Hornos y donde sus resoluciones coinciden cronológicamente con los encuentros con Macri, tal como reconstruyó El Destape.